Heartless |Justin Bieber|

29.

« ____ »

—De acuerdo, no te preocupes. En realidad me salvaste de una a mí también.

Escucho la respiración pesada de Justin al otro lado de la línea, suspira— Lo siento, no me di cuenta de cuando te llame.

—Está bien ¿qué soñabas?

Su voz es nerviosa y entrecortada —¿Me creerías si te digo que no lo recuerdo pero sé que era una pesadilla y muy fea?

—Te creo, me pasa a veces…

Hay un silencio cálido, es extraño porque si cierro los ojos puedo imaginar que él está aquí conmigo, podría intentar dormir de nuevo si mantuviera el celular en mi oído y escuchara su respiración pero sé que eso probablemente costaría una semana de servicio telefónico así que no digo nada.

—¿Tú que estabas soñando?

—Tampoco lo recuerdo. —Le digo pero he mentido.

Metida en las garras de mi subconsciente las imágenes en mi cabeza eran terribles, estaba de nuevo en la noche del accidente de Zac, el mismo auto e incluso llevaba los mismos zapatos y la sangre corría de un coloro bronce entre mis manos.

Tomé el rostro de Zac diciéndole que no muriera, que se quedara conmigo un poco más mientras llegaba la ayuda pero al ver su cara me di cuenta de que la sangre le pertenecía a otra persona, a Justin.

—No, no. Justin ¿qué sucedió? Justin mírame.

—¿Por qué ____? ¿Por qué me mataste a mí también?

—Justin deja de hablar, la ambulancia llegara pronto.

—Dañas a cada persona a la que quieres ¿qué clase de amor es esa?

Las sirenas gritaban a la distancia, trate de que Justin resistiera solo un poco más pero al último momento se fue en mis manos…

Y luego el sonido del celular se mezclo con la ambulancia, inmediatamente salté fuera del sueño MOR.

—Se supone que es en los primeros 3 minutos después de despertar donde olvidas lo que soñabas… Es por eso que si quieres recordarlo debes quedarte ahí donde estás pensando, intentando recuperar todo lo que se está perdiendo.

—Eres muy inteligente labios lindos

—Deja de llamarme así… —Le digo más por el hecho de que cada vez que me nombra de esa forma mi estomago parece querer bailar hip hop dentro de una montaña rusa.

—No, se supone que tienes que llamarme idiota. Es un trato.

—No lo entiendo ¿por qué te gusta que te diga idiota?

—En primer lugar nadie en su sano juicio se atrevería a decirme así en la cara, tengo una reputación que no se gana fácil y además —suspira con una risa— me gusta todo lo que venga de tus labios lindos…

Agradezco a la tecnología por no estar tan avanzada para ser capaz de mostrar emociones a la persona con la que te comunicas en cuestión porque de lo contrario sería vergonzoso que Justin me viera sonrojarme y sonreír de esta manera, no le digo nada ¿cómo es que ha podido incomodarme? Siempre tengo algo que decirle.

—¿Sigues ahí?

—Sí, sí… Yo, emm —trato de toser falsamente pero solo logro hacer mi voz más chillona, querida tierra ¿podrías hacerme el favor y tragarme?

—___ ¿recordaste algo sobre la otra noche?

Oh Dios, esta charla no, no en este momento— ¿Cuál noche? Hay muchas noches.