28.

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«Justin»

La televisión de la sala está encendida en un canal musical de otra época, me acerco a apagarlo cuando veo a mi abuela Diane dormida en el sofá. Estoy por cubrirla con una matan cuando despierta y me mira.

—Estás aquí un domingo…  —Es todo lo que dice. Se sienta a mirarme— Es esa chica ¿no es así? ___ es una buena persona Justin, no la dejes pasar.

—No quiero hablar de eso en realidad.

—No es extraño, nunca quieres hablar de nada. —Ella no suele decirme las cosas tan directamente y noto una pizca de reprocho en su voz, ha hecho tanto por mí le debo esto porque hay cosas que no puedo contarle y esta no es una de ellas.

—No va a pasar nada entre nosotros abuela —Me siento a su lado viendo al televisor.

—¿Por qué? Creí que ya estaban pasando cosas… Tú nunca traes chicas a la casa.

—En realidad comenzábamos a creer que puede que no te gustaran las chicas —Dice mi abuelo Bruce entrando al salón. —Por cierto lo hemos conversado, no tienes que avergonzarte. Te vamos a querer como seas además tu amigo Harry no es tan feo...

—Se llama Larry no Harry ¿Qué? Yo no soy gay… Y si lo fuera creo que él sería mi última opción. —Mis abuelos se ríen.

—De acuerdo. Entonces te gusta esa chica, ____. —Esto se pone terriblemente incomodo.

—Quizás… no lo sé. Me refiero a que ¿la han visto? ¿A quién no podría gustarle? El problema es ese, es demasiado para mí. —Ambos me miran sonriendo— ¿Qué?

—Lo siento, es que eso me decía Bruce cuando nos conocimos. 

—Muchachito, tienes que ir por ella. —Bruce le levanta y coloca una gorra sobre su cabeza calva— Tengo que ir a comprar unas cosas pero tendremos una conversación luego.

Me abraza un poco y luego se va, sin embargo la abuela insiste en el tema.

—Creo que también le gustas, las chicas no podemos esconder nuestros sentimientos así de fácil como ustedes.

—No importa de todas maneras, ella ya tiene problemas como para tener que lidiar conmigo.

Miro al suelo imaginando como sería la vida si ninguno de los dos la tuviéramos tan difícil.

—Cariño, nunca nos has contado nada sobre tu papá y tampoco hablas mucho de tu madre pero a ella la conocemos, no pudo haber sido mala contigo pero sé que Jeremy era un mal hombre para tu madre y no sé qué tan terrible haya sido para que estés teniendo constantemente la idea de que no mereces ser amado pero escúchame —Me toma la cara entre sus manos obligándome a abrir los ojos y verla— Tú no eres tu padre, por una vez en tu vida mereces ser feliz.

Asiento mientras abrazo a la abuela, ella se alivia creyendo que las palabras han llegado hasta mí pero yo estoy lejos de ellas, el lugar donde me encuentro está lleno de demasiadas frases que no tienen cura. Sé que Jeremy se que ha ido pero aún estoy recibiendo golpes emocionales y no estoy seguro de si alguna vez se detendrán ¿cómo se supone que pueda estar con alguien si estoy tan jodido?

Me voy a mi habitación y tomo mi celular, le envío un mensaje a ____ porque aún soy demasiado débil.

Espero su respuesta viendo atentamente a la pantalla, luego de diez minutos me doy por vencido, las siguientes tres horas las alterno entre ver a la pantalla y sentir la vibración  ficticia del aparato cada vez que no lo veo. Finalmente responde, con toda la tristeza que es posible enviar en un mensaje de texto, incluso tiene esos estúpidos puntos suspensivos que se que usa cuando no se siente bien.

Me comenta que su padre la golpeo ¿por qué no me llamo antes? Intento reprimir mi enojo por eso pero se intensifica al pensar en su estúpido padre tocando a ___. Sí hay algo que nadie debe hacer nunca es golpear a una mujer, bajo ninguna circunstancia es aceptable, ni siquiera porque es tu hija.

Me pregunto después de todo ¿qué paso con su hermano? Me ha hablado acerca de que murió y se siente culpable al respecto pero ¿por qué?

Al final ella sigue notándose triste, se despide de mi con otra aparición de los tres putos puntos que me dejan en suspenso acerca de su estado de ánimo.

Recibo llamadas de Larry todo el día pero lo ignoro, no estoy de humor para fiestas clandestinas, en vez de eso hago mi tarea y veo películas el resto de la noche.

Normalmente evito las películas de miedo pero decido ver “Pesadilla en la calle Elm” lo que resulta la peor idea a la hora de dormir, no recuerdo que soñé pero despierto temblando e hiperventilando y no me calmo hasta que oigo la voz de ___, ni siquiera me di cuenta en qué momento la llamé.

—¿Justin?

—Perdón, perdón —digo recuperando la respiración— Dijiste que te llamara cuando pasara esto.

Heartless |Justin Bieber|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora