Heartless |Justin Bieber|

67.

«_____»

Leí el mensaje de Justin por cuarta vez en lo que llevaba el día, pero lo cerré aun sin responder. Un mensaje mío de vuelta y estaría el resto del día escribiéndole a Justin; lo que menos necesito ahora es una amonestación, aunque con la mirada que le estoy dando al profesor de matemáticas en este momento no hay que usar mucho la lógica para entender que preferiría estar en cualquier otro lugar en vez de este. Las siguientes horas se sintieron pasar más lentas que de costumbre, casi hubiera intercambiado mi mañana completa con algún trabajo extraño y aburrido como vigilar caracoles o contar pescados. 

Caminar afuera fue más pesado de lo normal, sentía que llevaba una tonelada de metal en mis pies y arrastrarlos me requería el triple de esfuerzo de lo usual. Pero todo se desvaneció al llegar a la salida del edificio. Ni siquiera tuve que mirar dos veces para notar que estaba ahí. Recostándose en su motocicleta me miraba con ansia en sus ojos. Se acercó a mí y antes de que él diera dos pasos yo ya me había tirado a sus brazos.

—No sé qué demonios haces aquí, pero gracias por venir a rescatarme.

—No, tú me salvaste a mí, ____. — Noté el doble sentido en la oración pero no le dije nada, en respuesta lo abracé con más fuerza. —¿Vas a soltarme así puedo besarte como corresponde?

Sonreí alejándome de su pecho— Oh sí, perdona.

—No, ya arruinaste el momento y ahora para que pueda perdonarte vas a tener que pagar con más besos. Ven aquí —Con fuerza me tomó de mi barbilla y luego probé sus helados labios sobre los míos. Extrañamente en este beso sentí que con cada movimiento Justin se llevaba un pedazo de mí.

Besarlo no solo es acerca del contacto físico y el placer intrínseco de disfrutar del acto como tan. Con él siempre hay algo más en el fondo, parecido a un enlace que nos conecta, algo nos une el uno al otro de forma que si alguna vez nos separamos quedaremos dañados más allá de todo arreglo. Y cada beso, palabra, abrazo nos pega más el uno al otro.

Justin se alejó de mí mientras mordía mi labio inferior y lo soltó regalándome una sonrisa. Casi gruñí en respuesta. —Bueno, eso es una buena forma de pedir disculpas. ___, deberías cometer errores más seguidos. Por supuesto, sé que lo harás, mis labios son irresistibles.

Golpeé suavemente su mejilla —¿Qué demonios desayunaste hoy? ¿Ego con leche?

—No, lo que pasa es que cualquiera se vuelve presumido si tiene a la chica más hermosa del planeta como su novia.

—¡Estás cursi de nuevo! Bueno ahora.... ¿Qué haces aquí? Creo que llegas un poco tarde para clases.

Su rostro se ensombreció de repente y yo me coloque seria con su gesto —Tenía que verte.

— De acuerdo, suéltalo ¿qué pasó? ¿Están bien tus hermanitos?

Suspiro con pesadez —Todo está bien. No paso nada... solo quería verte.