Heartless |Justin Bieber|

70.

«_____»

Estoy corriendo por calles y edificios, lo único en lo que pienso es en llegar ahí… No importa que mis piernas me duelan hasta este punto o que casi me haya doblado el tobillo 2 veces.

Tengo que seguir.

Tengo que llegar ahí.

No estoy segura si mi papá entendió lo que le dije cuando salí como una loca de casa porque mi organismo parece que no funciona; mis pulmones quieren gritar, mis labios llorar y mis ojos buscan aire para respirar. Nada tiene sentido, no hasta que pueda ver que está bien.

Llego a la casa, no parece que hayan quedado rastros de nadie aquí. La calle está vacía, a excepción del aura a muerte que se adueña del ambiente, aquí han muerto personas en menos de 2 horas. Ignoro la posibilidad de que Justin esté entre ellos, lo sabría… tendría que sentirlo ¿no? ¡¿No es así?!

Llamó por decima vez a Justin y sigue cayendo en el buzón de voz ¿Por qué no me contesta?

 Me encuentro con tres chicos golpeados a pocas casas del lugar de la fiesta, están vestidos como chicos de secundaria y se ven tan inofensivos que me acerco a ellos.

—Disculpen ¿saben a qué hospital se llevaron a los heridos?

Uno de ellos sonríe con sangre en sus dientes —Bonita, yo que tú iría directo a la morgue… Ninguno de esos hijos de puta vivirá para mañana.

Trago un nudo en mi garganta —¿Saben quienes estaban ahí?

Otro de ellos, con una mirada oscura dice: —No, aunque ya que probablemente has perdido a tu chico esta noche deberías venirte conmigo.

—Mmm… no, gracias —Doy dos pasos atrás, pero los tres tipos dan cuatro en mi dirección.

—Eres muy bonita como para estar sola en la noche… En un lugar como este —El tercero, probablemente el más raro de todos, huele mi cabello y cierro los ojos.

—Tengo que irme —Empujo al raro y trato de correr, pero entonces uno de ellos, el más alto, me toma de mi brazo y hace que caiga sobre su pecho.

—Tú no vas a ninguna parte ¿no lo ves? Recién está comenzando la diversión —Trato de evaluar todas mis opciones. Son tres tipos borrachos, y probablemente más fuertes que yo, contra mí. La calle está sola porque es un lugar peligroso, entonces por mucho que grite nadie va a salir a ayudarme. Lo único que me queda es intentar luchar.

Pero tengo que ser más astuta que ellos —De acuerdo ¿qué quieren? ¿Mi dinero, mi celular? Porque si es eso debo advertirles que no ando nada —Gracias Grace.

—No, no. Lo que queremos no es algo que llevas en tus pantalones sino bajo ellos —Trago saliva, estoy jodida.

El pánico se instala en mí, comienzo a retroceder de nuevo pero ya tengo un tipo detrás de mí que me agarra mis manos y con eso me inmoviliza por completo.