[Kunai 2]

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A los cinco minutos terminó de comer. No estaba tan satisfecha ya que lo que era el arroz, no era salvable, era imposible ir grano a grano; De todas formas no le agradaba del todo la comida que le hacía su madre, se notaba a leguas la poca dedicación que le ponía a todos sus almuerzos.

—¡JAJAJAJA! —Reía alguien a sus espaldas, no, enrealidad eran carcajadas.

—¡JAJA... SARADA UCHIHA ESTÁ COMIENDO DEL SUELO, JAJAJAJA! —Una sombra que poco a poco tomó forma humana salió de entre los árboles. Boruto Uzumaki.

Ella frunció el seño, odiaba a ese bastardo cuando se burlaba de los demás, como si él fuera superior o mejor.

—¿Qué diablos haces aquí Boruto?—Dijo ella entre dientes, muy molesta porque el idiota del Uzumaki la vio en un momento tan vergonzoso.

—Jajaja... —su risa fué descendiendo gradualmente hasta llegar al punto en que culminó. —Los chicos se molestaron por unas cosas que dije y me ordenaron venir a buscarte para llevarte a las clases de historia. —Explicó el rubio mientras aguantaba con todas sus fuerzas no burlarse de la escena anterior que aún vagaba por su mente.

Sarada se levantó del suelo donde estaba muy comodamente sentada, se sacudió un poco su ropa por si habian rastros de barro.

—No iré a ningún maldito lugar y menos contigo estúpido Dobe. —Dijo Sarada muy, pero muy molesta.

—¿Porqué evades justamente las clases de historia-ttebasa? —Preguntó curioso Boruto, toda señal de burla hacia su compañera desapareció, ahora parecía levemente serio.

—No es de tu incumbencia —susurró ella un poco tímida por la mirada penetrante de su rival.

—Claro que lo es, eres mi compañera. —Sentenció el chico.

Sarada sintió un escalofrío recorrer toda su columna vertebral. El idiota no sabía que a esta chica esas palabras la dejaban desarmada, sabía que lo decía en buen sentido, pero no podía evitar buscarle un sentido más tierno a sus palabras.

—Lo sé, estúpido Dobe. —Dijo ella firme, olvidando la sensación de hace momentos.

Boruto la miró fijamente.

—Dime que demonios ocultas-ttebasa. —Dijo el rubio.—

—¡Nada! —Exclamó ella apretando sus manos en puños. No queria recordar el porqué, no ahora o explotaría

—¡Dimelo Teme! —Dijo un alterado Boruto. Estaba cansado de que su propia compañera le ocultara cosas, se supone que lo básico que tiene que haber en un equipo es confianza, la cual no había por parte de la Uchiha.

—¡¿De todos modos qué vas a entender tú?! —Exclamó una ofuscada Sarada, se volteó y se puso a recoger la caja del bento y su mochila.

—¡PUEDO ENTENDER MUY BIEN, TU Y YO VIVIMOS LO MISMO, SUFRIMOS EXACTAMENTE LO MISMO-TTEBASA! —Gritó Boruto muy enfadado, a esto le sumó un golpe de desesperación al árbol que se encontraba a su derecha, provocandole un agujero que atravesaba el tronco.

Sarada se detuvo justo cuando terminó de meter la caja en su mochila, se giró muy molesta.

—¿Lo mismo? Wow... ¿Sabes? Aunque tío Naruto no pasa mucho tiempo en tu casa. Está aquí. Puedes verlo cuando quieras... yo al mío lo ví por última vez hace 4 años ¿Estás seguro? ¿Realmente vivimos lo mismo? —Decía Sarada mirándolo fijamente.

Boruto se quedó medio en shock, la había cagado.

—Sara... —Fue interrumpido.

—¿También tu madre trata de no verte? ¿Te evita por el hecho que le recuerdas al hombre que ama y que no tiene a su lado? ¿También se va más temprano a trabajar para no tener que verte al despertar? ¿Sabes qué es lo unico que recibo de mi madre? ¡Un maldito bento que siempre está mal hecho y sin amor! —Dijo ella aguantando las lágrimas que amenazaban con salir como cataratas.

Boruto la miró boquiabierto, él sabía más que bien la ausencia del padre de Sarada, pero no sabía que también habían problemas con su madre.

—Ah, pero casi se me olvida —Decía la pelinegra con los ojos fijos en los de él. Para Boruto era imposible apartar la mirada de esos ojos que ahora mirandolos detalladamente, ocultaban un gran dolor; Hermosos y profundos ojos color ónix —Hay una gran diferencia entre tú y yo Boruto —Sarada reprimía sus lágrimas, no le gustaba para nada desquitarse con nadie, no queria que nadie supiera de sus problemas. Pero su corazón estaba cansado de tanto peso, necesitaba decirle a alguien cómo se sentía, odiaba estar sola en estos momentos. —Tú cuentas con una familia que te ayuda en tus problemas sin importar la magnitud de estos; Númerosos amigos que te ayudan a mejorar como ninja; Tienes un sensei que te da clases privadas y es un honor para él, tienes el aprecio de toda Konoha por ser hijo del Hokage. Mientras que yo, no tengo nada. —Sarada soltó cada una de estas palabras con rabia, dolor, celos y mucho, pero mucho rencor.

Boruto estaba aguantando como podía una lágrima que quería salir, nunca pensó que su amiga sufriera tanto, pero tampoco sabía todo lo que tenía; Contaba con una familia hermosa, su madre que era muy cariñosa, su hermana Himawari a la cual adoraba mucho, su padre que aunque no pasaba tanto tiempo como el menor quería, sabía que cuando lo necesitara, estaría ahí; Todos en su clase lo querian y respetaban, toda Konoha lo conocía y lo apreciaba. Y él no se había dado cuenta. Había sido un maldito inconciente.

La Maldición de Sarada Uchiha [👓] NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora