Kunai 29

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Jadeaba con insistencia, las gotas de sudor caían por su rostro para terminar cayendo en el áspero suelo de aquella cueva.

Miró a su alrededor y al escuchar pasos de nuevo se puso de pie rápidamente para empezar a correr en la dirección contraria.

Odiaba aún no poder usar bien su Mangekyo, en solo unos segundos se quedaba sin Chakra.

-¡Rin!-

Esa maldita... La había dejado sola de nuevo, era una verdadera cobarde.

-¡Estamos cerca!-

-¡Atrapenla!-

En efecto, los hombres podían ver a la chica, esta al estár tan agotada su velocidad había disminuido.

-¡Devuelvenos nuestras medicinas!-

En su bolso se escuchaban las pequeñas botellitas de vidrio chocar entre ellas; Orochimaru de verdad que los ponía a hacer el trabajo pesado.

-¡Kirai, agachate!-

Le obedeció al chico frente a ella, apretó el bolso contra su pecho levemente más desarrollado.

-Katon: Gōkakyū no Jutsu-

Los gritos de aquellos hombres eran música para los oidos de la pelinegra, unos hermosos lamentos mientras sentían como el fuego quemaba poco a poco sus pieles.

Salió de aquella cueva al lado de su compañero, ya afuera se permitieron respirar un poco más pausadamente.

-¡¿Eres estúpida?!-

Estuvo a punto de responder, pero notó como el chico a su lado le hablaba o más bien le reprochaba a su otra compañera.

-Yo...-

-¡Tú sabías que teniamos que proteger a Kirai! ¿Pero que hiciste? ¡Te largaste como la cobarde que eres!-

-Pero...-

-¿Y si yo hubiera sido el de las medicinas? ¡¿También me dejarias solo?!-

-¡Claro que no!-

-¡¿Entonces cual es la difencia?!-

-Paren.- La renegada se puso de pie.- Tenemos que terminar la misión.- Volteó los ojos y los fijó en la peliroja.- Pero no creas que te salvarás de mi reporte.-

La chica suspiró, de nuevo su madre la hiba a regañar... Bueno, en todo caso era culpa de ella misma por inútil y miedosa.

Haru miraba a sus compañeras con una leve sonrisa, siempre peleaban, ya era algo muy común. Odiaba regañar a Rin, pero no debía abandonar a su propia compañera, eso era lógico.

Su verdadero nombre era Haruo (Hombre de la primavera) ya que nació en esa estación; Pero sus amigas le llamaban Haru, tenia el mismo significado pero era más cómodo llamarlo asi.

Era un experimento de Orochimaru, utilizó los genes de Sasuke y de Karin... Asi que era medio hermano de Rin y de Kirai.

Dentro de la mente de la Uchiha una chica estaba abrazada a sus piernas, sufriendo en silencio.

-Awww... Me das lástima.-

Sarada ya hace tiempo que no hablaba, odiaba su propia voz.

-¿Sigues mal por lo de tu hermano? Nisiquiera pudiste abrazarlo o mínimo ver sus ojos; Entonces ¿Porqué te duele?-

Era cierto, talvez no le tenía tanto cariño a aquel bebé, pero lo que le había dolido más en el momento fué ver a su madre llorar... Por su culpa.

Intentó detenerla, pero su cuerpo ya no era de ella.

-Es aburrido ya no escucharte gritar y suplicar.-

No tenía fuerzas para negarse, todo lo había intentado ya.

Notaba el descontrol que tenía Kirai, aún no había terminado de dominar el Sharingan de tres aspas y mucho menos el de cuatro; Al estár practicando con el Magekyo estaba forzando demasiado a sus ojos, poco a poco perdía la vista.

Levantó levemente la mirada de  entre sus piernas, la fijó en su odio.

Kirai notó todo el rencor que la chica le dedicaba, al odiarse a si misma... La odiaba a ella también.

-No me mires así.- rodó los ojos.- Tú te lo buscaste.-

-Y tú encantada aprovechaste.-

La que ahora tomaba el control dió un corto paso hacia atrás al oír esa voz tan potente y llena de poder; Temió por un segundo ella intentara de nuevo tomar la voluntad de su cuerpo.

-Vamos, tú estás aqui solo por un pequeño error, de no haberlo cometido nisiquiera hubieras existido.-

-Tu...-

-¿Trajeron lo que les pedí?-

Se desconcentró al oír esa voz ronca cerca de ella, dejó a un lado a Sarada para enfocarse en Orochimaru.

-Si maestro...- Le tendió el bolso.- En el viaje rompí un par de frascos.-

-No importa, la mayoria están intactos.- Dijo mientras movía una pequeña botellita.- ¿Todos cumplieron bien su papel?-

Kirai miró de reojo a su compañera y suspiró.

-Todos menos Rin.-

-¿Qué sucedió?-

-En vez que darme apoyo huyó.-

El mayor volteó a ver a la peliroja, la cuál apartó la mirada con miedo.

-Ridícula-

Ella trató de explicar.

-Eran muchos, no tengo buenas habilidades y lo único que hubiera hecho sería suicidarme...-

-¿Te pedí tu opinión? No ¿Verdad? Entonces cierra la boca.-

Rin bajó la mirada, otra vez volvía a ser regañada por su maestro.

A Kirai no le daba lástima ni un poco el hecho de que estubieran hablandole de esa forma a su compañera, de todos modos se lo merecía.

En la noche tuvieron otra misión un poco más fácil; Tendrían que avisarle a la madre de Rin sobre algo de un experimento, llevaban un pergamino que no podían leer.

La noche era preciosa, siempre compartió ese gusto por la oscuridad con su alter y la verdad habían unos cuantos más, pero evitaba aceptarlos.

Se permitieron descansar en la copa de un frondoso árbol.

-¿No les da curiosidad?- Preguntó el pelinegro.

-Cállate, me duele la cabeza.-

-Oh vamos Kirai, ¿No quieres?-

-Yo apoyo la idea.- Rin recibió una mirada seria por parte de ambos pelinegros-

-Nadie te preguntó-

La chica bufó molesta, era la mayor del grupo y la trataban como alguien menor, su palabra no valía.

-Porfavooor...-

-Si tanto quieres hacerlo ¿Entonces para qué me preguntas?-

-Sabes que si no lo apruebas no lo haré.-

De nuevo intentaba manipularla, esa era su debilidad; El punto débil de Sarada era Boruto, el de Kirai era Haruo y Rin.

-Joder...- Rodó los ojos.- Abre el maldito pergamino.-

Una gran sonrisa no se hizo de rogar por parte del chico, el cuál de inmediato desplegó aquel rollo de papel.

Despúes de leerlo para si mismo levantó la mirada, Rin y Kirai notaron la clara molestia que reflejaba su rostro tenso.

-Nos a mentido.-

La Maldición de Sarada Uchiha [👓] NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora