La Pasión Por EL Chocolate #1

Capítulo cuarenta.

—Gracias por comprenderme Señor Both —Digo sonriente.

—Ya te dije que solo Isaac, no por ser tu jefe me debes llamar señor Michaela —Bromea un poco—, además gracias a ti la clientela aumento.

—No creo que haya sido gracias a mí, está es la mejor tienda de New York.

Él me sonríe con cariño.

—Solo son dos días fuera así que no te preocupes, no creo que esos idiotas puedan joderla en tan poco tiempo —Dice refiriéndose a Calem y a Laden.

—Solo iré a visitar a mi madre este fin de semana, me verá el lunes sin falta.

Él rueda los ojos divertidos y me despido para ir a la sala a esperar a mi cliente que vendrá en unos minutos. Pero me detengo al ver a Calem con unas hermosas flores que parecen margaritas de color rosa. Llevo una mano a mi boca y chillo emocionada.

—Deberías decirle a tu novio que deje de enviar flores aquí, esto ya parece una florería —Comenta Laden, aunque lo hace con un deje de humor.

—No le hagas caso Micha, solo está celoso.

Me reí, las cosas con Laden están bien despues de todo. Mi doctor favorito se ha pasado toda esta semana enviándome distintas clases de flores pero todas de un color "Rosa"

Todo había comenzado el viernes pasado, y ya había varios arreglos aquí y los otros que lleve a mi casa.

—Deja de molestarlo —Digo mirando como una tonta las flores—. Estas sin duda van a mi casa hoy.

Me encantaban demasiado.

—Y no solo vino eso —Dice Calem captando mi atención—. También vino con esto.

Levanta una gran barra de chocolate atada con una cinta roja, la nota cuelga de ésta y río de felicidad, mi amigo se ríe contagiándose de mi alegría.

"Creo que el chocolate significa mucho para ambos, es como nuestra pequeña pasión, parte de nuestra historia que apenas está empezando y me alegra que hayas superado esa fobia tuya.

Te extraño como no tienes idea, Micha.

Pd: Te amo.

-Tu Doctorcito."

— ¿Por qué no regresas con ese tipo? —Pregunta Calem—. Se nota que te tiene como tarada.

Tengo pegada la nota en mi pecho mientras levanto mi vista hasta sus ojos azules.

—Es complicado.

Él suelta un bufido.

—Para las mujeres todo es complicado —Murmura para sí mismo—. Por eso no tengo novia.

—Ya verás que encontraras a tu chica, tonto —Giro en dirección a Laden mientras muerdo mi labio inferior—. Y tú también Laden, solo tienes que esperar.

Asiente pero no lo veo muy seguro de mis palabras.

Mi cliente llega y la recibo con una gran sonrisa, es hora de trabajar.

🍫🌹🍫

Arrastro mi maleta por el aeropuerto y cuando veo a mi mejor amiga grito y ella levanta la mirada.

— ¡Perra!

— ¡Perra!

Corre en mi dirección y cuando llega hasta donde estoy me abraza con muchísima fuerza, ahora me doy cuenta cuanto eche de menos a la morena.