— ¡Papá! —Grito llamando su atención.Él sigue apuntando a Ryan. Este último gira su cabeza en mi dirección con los ojos abiertos, pero su ceño se frunce en dirección a mi mano. Como acto reflejo suelto la mano de Laden y camino hasta mi padre.
—Tranquila princesa, solo estamos conversando.
— ¡Lo estás apuntando con un arma! —Exclamo—. ¡Una maldita escopeta!
—Cuida tu vocabulario Michaela.
Lo miro incrédula.
— ¡Suelta eso! ¡Mamá!
Mi padre baja el arma tan rápido como le es posible y la tira al suelo, mi madre hace acto de presencia y nos mira a todos sorprendida.
—Oh cielo, ya regresaste —Dice sonriendo, ajena a que mi padre se volvió un lunático—. ¿Y él quién es?
—Las presentaciones luego —Digo sin dejar de fulminar con la mirada a mi padre—. Papá estaba apuntando a Ryan con su escopeta.
— ¿Qué tu papá qué? —Pregunta sorprendida—. Peter ya hablamos sobre esto, nadie quiere ser apuntado con un arma.
—Solo le aclaraba algunos puntos —Dice como si nada—. ¿No es cierto Dr. Scott?
—Sí claro —Ryan no parece nada convencido.
Mi madre niega con la cabeza.
—Deja que tu hija traiga chicos a casa, algún día quiero llegar a ser una abuela —Me atraganto con mi propia saliva—. Ah no, creo que solo me dirían Tía Marge, abuela no me gusta.
Me golpeo la frente con la mano, no sé quién de los dos está peor.
—Bueno Laden, está no es la mejor primera impresión sobre mis padres...
—Buenas noches a todos —Mis padres lo miran curiosos, Ryan por otro lado solo se cruza de brazos—. Me llamo Laden, soy amigo de su hija, fui un compañero de Tatuaje de Micha en New York.
— ¿En serio? —Pregunta mi madre sorprendida—. ¿Qué hizo Micha allá? Me dijo que no salió pero no le creo.
Ruedo los ojos.
—Su hija se comportó de una manera excelente y profesional. Hasta llevó orden a la Tienda.
Mi madre sonríe con orgullo.
—Es un placer Laden, me llamo Marge —Mi padre se sitúa al lado de ella—. Y él es mi esposo Peter.
—Buenas noches joven —Saluda mi padre—. Me alegra saber que mi hija estuvo en buenas manos allá.
Ryan mira con incredulidad a mi padre y a Laden, yo hago lo mismo.
Estoy flipando ¿En serio mi padre no se pone en plan celoso?
De repente mi padre intenta ocultar una sonrisa y ahí lo sé, el muy canalla está haciendo esto apropósito, solo para cabrear a Ryan.
Niego con la cabeza.
— ¿Qué les parece si vamos en la sala? —Pregunta mi madre—. La comida ya está por estar lista.
Todos asentimos yo hago el amago de ir caminando pero cuando los tres se pierden de mi vista tomo la mano de Ryan para detenerlo.
— ¿Qué haces aquí?
—Venía a invitarte a cenar ya que en el almuerzo estabas ocupada... —Mira en dirección hacia la sala—. Pero parece que lo sigues estando.
ESTÁS LEYENDO
La Pasión Por EL Chocolate #1
RomanceElla es Michaela Lancaster, una de las mejores tatuadoras de Los Angeles. Él es Ryan Scott, uno de los mejores médicos de Los Angeles. Ellos dos no tienen nada en común pero luego de una apuesta nuestro querido doctor se ve forzado a tatuarse el nom...