[Kunai 20]

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Su respiración era agitada, notó que su piel brillaba por el sudor y desactivó el Sharingan que en algún momento se llegó a activar por si solo.

Notó que afuera se sentía un ambiente frío, el cielo era azul semi oscuro y no se veía ningún pájarillo; Fácilmente se dió cuenta de que era la madrugada apenas.

—Odio estos malditos sueños. —Se levantó con pesar, tambaleándose un poco en su camino a la cocina.

Últimamente no dejaba de tener sueños en donde ella ya era mayor y sus amigos también, pero siempre terminaba buscando a Boruto por: Una herida, una mala acción, Orochimaru volvió, etc.

Odiaba que los malditos sueños fueran tan cliché, y lo peor de todo, es que se los tragaba como una idiota. La realidad de esas escenas era tanta que alcanzaba casi la perfección.

No era tonta, Orochimaru estaba detrás de todo eso, en señal de que se estaba apoyando mucho en Boruto, y era cierto.

Una nota en papel blanco brillaba en la soledad de la mesa principal, sin mucho interés la tomó sabiendo probablemente de quién era.

Eh tenido que volver a mi labor con respecto a la misión, lamento irme sin despedirme; Cuidense, intentaré volver pronto.
—Sasuke Uchiha.

Tomó la hoja y la quemó con sus manos en un arranque de ira y enojo puro.

¿Cuanto tiempo duró con ellas? Cuando volvió de la misión del país del Fuego hasta el día de hoy, talvez un mes; No contaba los tres meses anteriores porque simplemente se la pasó en la casa sin hacer nada.

Sabía perfectamente que se había largado porque ella misma mejoró. Pero lo que le molestaba realmente era que ella estaba mejor gracias a Boruto, no a él.

Pero bueno, de todos modos es culpa de ella no haber podido hablar mucho, se encargó de que él no se acercara tanto. Solo lo necesario cuando lo ameritara el momento.

—Qué cabellos, Sarada.

Su madre bajó las escaleras con rápidez. Vaya, que novedad, va tarde.

—Sasuke se fué.

Sakura se detuvo en seco, pero en realidad era para tomar unos papeles que estaban sobre la mesa y un par de archiveros.

—Ya me lo esperaba, él nunca dura mucho en un solo lugar.

No sabía porqué pero sintió que esa conversación debía ser alrevés ¿No era Sakura la loca enamorada de su padre?

—¿No te afecta?

—Para nada, te tengo a ti.

Guardó esas palabras en su corazón, no estaba segura de que fueran del todo reales, pero de todos modos no ganaba nada con cuestionárselo.

—Mamá.

—¿Si?

—¿Es malo depender de alguien?

La pelirosa se volteó para ver a su hija con la mirada fija en el suelo.

—Si, porque si esa persona ya no está, será casi imposible recuperarte. Eso me pasó en tiempos de juventud.

La Maldición de Sarada Uchiha [👓] NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora