Capítulo: 50 "Por nuestra comodidad"

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Gun Soo, Dong youl, Chung hee y yo, vamos caminando al estacionamiento del instituto. Han decidido ir a un restaurante de comida mexicana ¿Que sí estoy feliz? ¡Estoy extasiada! Amo la comida mexicana.

Presiento que he subido unos cuantos kilos desde que me mudé a Corea, debo ejercitarme no quiero terminar con un gran peso. Pero no puedo evitar comer, es uno de los placeres humanos más hermosos; la comida. De verdad me es complicado llevar una vida completamente sana, pero prometo hacerlo.

Mi teléfono comenzó a sonar, es un mensaje... de Robert.

"¿Puedes venir a tu casa? Estoy a punto de volver a casa, debo hablar contigo. Por favor no dejemos las cosas así."

— ¿Qué sucede? —Chung hee me quita el teléfono de las manos y leyó el mensaje.

— ¿Puedes llevarme? Sí estás ahí me sentiré tranquila. —Digo quitándole mi teléfono. Chung hee asiente.

—Chicos. —Chung hee se dirije a Gun Soo y a Dong youl— ¿Pueden adelantarse? Jenna debe pasar a su casa por algo. Nos veremos en el restaurante más tarde.

Ambos asintieron y subieron al auto de Dong youl.

Yo abro la puerta del auto de Chung hee y subo.

Durante el trayecto a casa voy pensando en que haré ¿Que exactamente debí decirle a Robert? No sé qué hacer.

Sentí que Chung toma mi mano y sonríe. Al llegar a casa Chung hee aparca el auto fuera de casa, para mí sorpresa Robert está parado fuera de mi casa. Bajo del auto y Chung hee me sonríe.

Camino hasta Robert, ya trae sus maletas listas para marcharse.

—Me alegra que si vinieras... — Suspira—Seré breve Jenna. Gracias por ser la chica más hermosa del mundo, disfruté cada instante contigo, me enamoré de ti como nunca me había enamorado, me divertí gracias a lo graciosa y caótica que eres, tus defectos y virtudes te hicieron una persona maravillosa para mí... pero ambos sabemos que esto ya no tiene para más— Robert deja de hablar cuando Chung hee baja de auto y se recarga en el—La distancia hizo que nos diéramos cuenta que no estamos predestinados... sé que debí ser sincero desde un principio pero fui un cobarde. Jenna creo que estoy sintiendo algo por mí compañera de la universidad, no sé cómo sucedió... pero creo que es bueno para nosotros por qué el poco tiempo que estuve aquí me di cuenta de muchas cosas. Te gusta alguien y te puedo decir que ese chico también siente algo por tí, desde al instante lo noté. Así que es mejor que ambos no seamos egoístas y nos aferremos a algo que ya no tiene arreglo.

Lo miro sorprendida.

—Si me hubieses dicho por teléfono todo esto yo lo hubiera entendido Robert, por más doloroso que sea, ambos nos quisimos mucho. Pero tienes razón esto ya llegó a su final y si te gusta otra persona estás en todo tu derecho de hacerlo. Pero no trates de justificarlo, a mí no me gusta nadie, pero ya no siento nada por ti, eres mi primer amor y sólo eso. No tengo rencor de verdad, espero y seas feliz.— Tomo su mano.

—Aunque ahora no te des cuenta de tus sentimientos, algún día lo harás. De verdad espero que sigamos bien. Yo tampoco te tengo rencor —Un taxi se estacions al otro lado de la calle— Debo irme, gracias por escucharme.

Mira por última vez a Chung hee y camina hacia el taxi. Observo cómo se marcha y suspiro tranquila.

—Estás bien. — Chung hee se acerca a mi.

—Estoy bien, aunque no lo creas. Los dos fuimos sinceros, ya ninguno de los dos sentía nada— Si no logro olvidar este trago amargo tendré mucha negatividad y eso no es mi estilo. — ¿Sabes? Quiero festejar por esto. ¿Vamos con los chicos?

Un Par De Lunáticos CoreanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora