—¿Es ella?
—Si, un maldito monstruo, igual que su padre.
—Nunca entendí a Sakura, pudo conseguir un mejor hombre.
—Fué una estúpida y trajo al mundo un engendro, ahora tenemos que tener cuidado de no tratar mal a la "princesita" porque si no, nosotros pagaremos.
—Yo no le tengo miedo.
—Yo tampoco, lo único que tengo para ella, es asco.
Momentos de su vida pasaban frente a sus ojos, estaba en una densa oscuridad, le era imposible respirar.
—Los Uchihas son una desgracia para el mundo entero.
—Naruto hizo bien al mandarlo a una "misión" —Decía una de las tantas mujeres que hablaban a las espaldas de la chica, ignorando que esta las oía perfectamente— Ya no tenemos que tener la presencia de ese bastardo cerca de nosotros, de todos modos, ni quería a su familia.
—Seguramente se está revolcando con una pueblerina cualquiera.
—Cualquier mujer es mejor que estár con Sakura.
Lágrimas caían con pesar, no quería seguir escuchando, pero es que a donde fuera, siempre estaban las personas que hablaban mal de ella y de su familia.
Cuando supo que no era candidata a la maldición, si no que ya la poseía, supo que su odio no solo era gracias a su padre. Más bien los propios pueblerinos se encargaron de que ella se hundiera en esa oscuridad tan atroz. Siempre es fácil hablar de los demás ¿Verdad?
Pero aún cuando ofendian a su madre, la cual no tenía absolutamente nada que ver... Nunca se atrevió a responderle a esas personas, se conocía a si misma, por lo que muy seguramente se descontrolaría, y realmente no le llamaba mucho la atención confirmar los rumores, de que era igual a su padre, un monstruo.
Hace no mucho escuchó que el Séptimo Hokage pasó por algo similar en su infancia, el rechazo y desprecio por parte de sus propios vecinos; Pero despúes de tanto sufrimiento encontró personas que le apreciaban y le ayudaron a no perder su camino ninja. Aunque ella nunca encontró a esas personas.
Boruto.
¿Él? ¿El niño que no sabe valorar lo que tiene? Puede que estuviera con ella en algunos momentos difíciles, pero era diferente... Solo era su compañero, al igual que Mitsuki, ellos solo la apoyaban para no ver afectado al grupo y a ellos mismos.
Egoístas.
Si, todos eran egoístas, amaban hablar de lo ajeno pero odiaban ver sus propios errores. Aquellos que hoy la despreciaban, se arrepentirían mañana. Complacerá aquellas palabras de los bastardos que hablaban a sus espaldas, será un maldito monstruo, uno imparable.
Puede que solo tuviera 12 años, pero eso no le impedía hacer todas las cosas que anciaba probar. ¿Qué se siente matar? ¿Cómo sería oir los lamentos de una persona a punto de morir en tus manos? ¿Cómo es el sonido de los huesos quebrandose? Cada cosa, cada pregunta, cada sueño sería cumplido.
En cierta forma le agradecia a su padre por estár ausente, gracias a esto pudo encontrar su camino ninja... El camino como renegada de Konoha.
—¿Sarada?
Esa voz... Tan profunda y severa, ¿Ese bastardo volvió?
—¡Está despertando-ttbayo!
Séptimo.
Claro, la única persona que fué como madre y padre a la vez fué el Uzumaki.
Sonrió levemente al recordar todo lo que le a dado ese hombre, no puede estár más agradecida con él.
¿Como pagarle todo? cada palabra, cada consejo, cada...
—"Si no le ponen un alto a esto, me veré obligado, a expulsarla de la aldea."
Es porque se preocupaba por ella, obviamente no iba enserio...
-"Esto sonará cruel, pero los que son mis amigos, son Sasuke y tú, no Sarada..."
—¡NO!
Despertó de golpe, viendo al antiguo equipo 7 a su alrededor.
Su respiración era agitada, y dos perfectos Sharingan de una sola aspa decoraban sus antes, oscuros orbes.
—Sarada... —La mano de Sasuke se acercaba lentamente a su hija.
Ella de inmediato recordó la última vez que había visto el rostro de su padre, reaccionando mal.
—¡Aléjate de mi!
La mano de Sasuke se detuvó abruptamente, los ojos del mayor se veían opacos y llenos de dolor ¿Lo había rechazado?.
—Sarada-chan —Ella miró molesta al Hokage, y este entendió que no quería hablar con él.
—Hija... Por favor, no te dejes consumir por malos pensamientos.
—¿Es enserio Sakura? —Los mayores y sobre todo la pelirosa, se sorprendieron de que la menor llamara por su nombre a su propia madre. —¿Malos pensamientos? ¡¿CREEN QUE SOY ESTÚPIDA?!
—Para nada...
—¡Sasuke se olvidó de su propia familia... —El nombrado bajó la mirada al no encontrar buenas palabras para contradecirla— Sakura me odia porque le recuerdo a la persona que ama pero que no siente lo mismo por ella— La nombrada hizo lo mismo que su esposo— Y el mismísimo Hokage me a tratado bien toda mi vida para apuñalarme por la espalda! —Naruto no bajó la mirada, más bien la fijó en la pelinegra.
—Esa nunca a sido mi intención.
—¿No? —Ella miraba con un odio impensable al rubio— ¿Nunca pensaste expulsarme de la aldea?-
Naruto la miró sorprendido, así que escuchó todo ¿eh?
—Déjame explicarte.
—No Séptimo, ya no voy a vivir entre más mentiras —Su Sharingan se volvió levemente más brillante, y ante la mirada atónita de los mayores, apareció la segunda aspa— No quiero ser parte de una aldea dónde te tienen miedo, dónde te miran con asco y repulsión. Ya no más.
Las palabras de Naruto se volvieron realidad, Sarada estaba totalmente consumida por el odio; ¿Pero como no estarlo? El Hokage estaba consiente de que los pueblerinos hablaban basura de la Uchiha, aunque ignoraba el hecho de que ella los escuchaba. Fué un idiota, debió prestarle más atención.
—Escúchame... —Suplicó su tío, por lo que la Uchiha le permitió hablar— No debes tomar decisiones a la ligera, estás hablando de tu futuro. —Tomó la mano de la chica, recibiendo una mirada helada como respuesta de parte de ella— Aún estás a tiempo, puedes dejar ese odio tan puro que te impulsa a pensar esas cosas tan estúpidas. —Sus ojos estaban levemente aguados, unos hermosos ojos celestes cristalinos— Mitsuki, ChouChou, Inojin, Iwabe, Denki, Namida, Shikadai, Sumire y hasta el mismo Boruto te aprecian demasiado. Lo que te debe importar es lo que dicen tus verdaderos amigos y familia, no te deben importar las palabras de las personas que no saben nada de ti, que no conocen a la verdadera Sarada Uchiha.
La menor retiró su mano de las del Hokage, viendo como este dejaba caer una lágrima de arrepentimiento, ver a su sobrina consumida en el odio le dolía horrores.
—Seis meses.
Ninguno entendió a qué se debían las palabras de la chica.
—Me quedaré seis meses más en la aldea, no creo cambiar de opinión, pero si lo hago... Creo que seré capaz de dejar mi odio de lado hacia esta aldea tan hipócrita.
Los adultos no pudieron ocultar su alegría, todos sonrieron ampliamente, excepto Sasuke, este solo hizo una leve mueca que todos interpretaron como sonrisa.
Y desde ahora se esforzarían por cambiar la decisión de la Uchiha, enseñarle que no solo había odio hacia ella, si no que muchas personas la amaban y conocían como realmente era.
Pero hay una persona que está completamente de acuerdo en que la chica deje salir su odio; Esperaría, y cuando llegara el momento la acompañaría a destruir la Aldea oculta de la Hoja.
De todos modos, la guerra aún no había terminado como algunos idiotas pensaban.
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La Maldición de Sarada Uchiha [👓] Naruto
Fanfiction©Historia Original Prohibida su copia y adaptación. (La historia es mia, algunos personajes son inventados pero los demás son del artista Masashi Kishimoto) ➡Lenguaje vulgar ➡Sadismo ➡Violencia ⚠Aclaraciones⚠ ✔Esta historia no tiene nada que ver co...