Heartless |Justin Bieber|

77.

«_____»

Levanto la mirada al cielo, doy tres respiraciones profundas y cuando abro la puerta de mi apartamento espero no encontrarme un desastre. Pero por supuesto que nadie escucha mis súplicas porque ahí está Grace con lo que se supone que debería ser mi cocina convertida en una obra de arte… O sería eso, si el basurero tuviera exhibiciones.

—Maldición ¿qué demonios pasó aquí?

Grace voltea a verme con tanta calma que me provoca querer golpearla.

—Hermanita, ¡Qué bueno que llegaste! ¿Quieres panqueques?

—¿Panqueques a las 6 de la tarde?

Ella niega con una espátula en su mano —Oye, no existe una hora para los panqueques.

—No quiero. Explícame, ¿qué es todo esto?

—Verás, venía de la escuela a casa justo como me dijiste “directo, sin distracciones y con mucho cuidado” ¡Entonces tuve una epifanía!

—¿Una epifanía?

Grace tiene esa mirada en su cara, la del tipo que solo verías en un interno del manicomio —¡Sí! ¿Acaso nunca te ha pasado? Vas como si nada por la calle y de pronto ¡Boom! La misión de tu vida, o al menos la misión momentánea, aparece y tienes que hacer algo.

—Ve al grano.

—Bueno, noté que las personas en esta ciudad las personas no revisan su basura… —La interrumpo alejándome de ella.

—Espera ahí ¿Así que toda esta basura es de desconocidos?

—Sí, ahora ¡Déjame llegar al punto! El que nadie revise sus desechos me da dos puntos a mi favor. Uno: reciclar y hacer del planeta un lugar mejor y dos: ¿Qué clase de cosas geniales puedo encontrar en estas bolsas? Seguro hay algo para mis esculturas.

—Mierda, Grace.

—Ya, deja tus malas palabras y apóyame ¡Es una idea genial!

—No, no me estás entendiendo ¡Trajiste una bolsa de desechos del inodoro y la casa huele a excusado!

—Sí, nadie dijo que no hubiera desventajas.

—¡¡¡Grace!! ¿Crees que todo esto es un incentivo para que te deje quedarte conmigo y no te envíe de regreso con mamá y papá? Mira la cocina, no solo tiene como 15 bolsas de basura de desconocidos sino que está toda llena de mezcla de panqueques… ¡Hasta hay harina en Molestia! —agarro a mi gato del suelo y comienzo a quitar el polvo blanco que tiene en toda la cara.

—_____ ¡no! Vivir allá es tan aburrido y no tienen un buen programa de arte como aquí. Por favor, prometo no hacer más destrozos.