Domingo 12 de noviembre del 2017
Me desperté muy temprano considerado lo mucho que habíamos bebido y lo tarde que acabaron las historias de Callum. Intenté volver a dormirme pero fue totalmente imposible, así que mi mejor opción sería ir a la playa, observar el mar y tener un tiempo a solas, más considerando que mañana volveríamos a la universidad.
Me coloqué un vestido que estaba sobre mi cama para evitar hacer ruido y despertar a Celestine. Bajé las escaleras y efectivamente no se había levantado nadie aún, apenas eran las 8:30 de la mañana.
Caminé hasta la playa y me senté en la arena y pensé en mi padre, en la única vez que pude compartir una vista al mar con él, pensé en mi hermana que ni eso alcanzó a tener. Pensé en mi madre, en la forma que tenía de amar, tan posesiva, tan determinante... y pensé en lo mucho que la echo de menos, ha sido mi única familia desde siempre y me hace muchísima falta, quisiera contarle que el mundo no es tan malo como cree, que puedes tener amigos y conocer lugares maravillosos, que a pesar de su intento de protección Elias me había hecho daño y que el que ella me lo ocultara me había dañado más, quería decirle que la vida es inevitable, no puedes evitar sufrir como no puedes evitar morir y por lo tanto vale la pena arriesgarse, quería hablarle del amor y quería hablarle sobre Nate.
Pensé en Nate, en la hermosa familia que tenía, en su corazón perturbado y en el cariño que sé que aún nos queda, pensé en lo que le gusta y en lo que no, pensé en los secretos que aún no logra contar y que no puedo descifrar, pensé en su forma de amar, en sus miedos y en que creo que es valiente, porque estoy segura de que si le costó tanto abrir su corazón pero logró hacerlo es porque hay nobleza y resiliencia en él.
Estaba tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta que estaba acompañada hasta que la persona que estaba rondado por mi cabeza en esos momentos se sentó junto a mi.
– Hola.– dijo muy suave pero seguro.
– Hola.
– ¿Qué haces aquí tan temprano?
– No podía dormir, preferí venir aquí que quedarme en la cama.
Nate no dijo nada, se quedó mirando el océano igual que yo, estábamos acompañándonos pero cada uno sumido en su propio mundo, quien sabe por cuantos minutos nos quedamos así. Era un silencio agradable, se oían las olas y las gaviotas. Salí de mi trance personal cuando sentí su mano sobre la mía.
– Quería decirte que lo siento.
– ¿Por qué?
– Hablé con Callum.– confesó.
– Ah, ¿qué te dijo?
– Que habían ideado un plan contra Ryan, que tú debías acercarte a él y lograr que te lleve a su casa. Que no querías hacerlo, pero fuiste porque él te lo pidió. Y que solo debías dejarle una bomba de mal olor y largarte, pero que Ryan confundió las cosas. Me dijo que le pediste que no me dijera nada.
– Si, sé que no estuvo bien que te lo ocultara, pero no quería que esto pasara. Ya me di cuenta de que salió todo mal para nosotros, pero no sabía como decirte que Callum me pidió que coqueteara con otro hombre.
– No es tu culpa, obvio que te lo pediría porque no sabía que tú y yo estábamos juntos. Yo debería haber confiado en ti, debería haberte escuchado.
– Si, deberías. Los dos deberíamos haber hecho las cosas diferentes.
– Pero ya está hecho.
– ¿Qué nos queda?
– A mi disculparme. De verdad lo siento, Ty. Solo espero que puedas darme una última oportunidad.
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Fraternizados
Novela JuvenilCuando Tyler solo era una niña un accidente automovilistico cobró la vida de su padre, hermana y abuelo, dejando un terrible sentimiento de perdida y dolor en su madre, quien tras lo ocurrido se volvió aprensiva con lo único que le quedaba en la vid...