Capítulo 54.

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Luego de bañarme y vestirme bajé a desayunar, entré en la cocina donde solo estaba Nate. De seguro luego de mi fiesta de compleaños nadie se levantaría hasta unas horas más. Así que caminé hacia él y me hizo una seña de que me siente en sus piernas, lo hice apoyando mi cabeza en su hombro.

– ¿Te dijo algo?

– Me gritó y lloró. Me siento muy mal, Tyler. Nunca fue mi intención hacerle daño.

– Lo sé, yo tampoco quería dañar a nadie.

– Pero ya está hecho, no podemos cambiarlo, sólo intentar arreglar las cosas.

Asentí totalmente de acuerdo, además Nate era parte lo que quería para mi nueva vida y no renunciaría a lo que estaba construyendo ni siquiera si Marion me lo pedía para no delatarme.

– ¿Nos descubrió Joss?– me preguntó Nate acariciando mi cabello.

– Yo se lo conté, pero no se ha enojado ni nada.– respondí y él asintió. Luego sonreí.– Thom se quedó a dormir, así que no somos los únicos que hemos roto las reglas.

– Ya lo sabía.– dijo riendo conmigo.

– Creo que deberías eliminar tus reglas, Nate, no es justo.

– Ya lo sé, pero no todas son mis reglas. Algunas las decidieron fraternos mayores cuando se fue Dylan.– contesto frustado, pero luego cambió de tema.– Por cierto, ¿sabes lo que no es justo? Que ya tengas la capacidad de hacer que considere eliminar todas las reglas.

– Es que muchas no tienen sentido, Nate. Menos si ni tú las cumples.

– ¿Y quién te dijo que yo no las cumplo?

Me reí con complicidad. Hasta que miré a mi alrededor pensando en todo lo que perdería cuando Marion me delate, adoro esta casa, a los chicos, a Nate, no quiero pensar que ocurrirá si debo irme.

– ¿Qué se supone que haré ahora? Mamá me odia en este momento y aunque no lo hiciera volver a mi casa no está dentro de mis planes.

– Encontraremos una solución, ya lo estoy pensando, pero haremos las cosas bien desde ahora. Así que empecemos. Mírame por favor.

Levanté mi cabeza y Nate me ofreció una taza de chocolate caliente.

– Necesito preguntarte algo.– se aclaró la garganta.– ¿Quieres esta taza de chocolate caliente como pacto para que aceptes ser mi novia?

Me quedé estupefacta. Al comienzo reí con lo del chocolate, pero que me pidiera ser su novia así no lo vi venir.

– ¿Estás hablando enserio?

– Si, Tyler. En realidad creo que ya lo eres, te he dicho que eres mi chica desde ya hace un tiempo, pero creo que debía decirlo, en realidad la pregunta es si yo puedo ser tu novio.

– Sí todo lo que hemos pasado en este tiempo no basta como respuesta, pues si quiero.

– ¿Enserio?

– ¿Esperabas otra respuesta?

– No, puede que me haya desmayado con cualquier otra respuesta.

Reí un segundo antes de que mi boca fuera cubierta por la de Nate, nos besamos pocos segundos antes de oír que alguien se aproximaba, no alcanzamos a separarnos por completo cuando ya estaban en la cocina. Por suerte sólo eran Joss y Thom.

– ¿Por qué está Thom aquí tan temprano, Joss?– preguntó Nate en broma.

– ¿Por qué está Tyler en tus piernas, Nate?

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