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Tomo un fuerte suspiro antes de entrar al colegio, al pasar por la puerta varios ojos se dirigen a mí, chicos devorándome con la mirada —Este lugar está lleno de locos— y chicas desaprobando mi vestimenta.Llego a tomar mi horario y casillero en la recepción estudiantil. Luego de entender donde queda cada lugar voy directo a lo que sería mi nuevo hogar en esta cárcel, arreglo la combinación 3-5-9-8 en él y desaparezco todos los libros de mi mochila dentro. Me detengo a ver mi horario, primera clase "Química" ¿en serio tenía que empezar con algo tan fuerte?, estúpida secundaria.
Camino por los pasillos llenos de murmullos pero no, no son por mí. Parece que todos tienen algo "caliente" que contarse acerca de sus vacaciones.
Al llegar al salón no sucede nada importante, tomo asiento al fondo de la clase, es la única silla vacía en ese lado, hay una fila entera sin llenarse enfrente pero no me apetece estar en la mira de ningún profesor.
— Yo no me sentaría ahí si fuera tú, eres nueva ¿cierto? — una chica con el cabello castaño claro frente a mi me habla sonriente.
— Lo soy ¿por qué no debería quedarme aquí?
— Porque es mi asiento —Pareciera que su llegada hubiese succionado el aire, ni un susurro o respiración bailan a mi alrededor, todos están pendientes de la voz en la puerta, el chico en cuestión camina dentro y se detiene frente a mí.
1.70 metros de masa muscular bien repartida a pesar de que puedo notar trabajo físico bajo su ropa este chico es extrañamente delgado, su camisa gris y chaqueta negra nada combinados con sus ojos miel que parecen ser lo único cálido en él y... esa voz.
— Trasero, no sabía que te iba a ver tan pronto y menos en mi lugar.
— ¡Deja de llamarme trasero! — Le grito levantándome furiosa de mi asiento
— En realidad le hablaba a tu trasero, no a ti. Pero si tanto insistes en una conversación podemos encontrarnos a la salida. Ahora si me disculpas, ese es mi asiento.
— Yo no veo tu nombre aquí, es más ni se tu nombre y el único que va a mover su trasero serás tú cuando tomes asiento en la fila de enfrente.
—Dime Justin cariño, ¡vaya que tienes actitud! —se acerca a mí, me susurra al oído— me gusta.
— Me importa una mierda saber que te gusta o no, allá —le señalo el frente del salón— llegas tarde, asume las consecuencias.
Sonríe de lado, las chicas suspiran al ver la blancura de sus dientes, a mí por alguna razón me recuerda a la nieve... fría.
— Disfrútalo —señala mi puesto y camina hacia el frente dejando atónitos a cada uno de mis nuevos compañeros.
Nadie dice nada hasta que la clase comienza. Todos ríen luego de un comentario ingenioso del profesor sobre el nuevo lugar de Justin.
— Bueno tengo entendido que hay una chica nueva en el salón así que me presento mi nombre es —da media vuelta y escribe "Profesor Will Cooper" en la pizarra — ¿Donde está la señorita ____?
No tengo que esperar por una inspección de reconocimiento, todos saben que soy la nueva. Las personas a mi alrededor me miran, algunas con admiración otros con envidia, chicos intentando descifrar el rompecabezas en mi mente que ni yo he resuelto y por supuesto la sonrisa de superioridad de Justin, como si esperar a que este momento me avergonzara después de que yo le hice su mañana complicada y aunque por dentro mi sangre corre como un mar de nervios me paro impulsada por mi orgullo, camino al frente del salón.
— De ese trasero hablaba yo — comenta el estúpido cuando paso junto a él y todos estallan en risa incluso el profesor Cooper intenta reprimir una.
— Lamento que aquí el descerebrado de Justin no pueda formular más de un pensamiento a la vez —esta vez se escuchan más risas inclusive la del petulante— Ya saben, es como un zombi en vez de andar diciendo "cerebros" parece que su única hormona busca carne inservible para regocijarse.
— Yo podría hacer que esa carne fuera útil —le fulmino con la mirada, este chico esta por colmar mi paciencia.
— ¡Basta Justin! Señorita háganos el honor de presentarse —el profesor me lanza una mirada de suplica esperando que deje las discusiones, asiento silenciosa a su pedido.
— Mi nombre es ____, tengo 16 años y me mude a esta ciudad por dormir una noche en prisión ¿de acuerdo? mis padres son unos exagerados.
— ¿Por qué acabaste en el hoyo? — pregunta Justin con interés refiriéndose a la comisaría donde viví la vergüenza más grande de mi vida.
— No es de tu incumbencia ¿necesita algo más de presentación Sr. Cooper?
— Vamos ___, debes tener algún intereses o aspiración en especial.—Yo sí que tengo intereses y aspiraciones con ella —Quiero golpear su perfecta cara hasta que quede morada, ese tipo de comentarios eran los mismos de Ryan y suficiente he tenido con un corazón roto que no era el mío.
—Quiero trabajar en la morgue.
El ruido ingresa a un punto muerto, creo que podría oír caer a un alfiler caer porque ahora está tan callado que ni el silencio se escucha, y todos están pasmados con una expresión de incredulidad, incluso Justin me mira como si yo fuera alguna clase de broma.
Sonrío y regreso a mi lugar, puedo escuchar a Justin susurrar “me gusta” cuando paso por su lado, golpeo levemente su cabeza esperando que quede claro que de ninguna manera me interesa, no sé de donde he sacado tanta confianza pero desde que Zac se fue he intentado que todo el mundo vea un lado rudo de mí, no quiero lidiar con lástima.
Levanto la cabeza hacía el pizarrón pero antes de verlo noto un par de ojos mieles sobre mí, Justin sigue viéndome, no sé cómo voy a lograr que deje de hacerlo pero creo que esta noche rogaré por despertar mañana con un poco más de paciencia.
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Heartless |Justin Bieber|
Fanfiction«-¿Alguna vez has sentido que estás en un lugar pero en realidad no estás? O sea tu cuerpo está ahí pero tú, la esencia que te hace ser "Justin" no. -La mire atónito a sus palabras, no fui capaz de hablar -¿Sabes? Olvídalo, no lo entiendes -Dijo con...