[Kunai 15]

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Caminaba con intranquilidad, como siempre era un escándaloso. Una mirada de parte de su Sensei fué suficiente para tener un poco más de cuidado con sus pasos.

No podía evitar voltear a ver de vez en cuando a su pelinegra favorita, desde su estadía en la cueva ella es más distante que de costumbre, como si se debatiera con ella misma.

El camino era silencioso, pero no del todo incómodo; Sabía perfectamente que al que más le costaba aceptar el cambio era a Konohamaru, ya que la chica se volvió más autoritaria y rebelde. No había que ser genio para darse cuenta de que el mayor odiaba que le dieran ordenes, en todo caso ¿Quién no?

Pero despúes de todo se dieron cuenta de que no había que insistir, si no querían que la chica se alejara aún más debian darle su espacio y respetar su silencio; Por lo menos de parte de Boruto y Konohamaru.

No sabía en qué momento empezó a notar cada pequeño cambio, su mirada, su voz, su forma de caminar, todo. Sentía que esa chica era una parte importante de su vida, y lo era, su mejor amiga desde la infancia.

Le dolía verla consumirse en el odio cada vez más ¿Pero qué podía hacer? Esto salía de sus manos, había que aceptarlo, no era nadie ni nada que supiera tratar estos temas tan delicados.

Antes no le importaba si ella hacia o dejaba de hacer algo, simplemente era su molesta compañera, pero al verla cambiar se dió cuenta de que su estúpida Teme ya no era la misma.

El pasar del tiempo logró que un sentimiento oculto por fin empezara a florecer en el corazón del rubio, poco a poco aceptaba que le tenía un cariño especial a su amiga.

Tenía miedo de encariñarse de ella, era claro que su futuro era oscuro y peligroso, por eso... Tenía miedo de tenerle cariño a una persona que simplemente estaba destinada a desaparecer.

Su padre se lo dijo, estaban en un punto de no retorno, ella se dejó vencer por el odio y eso le traería desgracia; Intentarían quitarle esas ideas estúpidas, pero era tarde, una misión casi imposible.

No, claro que no lo quería aceptar, iba a luchar para que no se alejara de su lado; Le mostraría la luz en su mundo de oscuridad.

-Boruto.

La voz de su compañero lo sacó de sus pensamientos, se dió cuenta que estaban un poco más atrás de su profesor y de su compañera.

-¿Qué pasa Mitsuki?

-¿Pensabas en Sarada?

No se molestó en ocultar su sorpresa.-¿Porqué lo dices?

-¿Estás respondiendome con más preguntas?

El rubio rodó los ojos a la vez que baja levemente la voz. -¿Qué quieres?-

-¿Estamos reciclando preguntas?

-No me jodas, si no tienes nada que decirme entonces no molestes.

Boruto hizo el ademán de alejarse pero el albino lo tomó del brazo, deteniéndolo.

-Quiero hablarte de ella.

Había captado su atención.

-¿Qué cosa?

-Sarada piensa escapar.

Las ideas del Uzumaki estaban desordenadas, por lo que prefirió guardar silencio y seguir escuchando antes de decir algo poco coerente o con falta de solides.

-Había dicho que les daría un año de tiempo para hacerla cambiar de opinión, pero ella piensa irse en cualquier momento.

Boruto ponía atención, pero de igual forma quería aclarar cosas, darle respuesta a sus preguntas.

-¿Porqué sabes eso?

Mitsuki guardó durante unos segundos, silencio, meditando un poco su respuesta.

-Porque pensaba ayudarla.

Ambos intercambiaron miradas frías y sin mucho sentimiento, como si dos desconocidos hablaran de un tema en común y listo, nada más.

-¿Querías ayudarla? Se supone que los amigos harían todo lo contrario. -Le reprochó el Uzumaki con notable enfado.

-Solo mira su actitud, se ve segura, ¿Porqué voy a interferir en algo que ella quiere?

-Pues en este momento estás interfiriendo con el simple hecho de estarme diciendo todo esto.

El silencio reinó esa conversación casi durante dos minutos hasta que el albino volvió a hablar.

-Te lo digo porque me preocupa.

Las palabras de Mitsuki eran muy cliché, tanto así que Boruto no las creyó en absoluto, además de que era un cambio radical de pensamiento.

-Hmm... -Suspiró cansado- Si te soy sincero no sé si detenerla o dejarla ir.

Mitsuki miró con interés a su rubio amigo. -¿No es o era tu misión detenerla?

-No sé si lo decías enserio, pero tienes razón. -Levantó sus hombros- Aceptémoslo. Tío Sasuke sembró el odio, la aldea se encargó de ayudarlo a crecer y ella solo quiere enseñar los frutos. -Miró cómo las nubes se volvían grises de golpe, sin miramiento alguno.- Es culpa de todos nosotros, es muy hipócrita de nuestra parte intentar arreglar lo que rompimos.

Sin poder evitarlo, el contrario bajó la cabeza, tenía razón aún cuando quería negarlo.

Cada persona de la aldea dejó su grano de arena en Sarada, aportando a una misma causa en común, como si hicieran hasta lo imposible para pudrir una manzana.

Boruto no sentía odio hacia los demás, lo único que había para ellos en él, era asco.

Era como si tu propia familia te restregara a diario tus errores e imperfecciones sin intentar ayudarte a arreglarlos, siempre será fácil juzgar sin un espejo cerca.

La lluvia de acercaba, así que el equipo entero se cubrió con unas capas que andaban.

-Te gusta ¿Verdad?

Ante esa pregunta el Uzumaki solo pudo sonreir como respuesta facial, le miró de reojo a su compañero.

-Le aprecio demasiado y me duele verla en ese estado, extraño la Sarada que antes me regañaba y golpeaba por todo; No quiero a la chica que veo ahora.

-Esta siempre fué la verdadera, ocultaba su personalidad sobre una diferente para aparentar.

-No, ella antes mostraba su verdadero yo. Ahora lo que veo es a una persona perdida a la cual le tenderé mi mano para darle apoyo y encuentre su camino de nuevo. -Le tendió la mano en dirección al albino a la vez que le preguntaba.- ¿Y tú? ¿Qué vas a hacer?

La Maldición de Sarada Uchiha [👓] NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora