La Pasión Por EL Chocolate #1

Epilogo.

Instagram: @litnetmila

Epílogo.

— ¡Viva los novios! —Grita Ariel, unos de los mejores amigos de Ryan.

Entre risas Ryan me guía a la recepción de nuestra fiesta, mi corazón se derrite al ver el bello lugar. La decoración luce exactamente como lo imagine y me alegra que mi ahora esposo me haya convencido de contratar a una organizadora de bodas.

—Tengo una sorpresa para ti —Ryan tiene una sonrisa extraña. Está ocultando algo y me muero por saber que es.

— ¿Es algo bueno?

—Tanto que creo que terminaras desmayándote.

Achino los ojos en su dirección.

— ¿Qué esperas para mostrármelo?

—Primero nuestro baile siendo marido y mujer, gata —Besa mi mejilla—, no seas impaciente.

Pienso replicar pero me besa haciéndome olvidar de mi disgusto, soy muy curiosa por lo que me muero por saber que esconde. Me guía hasta la pista y saludo con la mano a nuestras familias que ya tomaron asientos en sus respectivas sillas. Las luces bajan cuando llegamos al centro y veo que hay una banda que va tocar para nosotros hoy.

Coloco mis manos en su cuello y el colocas las suyas en mi cintura apretándome contra su pecho. Me siento tan feliz y completa que esto me parece casi irreal.

Los acordes de la música comienzan y la reconozco al instantante, es la canción A Little too much de mi Canadiense y recuerdo la vez que Ryan y yo bailamos está canción en mi casa.

Pienso recordarle eso pero Ryan sonríe y de repente escucho una voz que hace que me quede congelada.

—No puede ser...

Me aparto levemente para mirar el escenario donde se encuentra la banda y ahí. Usando un hermoso traje negro se encuentra él.

— ¡Es Shawn Mendes! —Grito como loca. El nombrado me saluda tiernamente con la mano y Ryan me sostiene con fuerza para que no me caiga.

—Sorpresa.

Miro a mi esposo con la boca abierta.

— ¿Pero cómo...?

—Te responderé lo que quieras luego, ahora quiero bailar con mi esposa.

Estiro su rostro hacia mi y lo beso agradeciéndole, no puedo creer que él haya conseguido que mi ídolo cante en nuestra boda.

¡Por dios! Me siento como en el video Sugar de Maroon 5.

Ryan nos balancea en una tierna balada, y me aprieto más contra él disfrutando de su cercanía.

—Ella siempre se decía a sí misma que podía hacerlo. Ella no usaría ninguna ayuda, eso estaría muy bien —Canta como aquella noche, su voz es apenas un susurro que va directo a mi alma—. Pero cuando se puso duro, sintió que iba a perder su enfoque... —Levante la mirada como aquella vez y él levantó la mano—. Así que toma mi mano y vamos a estar bien.

Con los ojos cristalizados la tome.

—Te amo tanto, tanto que siento que no puedo respirar en este momento.

—Y yo te amo de la misma manera, o tal vez aún más.

Me hace dar una vuelta y me besa.

Escuchamos los aplausos y los gritos, ya hay más personas en la pista de baile y yo me separo cuando otra canción de Shawn inunda mis oídos.