Capítulo veintinueve.

12.4K 844 105
                                    

Una adolescente entra a la Tienda con unas ojeras horribles, su madre la acompaña y le susurra algo que le saca una sonrisa.

—Buenos días, bienvenidos a Tattoo Dragons —Murmuro sonriéndoles—. ¿En qué puedo ayudarlas?

La joven de ojos verdes me mira.

—Quiero un tatuaje.

Frunzo el ceño por lo rota que se oye su voz.

—Cariño ¿Cuántos años tienes?

—Tiene mi autorización, soy su madre —Dice esta.

Asiento con la cabeza, la joven se ve tan pérdida que me da miedo el solo pensar en tatuarla y que está se rompa en pedazos.

—Estoy libre así que yo estaría encantada de tatuar a alguien tan hermosa —Ella baja la mirada—. Puede quedarse aquí esperando Señora.

Ella asiente luego de besar la frente de su hija, la chica se retuerce los dedos mientras le hago una seña para que entre a mi cabina.

—Puedes sentarte allí linda —Digo señalándole la silla de tatuajes—. A ver, ¿Qué quieres tatuarte? Y ¿Dónde?

Ella traga saliva parece que en cualquier momento volverá a echarse a llorar.

Intenta hablar pero un sollozo se escapa de entre sus labios y sin importarme nada corro junto a ella para abrazarla, eso parece sorprenderla pero también me abraza.

—Tranquila... shh —Digo sobándole la espalda—. Si quieres puedes desahogarte conmigo. Lo que se cuenta en una cabina de tatuajes se queda en la cabina de tatuajes. Tal vez puedas empezar diciéndome tu nombre.

Ella ríe levemente y se seca las lágrimas. Tomo asiento en frente de ella y se retuerce ahora un mechón de su cabello rubio, debo aclarar que es natural y envidiablemente hermoso.

—Me llamo Violetta, yo... sufro o sufría de bullying en el colegio.

— ¿Qué? —Pregunto sin poder creérmelo—. Pero ¿Por qué? Eres hermosa...

—No, no lo soy. ¿Qué no lo ves? —Pregunta mientras su labio tiembla—. Soy una gorda... eso me lo dicen a diario yo...

Miro su físico y frunzo el ceño, tal vez no es delgada por completo pero asumo que tiene más peso debido a que se nota que es alta y tiene los huesos más grandes... yo no diría que es gorda.

—Sufrí una de las peores desilusiones y quiero comenzar de nuevo... una vida nueva —Traga saliva—. Me mudaré de colegio, comenzare a hacer actividad física, no dejaré que me vuelvan a insultar de nuevo.

—Mira Violetta, puede que esos malditos niños idiotas te hayan hecho creer cosas que no son. Porque te juro que desde que entraste en la tienda no me fije en tu peso, lo único que note es la mirada triste que tienes en ese bello rostro tuyo —Ella me sonríe levemente—. Y lo envidiable que es tu cabello.

Ella suelta una carcajada y me alegra el hecho de que al menos la haga sentir mejor. Comienzo a decir muchas cosas más hasta que ella parece estar más tranquila.

—Ahora dime que quieres.

—Quiero una frase aquí —Dice señalando su brazo izquierdo—. "Stay Strong" con algunas aves en él.

Comienzo a hacer el bosquejo y a hablar con ella, es de lo más tierna y me agrada. No puedo creer que haya personas tan malas en el mundo. Lo hago colorido, porque así tiene que ser su autoestima, lleno de vida y de color.

Cuando comienzo con el tatuaje cierra los ojos con fuerza y en ningún momento se queja. Se nota que es fuerte, y que este tatuaje le va como anillo al dedo.

La Pasión Por EL Chocolate #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora