Mi reloj sonó como todos los días, me levanté de un brinco y apagué mi despertador decorado con la bandera de mi país, lo sé soy toda una patriota loca por Estados unidos.
Miro por la ventana de mi habitación, suspiré y vi la playa de Long Beach llena de chicos surfistas ¡Amo esta vista! Caminé hasta mi espejo y sonreí.
«— ¡Pero qué linda te vez esta mañana! » Me repetí... Lo sé parezco una arrogante pero mi psicólogo que resulta ser mi amado novio me recomendó esto para dejar de ser insegura, a veces soy una celosa sin control, pero creo que me estoy convirtiendo en una persona arrogante.
Tomé mi toalla y me metí a la ducha sin antes encender mi reproductor de música y comencé a cantar con mis chicas favoritas Spice Girls con mi canción favorita Wannabe.
—¡Jenna apúrate ya tenemos que irnos!— Escuché el grito de mi madre fuera de la puerta del baño.
Nos reuniríamos en un club con su novio coreano, la verdad no sé que le vio mi madre de especial a un Coreano ¡Todos se parecen! Pero debo aceptar que es muy lindo con ella y conmigo no es un patán, lo conozco desde que tenía diez años.
Salgo del baño aún bailando y escojo un vestido color azul ajustado sin mangas y con la espalda descubierta y unos lindos stilettos de plataforma color negro. Y seco mi cabello con la secadora y dejo mi cabello un poco ondulado, me maquillo ligeramente y me coloco mis gafas de sol.
Mi madre me espera desesperada en el estacionamiento recargada en su auto lindo descapotable en el que nunca me deja subir, algo trama esta mujer. Está hablando en coreano y yo hice una mueca. A mí madre le fascina todo lo que venga de Corea del Sur justamente viaja gracias a su trabajo como representante de un gran corporativo de hoteles en todas partes del mundo, sus jefes—Que son coreanos entre ellos su novio— Constantemente solicitan a mi madre para cerrar buenos contratos en Estados unidos.
—Mamá no hables esa cosa frente a mí. —Hago una mueca y ella rueda los ojos.
— Jenna por qué te demoras tanto debemos estar en el club Chin Hwa nos espera— Ella se puso sus gafas de sol. De verdad mi madre es muy linda la admiro tanto—Además debes acostumbrarte al idioma coreano.
— ¿Por qué? ¿Acaso me conseguiste un esposo coreano? — Dije mientras subía al coche mi madre también lo hizo.
— Pensaré eso, no está nada mal, pero no es eso. Te tengo una sorpresa. —Yo rodé los ojos y bajo del coche. Y después mi madre también lo hace.
— Habla claro sino es obvio que no iré a ningún lugar. ¡Es mi fin de semana! ¡No quiero estar entre adultos en un club! Además sabes que odio las sorpresas. —La última sorpresa que recibí de mi madre fue que nos íbamos a vivir sólo ella y yo mi padre se iría a Francia y ya no estarían juntos.
— Está bien, me casaré hoy en el club ¿Contenta? Ahora sube o tendrás serios problemas. — La miré con la boca abierta.
¡Casarse! Esta mujer perdió la cabeza ¿Por qué no me lo dijo antes?
— ¡Mamá! — dije sorprendida.
— Hija...
— No digas nada. — Subí al coche pero en la parte de atrás. — Si no quieres que arruine tu día. — Me puse mis audífonos evitando que mi madre hablara conmigo.
Llegamos al Club donde solemos venir de vez en cuando a relajarnos, la gran entrada está
adornada con flores blancas y rosa. Es obvio que si se va a casar y no me está jugando una broma. Enojada bajo del coche y camino hasta la parte de atrás donde nadie puede molestarme y tomo mi teléfono para llamar a mi padre.
ESTÁS LEYENDO
Un Par De Lunáticos Coreanos
Fiksi Remaja¿Por qué todo el mundo ama Corea del Sur? Jenna Peterson siempre se lo preguntó. La vida de esta rubia problemática cambia por completo cuando su madre se casa por segunda vez, pero el "pequeño" problema es que es coreano, lo que significa para ell...