Shuriken 1

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¿Desde cuándo todo empezó?

....

Claro, desde el día en que lo visitó a su casa para ver como estaba.

Muchos envidiaban su estilo de vida; Ninja prodigio, con un heroe como padre y una familia unida.

Él podía dormir tranquilo sabiendo que todo estaba bien, no debía esforzarse para encajar en la sociedad y mucho menos para destacar como ninja. Su vida era literalmente perfecta.

Pero bueno... El mundo siempre está lleno de buenas intenciones ¿no?

El problema con él era que le fascinaba siempre estár en lo más alto, ser la envidia de sus compañeros y por supuesto esto le trajo bastantes problemas.

Una tarde de invierno su madre le pidió fuese al mercado a comprar unas cuantas cosas para la cena de ese día. Obviamente él accedió sin problemas.

En el camino notó como unos niños de su edad le seguían, no le tomó importancia hasta que lo acorralaron en un callejón y le dieron su "merecido" por ser tan engreído.

Cuando llegó a su casa, Hinata de inmediato le preguntó que era lo que había pasado, pero él respondio con un susurro.

-Nada importante.-

Despúes de ser tratadas las heridas y unas cuantas vendas se dió la libertad de ir a su habitación a descansar.

Aunque odiaba aceptarlo, esos niños tenían razón, pero no solo por eso hiba a cambiar, al que le gusta bueno, y si no... También.

Se acomodó hasta estár sentado en su cama al oír como alguien tocaba la puerta, despúes de exclamar un "Pase" la persona entró.

No disimuló su sorpresa al verla.

-¿Sarada? ¿Qué haces aquí?-

-Yo... Ví cuando te golpearon y pues vine a ver si estabas bien...-

Él sonrió a la vez que sentía algo cálido reinar su corazón.

Él sonrió a la vez que sentía algo cálido reinar su corazón

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-¿Te preocupaste por mi?-

Ella apartó la mirada mientras se sonrojaba levemente.

-No te creas Dobe, solo vine a ver a mi amigo.-

Boruto bajó la mirada sin desaparecer su espléndida sonrisa.

-Pues gracias.-

Ella se quedó un rato más con él para despúes irse.

Desde ese día el Uzumaki se dió cuenta de que su amiga no era solo una gruñona, si no que tenía su lado bueno y cariñoso al igual que su hermana.

Aveces las amistades no son solo las que han estado en momentos difíciles, si no las que llegaron para quedarse.

Dos años despúes llegaron a ser compañeros y conocerse un poco más. No eran solo amigos, si no compañeros y como tales, le confiaban la vida el uno al otro.

Por muy estúpido que suene, le tuvo celos a su otro compañero, Mitsuki.

Este le insinuaba todo el tiempo a la chica su interés en ella; Pero él no podía hacer lo mismo, porque sería... Raro.

Cuando supo lo de la maldición al principio no lo creyó, despúes lo aceptó y por último intentó interferir.

Pero hablando enserio, ¿Qué puede hacer un Genin? Estaba fuera de sus manos interferir.

Y... su primer beso fue tan... .... ....

No tenía palabras, menos al ver como la pelinegra le correspondía.

Era como un sueño.

Pero tiempo despúes, cuando el tío Sasuke se fué y despúes de una semana volvió; Sarada ya no era la misma.

Nadie supo porqué y Sasuke no quizo decir nada, parece que tuvieron una pelea y Sarada ganó.

¿Pero cómo? Ella también era Genin, y él... Vamos, solo el viejo puede hacerle frente.

Lo que pasó despúes ninguno se lo esperaba, ella, Uchiha Sarada por fin cumplió su palabra.

Desertó.

Aquellos recuerdos de su sonrisa habían desaparecido y con ella la felicidad del rubio de vio inexistente.

El viejo quizo hablar con él, su madre también e increiblemente la tía Sakura intentó devolverle las energías ¿Pero como?

No solo Sarada dependió de él, si no que también fue alrevés.

Se dió cuenta de que de alguna forma estaba ayudandola, podía cambiar su mentalidad y hacerle ver que no todo era maldad.

Se sintió útil, aunque solo fué un lapso de tiempo corto lo hizo; Pero en realidad no cambió nada.

Cada noche miraba por su ventana el cielo estrellado y suplicaba a cualquier persona que lo oyera, por favor protegiera a la pelinegra.

Ella no tuvo quien la guiara y le dijera que estaba bien o estaba mal; Sus dudas no fueron aclaradas a tiempo y por culpa de eso ella pagaba las consecuencias.

Su tristeza se vió incrementada al saber que su tía esperaba un bebé. Sarada hiba a tener un hermano o hermana y no estaría presente para su nacimiento.

El pasar de las estaciones se encargó de hacer desaparecer cualquier recuerdo de la chica en la aldea, o por lo menos de la mente de los aldeanos que la juzgaban.

Sin darse cuenta pasó un año y jamás supo nada de su amiga.

Sakura y Sasuke aún guardaban ese resentimiento en sus corazones por haber sido tan irresponsables; Juraban día a día de que no cometerían el mismo error con su nuevo retoño, Raito Uchiha.

Ese nombre era algo especial, significaba "luz", porque él crecería para enseñarles a todos que los Uchiha no son una maldición.

Mañana era el cumpleaños de la renegada, solo la familia Uchiha y Uzumaki la "celebraría" en honor a la niña.

-Vas a cumplir catorce Teme.-

Su voz se vió silenciada por una suave ráfaga de viento.

Si... La extrañaba, y mucho.

Se sentía culpable por no haber puesto un poco más de su parte para detenerla, de haberlo hecho probablemente aún estaría con ellos.

-Por favor, vuelve.-

La Maldición de Sarada Uchiha [👓] NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora