Capítulo: 11 "Bienvenida a Oman ha"

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No esperé que mi primer día en este lugar fuese así ¿Por qué me molestan? ¿Por qué ofenden a mi madre de esta manera?

—No perderé mi tiempo con personas aburridas.— Dije de nuevo.

—Regresa a tu país, no eres bienvenida aquí norteamericana —Me dijo la chica su cabello corto de hecho me recordó mucho a Willy Wonka. Yo solté una pequeña risa—¡¿De que te ríes?! — Dijo histérica.

—No me iré de aquí ¿Entendido?

— Pues entonces bienvenida a tu infierno dangnagwi—Todo el mundo comienza reír la chica toma un vaso de café de una butaca y lo vacía en mi ropa— Bienvenida a Oman ha.

De acuerdo...

Ya se salió de control esto...

Cierro los ojos y suspiro.

«—Jenna no pierdas la cabeza» me repito.

Me pongo de pie y Jae Sun hee me mira alarmada. Yo solo me quito el Blazer y saco de mi bolso la chaqueta de piel negra de Robert, sabía que de algo serviría. Sonrío y me pongo la chaqueta y acomodo mi cabello. La chica se queda con la boca abierta por qué no reaccioné como lo esperaba ella. Aunque por dentro quiera matarla.

Entra un profesor de aproximadamente cincuenta años con cara de amargura al mil. Todo el mundo toma asiento, Chung hee se sienta junto a mí.

—Jóvenes, espero y se sientan privilegiados de estar en esta clase, como saben algunos sólo las personas con un alto poder y estatus puede tomar esta asignatura. Ustedes serán los jefes de todos los becados, de todos esos chicos que don perdedores por naturaleza, y es mi deber encaminarlos al buen camino— Su tono frío hace que repudie más su personalidad y pensamientos ¿De verdad eso hacen los de esta asignatura? ¿Por qué demonios es así?—Aquí también hay niveles, mi gran orgullo los alfa. Miren hacia atrás las personas que están hasta adelante—Nos indica el profesor. De mala gana miro hacia atrás y está el chico arrogante y Jae Sun hee quienes nos miran con superioridad— Tendrán que trabajar muy duro para estar en sus lugares, espero y no sean unos holgazanes corren mucha suerte de estar aquí.

Durante la clase el profesor se encarga de recordamos como debemos comportarnos en una junta de negocios, por dentro estoy gritando que ya se calle no lo soporto.

—¿Por qué hueles a café?—Chung hee se acerca a mí mientras yo tomaba notas.

—Porque una chica muy neurótica vació café en mi.— Dije malhumorada. El comienza a reírse en voz baja.

—Así que Jae Sun hee ya te dio la bienvenida.

Yo lo miro sorprendida.

—¿Cómo lo sabes?—Pregunto.

—La conozco perfectamente, es una de las alfa. Te dije que no sería fácil. Yo puedo protegerte...

—No hace falta, ignoraré todo lo que traten de hacerme.— Dije.

—El olor a café te queda bien, creo que te arrojaré café de vez en cuando.—Bromea Chung hee. Yo lo miro de mala gana.

Pasaron las dos horas y agradecí, lo único que quiero es salir de este lugar. Me siento aburrida con esta clase.

—De tarea, quiero un ensayo de por qué los negocios entre países son muy importantes, lo quiero para mañana.

El profesor dijo y yo tomé mis cosas y salí disparada.

Supongo que ya es hora del almuerzo, entro a la cafetería e inspecciono el lugar. Hay una barra donde las personas toman una bandeja y están eligiendo su comida. Voy hasta allí y miro la extraña comida. Todo mundo se ríe de mí cuando me ven solo me recuerdo que debo ignorar esto.

Cansada espero mi turno para observar la comida, no hay nada que pueda gustarme, suelto un bufido.

—Oye...—Siento que tocan mi hombro, cuando volteo me encuentro con una chica de cabellos rojizos.

—Ya voy.—Dejé la charola y solo fui a la máquina expendedora para comprar una gaseosa.

Necesito algo de azúcar después de este horrendo día. Busco una mesa donde ninguno de los alfa o Chung hee estén cerca de mí. Tomo mi teléfono y veo un mensaje de Robert.

"¿Cómo te está yendo? Espero y bien" Yo no contesto solo dejo el teléfono en la mesa y le doy un sorbo a mi gaseosa. La chica de cabellos rojizos se acerca a la mesa donde estoy con una bandeja.

—¿Puedo sentarme contigo?— Dice la chica, yo asiento con la cabeza no muy convencida. La chica deja un plato con ensalada delante de mí. Y sonríe.—Te compré esto, sé que no es fácil escoger la comida cuando no conoces de ella ¿Te gusta la ensalada?—Miré a la chica y asentí con una sonrisa.

—Gracias... eres muy linda, hasta ahora conozco a alguien agradable.—Digo mientras pincho con el tenedor unas cuantas hojas de lechuga.

—Yo también hasta ahora conozco a alguien agradable. Todos me han tratado mal desde que llegué. —Dijo con poco desanimada.

—¿Eres nueva también?— Le pregunto.

—Si... me transferí aquí por una beca que me otorgaron. Al parecer tengo una enfermedad llamada, clase baja. Por cierto soy Gun Soo.—Dice la chica y después come sus fideos.

—Yo soy...

—Jenna Peterson, todo el mundo te conoce y habla de ti, aunque no eres lo que todos dicen.— Me interrumpe Gun Soo.

—Que novedad—Digo y suspiro— No comprendo porqué dices que padeces la enfermedad llamada clase baja.

—Por qué las personas aquí me repudian por eso. Soy una becada. —Dice la chica.

—Y yo soy extranjera y de todas maneras no soy bienvenida aquí.

—Pero tú eres una chica de la clase alta, vas a clases junto a los alfa. Eso ya te hace superior.

¿En serio todos piensan así?

—Nada tiene que ver la condición social que tengas, puedes ser una persona con mucho poder, pero eres un prejuicioso y maleducado. Lo he visto el día de hoy. Y ahora que te conozco, aunque no seas de la misma clase como ellos lo dicen, eres una persona sencilla y caritativa, con mucho respeto. Eres la única que no me ha ofendido o algo por el estilo. Qué no te afecte esas tonterías.

Mi mirada recorrió toda la cafetería, Chung hee está hablando con un chico animadamente, los alfa no están aquí, lo cuál es raro pero a la vez hace sentir más tranquila.

—¿Qué clase te toca?—Gun Soo pregunta.

Yo miro mi hoja de horarios.

—Historia universal. ¿Y a ti?

Gun Soo revisa su hoja de horarios.

—¡Historia universal! — Dijo contenta.

Yo me siento más aliviada, tal vez así no me sienta más cómodo un bicho raro.

Durante las horas restantes fueron más relajadas, ningún alfa o Chung hee están en las materias, sólo chicos que tratan de ser discretos pero no ofenden ni mucho menos interrumpen cuando me presento.

La hora de salida llega, Gun Soo se fue con su madre y el chófer de Chin Hwa me está esperando en el auto. Subí al auto y suspiré. Durante el trayecto intenté asimilar las horas tan tensas que he tenido, en el instituto en Estados unidos todo el mundo me respetaba, a la mayoría le agradaba, aquí todo el mundo me mira como si fuese un bicho raro.

Cuando lleguo a casa lo primero que hice fue ir a mi habitación, ver todo... ver que no es mi habitación de Long Beach dónde era mi refugio me hace sentir más infeliz, este lugar aún es desconocido para mí.

Un Par De Lunáticos CoreanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora