[Kunai 40]

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Kirai suspiró y sin darse cuenta, sonrió.

-Bien, vamos a hacer esto juntas.

-Claro.

Corrió hacia el sujeto que de una u otra forma la ayudó a hacer todas las estúpideces de las cuales se arrepentía enormemente.

-¡Katon: Gōkakyū no Jutsu!

Uno de los experimentos se interpuso en la enorme bola de fuego, defendiendo a su creador. Los gritos por parte de él fueron aterradores hasta que fué totalmente consumido por el fuego.

-¿Qué demonios?-

-Él los puede controlar a su antojo. -Dijo Sarada a la vez que notaba algo. -Mira su mano.

Kirai diriguió la mirada hacia la extremidad de Orochimaru, notando como este movía la mano, como si controlara a una marioneta.

-Bien. -Saltó hacia atrás, dándose tiempo para pensar.- ¿No has aprendido más Jutsus?

-¿Qué?

-No creo poder hacer muchos hasta que lleguemos al límite. Por lo que diria yo, que terminemos con algo bueno.

Sarada repasó todo lo que había aprendido en esos largos años y sin saber que aún lo recordaba, visualizó un "Futon" que encontró en alguno de sus libros.

-¿Podemos manejar el elemento viento?

Negó. -Solo una vez pude hacer algo muy sencillo, pero eso es avanzado y no creo que podamos-

-Tus canales de Chakra ya están jodidos ¿Qué más puede pasar?

Ambas rieron y por alguna razón, se sintieron como cómplices de algo, como amigas de verdad.

Orochimaru por lo mientras miraba a la pelinegra estática; No movía los labios ni nada, pero estaba totalmente seguro de que estaba planeando algo junto con su alter.

-¿Te quedarás ahí toda la vida? -Preguntó el pelinegro tratando de desconcentrar a la Uchiha.

Ella levantó la mirada con seriedad y chasqueó la lengua.

-¿Y a ti te importa?

-Pues si. Eres mia.

Sintió unas náuseas horribles y no dudó en fruncir el ceno dándole a entender su desagrado ¿Suya? Ni en un millón de años sería de ese imbécil.

-Cállate idiota, me das asco.

Orochimaru rió, pero su risa se vió apagada de golpe al sentir como su brazo desaparecía, volteó la mirada lentamente y vió a Kirai con sus manos formando un Jutsu.

-Fūton: Kazekiri no jutsu...

El pelinegro apartó a todos sus experimentos y con sus ojos impregnados de rabia pura, lanzó una serpiente en dirección a Kirai.

Ella intentó saltar, pero al no poder acumular Chakra en sus pies a como era debido, cayó de espaldas al suelo y la serpiente se envolvió en su cuello sin vacilar.

-¡SARADA!

La chica volteó con dificultad su rostro hacia el rubio. Boruto golpeaba con insistencia la cúpula que lo envolvía, se sentía impotente y su corazón palpitaba con fuerza, tanto que le dolía.

El oxígeno le hacía falta, la presión era tanta que sus ojos se empezaban a inyectar en sangre y no por el Sharingan.

-¿No crees que ya es suficiente? -Orochimaru se acercaba a paso lento. -Eres una inútil y siempre lo serás. -Sonrió de forma socarrona. -Mírate, tan ridícula.

La Maldición de Sarada Uchiha [👓] NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora