Capítulo diecinueve.

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—Tu padre y yo saldremos está noche —Dice mi madre pasándome mi desayuno—. Necesito que te quedes en casa.

— ¿Qué?

Mierda, hoy es la cena con Ryan no puedo cancelarle, no después de lo bien que se comportó conmigo y de lo mucho que quiero estar con él.

Mi madre frunce el ceño en mi dirección.

—Micha, te lo dije hace una semana. Hoy es nuestro segundo aniversario y saldremos a cenar por ahí.

Lo había olvidado por completo.

Es mi culpa ser una persona tan olvidadiza..

—Pero yo debo salir...

— ¿Y si alguien roba la casa mientras nadie está?

Ruedo los ojos. Olvidaba que mi madre es una lunática.

—Mamá nadie va querer robar nuestra casa —Digo intentando hacerla entrar en razón—. Lena me invito a cenar en su casa.

Ella se encoje de hombros mientras termina de masticar un trozo de manzana.

—Que venga ella aquí ¿Cuál es el problema?

¿El doctorcito en mi casa? No sé si eso suena bien o suena mal. Tendré que preguntárselo.

—Está bien —Digo resignada—. ¿Qué hora vendrán?

Ella comienza a sonrojarse.

—Eh... tu padre alquilo un motel así que...

— ¡Para! Ya entendí —Digo negando con la cabeza—. No necesito una imagen en mi cabeza...

— ¿Sobre tu madre y yo desnudos? —Pregunta mi padre llegando a la cocina. Besa mi frente y luego camina hasta mi madre.

— ¡Qué asco! —Digo fingiendo una mueca—. ¡Gracias por la horrible imagen que han dejado en mi cabeza!

Ambos estallan en carcajadas y yo les acompaño.

—Debo ir a trabajar así que mantengan sus manos quietas mientras no estoy —Digo apuntándolos a ambos de manera intercalada.

Me despido de mis padres mientras yo salgo, me subo en mi bicicleta pero antes de ir a la Tienda, me saco la mochila para rebuscar mi celular. Necesito llamar a Ryan, lo pienso unos segundos de más ya que debe estar trabajando y me detengo. Mejor un mensaje.

"Cambio de planes. ¿La cena puede ser en mi casa?"

Guardo mi celular y vuelvo a colocar mi mochila por mis hombros, pedaleo todo el camino hasta la Tienda como todos los días. Mi cuerpo ya se acostumbró a la larga distancia.

La primera vez que fui en Fizzy hasta mi trabajo casi muero por la falta de aire. Digamos que nunca fui una chica atlética así que esa vez me cansé demasiado y solo quería ver una botella de agua. Que para suerte mía no había.

Bajo de mi bici para encadenarla al poste y entro con todo a la tienda pero apenas al pasar la puerta siento como vibra algo en mi mochila y con toda la velocidad del mundo me apresuro en sacar mi celular.

"Me parece bien ¿Cocinaras tú?"

Me río.

"No creo que quieras comida quemada" "O en el peor de los casos que termine incendiando mi casa"

—Y viene entrando con sonrisitas de enamorada —Se burla Lena y levanto la vista hasta mi amiga morena.

Veo su cabellera llena de risos atada en una coleta lo cual es raro ya que siempre lo lleva suelto. Hay algo raro en ella y no es el hecho de que esté usando unos jeans blancos y un top negro.

La Pasión Por EL Chocolate #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora