— ¡Rubio! —Exclamo al ver a James.
Él levanta la vista con una sonrisa y me saluda con la mano, entro al local repleto de armas y camino hasta él y lo abrazo. Por el otro lado Ariel me mira con gesto ofendido.
— ¿Por qué él recibe ese tipo de recibimiento? —Pregunta señalando a su amigo—. Creí que era tu favorito.
—Cálmate moreno —Digo bromeando—, para ti también hay abrazo.
Me separo de James entre risas para abrazarlo y este me levanta en el aire. Es impresionante la manera en la cual me llevo con los amigos de Ryan, en realidad ya no son solo suyos. También son mis amigos.
— ¿Puedes bajarla? —pregunta la voz de Ryan detrás de nosotros. Pero Ariel hace todo lo contrario y me aprieta con más fuerza.
— ¡Eres una linda muñeca de peluche! —Exclama y yo intento bajarme.
— ¡No soy una muñeca! —Exclamo ofendida—. Soy una chica de carne y hueso.
—Ariel... —La voz de Ryan suena a advertencia y el moreno me baja.
—Deja de ser posesivo con ella —Dice burlándose—. No pienso quitártela... o tal vez sí.
Sonrío mientras camino hasta Ryan y él rodea mis hombros con sus brazos. James mira a mi doctorcito curioso pero luego su mirada se desliza en mí.
—Y dime Micha ¿Sabes disparar armas?
Niego con la cabeza.
—No la verdad, pero no creo que sea tan difícil.
Y bueno, me equivocaba. La maldita escopeta era más pesada que yo.
Todos estamos en el patio, no somos los únicos aquí. El lugar está repleto y todos parecen saber muy bien lo que hacen. Los blancos consisten en botellas cargadas de pintura azul, ya vi como explotaban algunas y es hermoso como el color sale disparado por todas partes. Están situadas demasiado lejos de nosotros. Agarro el arma y apunto pero una mano la baja rápidamente.
—No apuntes a nada aún —Dice Ryan—. Todavía no estás preparada.
—Oh, de acuerdo.
Ryan me hace un gesto para que aguarde y asiento, lo sigo con la mirada y este camina hasta James para hablar entre ellos.
— ¡Hey Micha! —Volteo en dirección a Ariel, el cual me apunta con una pistola de mano—. ¡Estás arrestada por ser tan candente!
Suelto una carcajada, pero lo apunto también.
—No me gusta el coqueteo de niñitos.
Baja su arma y camina hasta nosotros.
— ¡Micha baja eso la tuya está cargada!
Volteo en la dirección de la voz y por inercia la mayoría de los hombres en el campo de tiro se agachan y cubren la cabeza.
— ¿Qué?
— ¡Bájala! -Giro en dirección a Ryan y este también se agacha.
—Oh ¿esto? —Bajo el arma y todos se levantan cautelosos, lanzándome malas miradas. Una de ellas es de un muchacho y sin pensarlo dos veces levanto mi arma apuntando en su dirección—. ¿Vas a seguir mirándome así? —El chico palidece y niega con la cabeza, bajo mi arma—. Eso pensé...
Mi arma es arrebatada de mis manos y me quejo, Ariel me entrega la pistola que tenía y se queda con mi escopeta.
—Creo que mejor usas esto muñeca —Dice riendo—. Soy muy joven para morir.
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La Pasión Por EL Chocolate #1
RomansaElla es Michaela Lancaster, una de las mejores tatuadoras de Los Angeles. Él es Ryan Scott, uno de los mejores médicos de Los Angeles. Ellos dos no tienen nada en común pero luego de una apuesta nuestro querido doctor se ve forzado a tatuarse el nom...