Jueves 26 de octubre del 2017
– ¿No crees que estás exagerando?
– No quiero olvidar nada, Nate.– dije alzando mis hombros.
– ¿Estás emocionada?– Me preguntó con una sonrisa en el rostro.
– Por supuesto que sí, es primera vez que haré esto.
– Estoy seguro de que te va a gustar.
– Tengo un poco de miedo, Nate.– asumí dándome la vuelta para comprobar que no me faltaba nada de lo que había anotado en mi lista.
– Yo voy a estar contigo.– dijo Nate abrazándome por la espalda apoyando cabeza en mi hombro.– Voy a cuidarte.
– Ya lo sé, no me hagas caso.
Me dí la vuelta entre sus brazos y también lo abracé por la cintura.
– Bien. Me voy a mi cuarto, también debo ordenar mis cosas.– dijo dando un beso en mi coronilla.– descansa porque mañana nos levantaremos muy temprano.
– Lo intentaré. Duerme bien.
– También tú.
Nos despedimos con un beso corto y Nate se fue a su habitación, enseguida me metí en la cama y cerré mis ojos, sin embargo, estaba muy despierta, la emoción y excitación por la nueva aventura que iba a vivir no me permitía dejar de pensar y la ansiedad no me dejaba dormir.
Media hora más tarde sentí en mi pared los típicos golpes en código morse de Nate. Respondí con un leve golpe.
– ¿Aún despierta?
– Estoy muy ansiona, Nate.– me quejé.– No puedo dormir. ¿Cómo vas tú?
– Ya he terminado de ordenar mis cosas.
– ¿En serio? ¿Estás seguro de que llevas todo?
– Sip, seguro. He acampado muchas veces, Ty.
– Bien, tienes razón.
– Ya voy a dormir.– dijo en modo de despedida.– Deberías dormirme o mañana no podrás levantarte y te dejaremos aquí.
– No te atreverías.
Nate rió con fuerza y dió un último golpe.
– Buenas noches, Ty, descansa.
– Tú también, Nate.
Viernes 27 de octubre del 2017
Nate estaba muy equivocado, a la mañana siguiente me desperté mucho antes de que sonara la alarma, bajé velozmente a bañarme y luego de vestirme volví a bajar para preparar desayuno para mi y los chicos que se levantarían temprano.
El lunes anunciaron que hoy no habría clases y a Colin se le ocurrió la idea de ir a acampar junto con sus primos y Nate por el fin de semana como hacían de vez en cuando. Fue durante el almuerzo y todos quedaron sorprendidos cuando Nate propuso que los acompañara. Callum con su afectividad de siempre parecía encantado con la idea y me insistió animosamente a ir, aunque no hacía falta porque desde que Nate lo mencionó me hizo muchisima ilusión, nunca había ido a acampar, solo una vez había hecho una excursión muy pequeña con los padres de Elias y mi madre por el día.
Colin y Garrett fueron los primeros en bajar.
– ¿Cómo estás, chica?– me preguntó Garret pasando su brazo por mis hombros.– ¿Lista para la aventura?
– ¡Muy emocionada! Gracias por invitarme.
– No es nada.– respondió Colin.– Ya eres una de nosotros. Sólo espero que puedas seguirnos el paso.

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Fraternizados
Teen FictionCuando Tyler solo era una niña un accidente automovilistico cobró la vida de su padre, hermana y abuelo, dejando un terrible sentimiento de perdida y dolor en su madre, quien tras lo ocurrido se volvió aprensiva con lo único que le quedaba en la vid...