La Maldición de Sarada Uchiha [👓] Naruto

Kunai 31

-¡Suiton: Suidanha!-

Un chorro se agua salió disparado en dirección a Inojin, el cúal se sorprendió mientras esquivaba el ataque, no sabía que la pelirosa pudiera utilizar un Jutsu de elemento agua, al verla solo esquivando sus dibujos pensó que ella no sabía utilizar ninjutsu, que equivocado que estaba.

Kirai logró darle un certero golpe al Nara, el cuál se desvaneció; Ella solo se volteó y tomó del cuello al verdadero pelinegro el cual tenía la intención de atacarla por atrás, él abrió sus ojos sorprendido.

-¿Es una broma?- La Uchiha rió sarcásticamente.- Tengo el Sharingan, obvio hiba a notar que era un clon, idiota.-

El sello en su muñeca empezó a arder, hace ya bastante que no le daba importancia por el simple hecho de que Orochimaru ya no vivía dentro de ella.

Era un dolor tan agudo que tuvo que soltar a Shikadai.

-¿Q-Qué demonios..?

-Devuelveme mi cuerpo desgraciada.-

-¡¿Sarada?!-

El pelinegro miraba con total interés a Kirai, acababa de nombrar a su amiga.

-Déjame el poder.-

-¡No!-

Sarada sonrió con malicia a la vez que con un poco de dificultad activaba el Mangekyo.

Kirai notó de inmediato las intenciones de la chica dentro de ella.

-¡¿Qué haces?! ¡Me vas a dejar ciega!-

-¡Pues no me detendré hasta que me devuelvas lo que es mio!-

-¡Jamás!-

El odio en mujer estaba estática, ¿Cómo esa maldita podía hacer cosas en contra de su voluntad?

Notaba como poco a poco su vista se hiba nublando, el cambio era leve, pero ella lo percibia con tanto miedo que le parecía todo borroso; El temor había incrementado el efecto.

Un grito se oyó no muy lejos de ahí, Rin estaba en el suelo y el Yamanaka estaba sobre ella, apretando sin piedad la garganta de la chica.

Haru de inmediato volteó la mirada en dirección a su compañera.

-¡Rin!-

Su rostro fué volteado por un puñetazo de la Akimichi, lo cuál le recordó que él mismo tenía su contrincante y le era imposible ayudar a la pelirosa.

-Si no la ayudas va a morir, pero en tu estado no puedes hacer mucho... El tiempo corre.-

Kirai apretó con fuerza sus dientes a la vez que miraba con gran odio al chico frente a ella.

-Sabes que no vas a durar mucho al mando.-

Sarada no respondió.

La chica al mando se dejó vencer, fué una sensación como de vacio, como si te lanzaras de una torre.

La verdadera Uchiha tomó el control, lo cuál fué una grata sensación, totalmente lo contrario a lo que sintió Kirai; Libertad, ese era el sentimiento que la invadia.

-No te acostumbres, no te daré ni dos días, buscaré la forma de tomar de nuevo el mando.-

Sarada la ignoró, el solo poder mover su cuerpo a voluntad propia era suficiente para no quitar la leve sonrisa que decoraba su rostro.

Shikadai la miraba con total desconfianza, pero ahora la sentía tan familiar, tan cercana... La vibra a su alrededor cambió.

-¿Sarada?-