La Maldición de Sarada Uchiha [👓] Naruto

Shuriken 5

-Orochimaru siempre a querido dominar el mundo shinobi... Bueno, eso aperece que todos lo quieren.- Bostezó un poco.- Y creó a Minatsuki, que es un clan con los principios de Akatsuki.- Sentía que estaba recitando un poema, una y otra vez.- Está conformado por experimentos que él mismo hizo, utilizando células y cosas así de ninjas poderosos.- Boruto frunció el seño, era mucha información para él.- Hay uno que convina células de el Séptimo con las de Suigetsu por ejemplo...-

El rubio pensó por un momento ¿Cómo va a tener células un cuerpo de literalmente agua?

-¿Cómo obtuvo las células de mi padre-ttebasa?-

-En algún momento en el pasado tomó sangre de él y la guardó bien; Al igual que la de Hinata-sama, mis padres, Kakashi, Shikamaru, Temari, Konohamaru, Shino... De todos.-

Ambos chicos se pusieron de pie para bajar del techo y seguir su conversación en el suelo, mientras caminaban.

-Una botellita de sangre con la altura de 7 pulgadas sirve hasta para 200 experimentos...-

-¿Cómo pudo obtener tanta?-

-Con una muestra... Ya no es perfecta pero al ¿Clonarla? se obtiene más; Como no respeta a los genes puros estos pierden fuerza pero igual funcionan.-

-Que asco.-

-Opino lo mismo, lo que me preocupa esque hay varias convinaciones bastante buenas, lo cual es una amenaza y no se puede tomar a la ligera...-

De nuevo se vieron en un silencio incómodo.

Sarada caminaba al lado del Uzumaki, pero no sabía a donde ir; Seguramente no podía ir a su casa, no era tan idiota.

-¿Tienes donde pasar la noche-ttebasa?-

La pelinegra bajó la mirada e inventó la excusa más creíble que se le ocurrió en el momento.

-Si, estaré con mi equipo.-

Boruto casi sintió que se le había salido el alma del cuerpo ¿Un equipo? Eso significa... Que ella ya no lo consideraba su compañero, ni a él ni a Mitsuki.

-¿Tienes equipo?-

-Si, Haru y Rin.-

El último nombre le era familiar, pero ignoró sus propios pensamientos.

-¿Donde están ahora?-

-Pues...- Rió nerviosa.- En una celda.-

El chico frunció el seño, ¿Hiba a pasar la noche en la cárcel? Eso no lo permitiría.

-Puedes venir a mi casa.-

De inmediato la Uchiha sintió un sudor frio recorrer su cuello al recordar los dos incidentes que tuvo ese día con el matrimonio Uzumaki.

-No gracias, no quiero abandonar a mis compañeros.-

Sus palabras demostraban firmeza, sabía perfectamente que si no daba a entender eso a su amigo entonces no dejaría de insistir.

-Está bien... Pero déjame acompañarte.-

Sarada asintió sin fuerzas para negarse, ese idiota era muy insistente cuando quiere algo y pues en este caso, lo había conseguido.

El anochecer estaba presente y los faroles decoraban las calles de la aldea, era un ambiente verdaderamente hermoso.

Ambos parecían una pareja; Aunque a los ojos del pueblo, era simplemente una asesina junto a un prodigio.