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«Justin»

No pude eliminar la sonrisa en mi rostro para cuando entré a la habitación. Jaxon y Jazzy estaban saltando de un lado al otro sobre mi pequeña cama, solo los tomé en mis brazos y entre risas los escondí bajo las sabanas.

—¿____ ya no está molesta? —Pregunta Jaxon, niego con la cabeza.

—No, ella ya no lo está… O quizás sí, lo importante es que mañana viene a verlos.

—¿En serio? ¿Y vamos a poder darle nombre a nuestro perrito?

—¡Por supuesto! Pero no quiero que la molesten ¿de acuerdo?

Me levante de la cama y voltee a verlos —¿Y cómo es que nosotros la molestamos? —Pregunto Jazzy colocando ambas manos en sus costados y levantándose sobre el colchón así llegaba sus ojos a la altura de mi rostro.

—No… Me estás malentendiendo. Ustedes no la molestan, lo que pasa es que no quiero que le pregunten que la hizo enojar ni nada ¿estamos?

—Justin ¿puedo decirle que eres un tonto? —Los ojos de Jaxon brillaban de emoción.

—Creo que eso ya lo sabe. Ahora ¡A dormir!

—¡Dijiste que nos contarías historias!

—¿Eso te dijo? —Pregunto Jazzy.

—¡Eso dijo! Shhh —Jaxon se acercó a su oído pero escuche todo, el pobre aún no comprendía que tapar su boca con una mano no hacía que sonara más bajo si no modulaba su voz con ese proposito— haz como si tu escuchaste también eso.

—Bien… Justin ¡Cuentos, ahora!

Me coloque en medio de los dos subiéndome a mi cama aún con mis zapatos puestos, acomodé a mis hermanos en cada brazo y pasé alrededor de una hora contando historias para que fueran a dormir. No voy a robar el merito de los cuentos porque no fueron originalmente míos, soy un chico nuevo en el departamento de hermanos mayores por lo que tuve que reunir varios anuncios de películas infantiles que alguna vez vi e hice una extraña mezcla, quizás por eso Jaxon se reía tanto y Jazzy se golpeaba la frente cada que un personaje nuevo aparecía y probablemente hacía todo lo contrarío que en las películas que ellos ven.

Con cuidado de no despertarlos salí hacía la sala de estar y dejé la luz apagada, la luna iluminaba lo suficiente. Llamé a ____, pero no contestó. Intenté un par de veces más y cuando recibí la voz de la operadora la paranoia tomó lugar en mi cuerpo ¿ella se arrepintió de lo que dijo? Diablos, seguro que eso pasó ¿cómo puedo ser tan imbécil? Esto no se podía resolver así de simple… Ella debió de haberlo pensado hasta este momento ¡Y no contesta mis llamadas! No debí haberle cortado el teléfono en ningún momento…

Estaba a punto de lanzar el celular al otro lado de habitación cuando escuché su voz adormilada —Hola ¿cariño, estás ahí? Perdón, me quedé dormida —Bien, por supuesto que me estoy volviendo loco.

Heartless |Justin Bieber|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora