—Quiero que el tatuaje sea lo más femenino posible —Dijo con una voz tan chillona que enserio quería taparme los oídos, no sé cómo Jackson soporta a esta clase de chicas—, si tiene corazones alrededor del unicornio sería estupendo.
—No me especializo haciendo este tipo de tatuajes —Me aclaré la garganta—, pero haré lo mejor que pueda.
Ella acomodo su cabello y se encogió restándole importancia.
—Haz lo que tengas que hacer chica de cabello raro —Arqueé una ceja—, para eso estoy pagando.
"Es una cliente Michaela, no puedes golpearla."
—Sí muñeca —"Plastificada"—, solo trato de advertirte, puedes esperar a Jackson de seguro él podrá darte lo que quieras.
—Lo sé, pero estoy algo apurada así que me tendré que contentar contigo.
"No puedes golpearla pero puedes arruinar su tatuaje"
Ganas no me faltaban, pero en todo caso un mal tatuaje hablaría muy mal de mí y eso no me beneficia en nada. Además ser profesional es mi trabajo.
Fui hasta la mesa donde estaba mi laptop, entré en internet buscando fotos de unicornios y una vez que vi uno muy realista comencé a dibujar, luego de terminar lo que me llevo más tiempo de lo esperado le añadí los corazones que ella quería.
No me gustan los unicornios soy más fanática de los ponis y no, no son lo mismo.
Al finalizar fui junto a ella que estaba con el celular pegado en la cara así que carraspeo para llamar su atención.
—Aquí lo tengo ¿Qué te parece?
Como no le guste...
— ¡Lo amo! ¡Es asombroso! —Chilla de emoción—, pensé que me mostrarías algo espantoso pero me equivoque.
Sonrío, aunque sonreír es lo último que quiero hacer en estos momentos.
—Pues debo advertirte que va doler.
La chica se hacía la ruda, quería el tatuaje en las costillas. Creo que no se imagina cuanto puede llegar a doler.
—Solo haz el tatuaje.
Solté un bufido por lo bajo mientras preparaba la plantilla.
Como me lo imaginé ella al sentir el pinchazo de la aguja contra su piel dio un respingo.
—Quédate quieta —Dije intentando calmarla—, si te mueves puedo terminar dañando el tatuaje.
Apretó los dientes con fuerza y asintió. Luego de unas horas estaba llorando y no lo hacía de manera silenciosa parecía que a la pobre la estaban torturando. Le dije que podía parar pero ella se negaba a irse sin el tatuaje.
Lena tuvo que venir a ver que sucedía pero en vez de ayudarme a callarla tenía un pizca de diversión en sus ojos, la muy perra se estaba burlando de mi suerte.
Luego de horas tatuando y escuchando su llanto escandaloso al fin termine. Cuando se lo dije su rostro cambió por completo a uno emocionado, que demonios con esta chica.
Al ver el tatuaje sus chillidos hicieron que el dolor de cabeza aumentara.
— ¡Es híper fantástico!
Sonreí, cuando se ponían a halagar mis tatuajes me era inevitable hacerlo.
—Me alegra que te haya parecido híper fantástico.
—Voy a recomendarle a todos de este lugar —Bien, más clientes—, las chicas van a venir como si fuese un tienda de liquidación.
¿Chicas? Sí son como ella prefiero tener menos clientela.
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La Pasión Por EL Chocolate #1
Любовные романыElla es Michaela Lancaster, una de las mejores tatuadoras de Los Angeles. Él es Ryan Scott, uno de los mejores médicos de Los Angeles. Ellos dos no tienen nada en común pero luego de una apuesta nuestro querido doctor se ve forzado a tatuarse el nom...