8.

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« Justin »




Miro el humo esparcirse en el aire cada vez que sale de mis pulmones, tan gris y oscuro que no quiero imaginar todo lo que ha quedado dentro, a veces realmente disfruto fumar pero la mayoría del tiempo solo trato de hacer algo para evitar pensar, tu cabeza puede llegar a lugares muy oscuros.

Levanto la mirada y el cielo tiene un toque de dolor, puedo sentir como el aire se mueve con un ritmo brusco no son normales caricias sino golpes fuertes, como si quisiera sacarte del camino pero por más que te muevas nada funcionará... A veces creo que eso mismo pasa con el pasado, puede traerte recuerdos buenos que se siente como un abrazo sincero o lo que me es frecuente, una banda de arañazos múltiples de memorias que bien podrían derivarse de la palabra pesadilla.

Toda la semana la había percibido así, como si la vida estuviera enfocada en darme golpes a cada instante, excepto que hoy las cosas dieron un giro repentino, porque causándome una gran sorpresa me reí de verdad, no fue una de esas risas arrogantes sino más una autentica y apenas recuerdo el momento vuelvo a sentir lo mismo.

—Hey Justin —Megan Johnson se acerca cautelosa pavoneando sus caderas, en cuestión la chica no es fea pero el no tenerse respeto la hace difícil de soportar, nos hemos besado un par de veces pero Megan parece no entender que mi intereses de entrar en su falda es de 0%.

—Hola Megs ¿cómo estás? — sus mejilla se coloran y suelta una sonrisa que no podría ser más falsa.

— Extrañándote, ya no has vuelto a llamarme— 

— He tenido tardes muy ocupadas —doy una fuerte calada a mi cigarrillo y la veo acercarse.

—Pero veo que ahora no lo estás ¿o sí? ¿Piensas entrar a la siguiente clase? —la miro de pies a cabeza, no me vendría mal pasar un rato con ella, la tomo de sus caderas acercándola a mí, no hay nadie más que nosotros en esta parte del colegio así que acerco mis labios a los de ella mientras suelta un gemido.
Pone sus manos tras mi cuello y masajea mi cabello mientras yo me encargo de todo el trabajo entre nuestras lenguas, ni siquiera puedo sentirme caliente besándola de esta manera así que aprovecho a tocar su trasero, deja salir una risa tonta y comienza a bajar sus manos por mi torso, cuando llega a mis pantalones los recuerdos me invaden.
«Él ya no está aquí Justin, tienes que superarlo» me digo a mí mismo pero es imposible, puedo sentir sus asquerosas caricias a pesar de los años pasados, me alejo de Megan y ella me mira confusa.

—No entiendo porque siempre haces lo mismo ¿no soy lo suficientemente bonita para Justin Bieber? ¿Por qué soy la única chica con la que no has tenido sexo? 

Pero la verdad es que ninguna de aquellas chicas que dicen haber estado conmigo lo han hecho en realidad, he intentado hacerlo hasta borracho pero el fantasma de ese hombre siempre aparece.

—Antes que nada creo que deberías tenerte un poco de respeto ¿Cuánto me conoces para estarte ofreciéndome de esa manera?
Megan me mira incrédula.

—¿Así que todas las chicas con las que te has acostado te conocían? Deja de inventar cursilerías, lamento no ser lo suficientemente buena para el señor Justin Bieber… Solo necesito que me respondas ¿por qué demonios no te acuestas conmigo?

Mierda, estoy atrapado. Si admito que no he dormido con ninguna de esas chicas mi reputación se iría al carajo y todos podrían enterarse de mis problemas, me conviene que la gente crea que soy un mujeriego pero aun así me es imposible tener algo con Megan.
Voy a odiarme mucho por lo que tengo que decir.

— Está bien ¿quieres saberlo? No, no eres lo suficiente para mí y a menos que volvieras a nacer no puede haber nada entre nosotros —Siento el golpe en mi mejilla y sé que merezco incluso más que eso.

—Eres un imbécil —Veo las genuinas lágrimas en su rostro, odio tener que hacer esto porque por más estúpida y ofrecida que Megan pueda ser no se merece que alguien tan mierda como yo le haga daño —No quiero verte nunca más en mi jodida vida.

La sonrisa con la que vino a verme se ha esfumado al igual que pronto lo hace ella y es entonces que noto su presencia, podría reconocerla en cualquier lado, es la única chica que realmente lleva libros no obligatorios en este colegio.

—De verdad que eres un imbécil —Dice ___ acercándose con mucho enojo.

—Nunca dije que no lo fuera —Enciendo otro cigarrillo ya que el anterior termino en el suelo gracias a Megan.
—¿No te sientes siquiera un poco mal por ella? —Lo hago pero no voy a admitirlo.

—No, ella se lo buscaba.

—Wow, realmente no entiendo tus actitudes, amable e idiota… Eres demasiado bipolar.

—En realidad la bipolaridad es un trastorno serio que por suerte yo no tengo, lo que pasa ___ es que vives en un mundo donde crees que la gente o es buena o es mala ¿sabes? San Agustín llamaba a eso “maniqueísmo”. Sí lo que le hice a Megan fue grosero pero tienes que reconocer que ella tampoco se comportó bien consigo misma.

___ me mira muy seria y yo no tengo idea de porque cada vez que estoy con ella quiero que deje de pensar que soy un idiota.

—Eres muy raro, a veces me asusta que me salgas con cosas tan inteligentes, te miro y realmente siento que tienes que ser un tonto sí o sí pero bueno, tienes buenos argumentos solo déjame preguntarte algo ¿Y si fuera tu hija? ¿Te gustaría que le hicieran algo así?

—En primer lugar nunca voy a traer hijos al mundo y en caso de que sucediera mi hija sería mucho mejor que eso, ella sabría lo que significa respeto y no porque constantemente le recuerden la falta de él.

—Está bien, tú ganas. Igualmente creo que deberías dejar de buscar a las chicas si no las quieres.

—Yo nunca las buscó —le guiño un ojo y ella me mira interrogante, la señalo y hace un gesto exagerado tapándose la boca.

—Yo no vine a buscarte idiota, estaba intentando llegar a la biblioteca —Frunce el ceño y me río porque ella cree que la he ofendido gravemente.

—Claramente no estaba en este patio abandonado donde solo hay sillas quebradas pero si buscas entretenimiento, puedo dártelo, soy amable.

—Iug, deja de ser tan tú, deja de coquetearme.

Muevo la cabeza negando con una sonrisa —Yo no dije nada coqueto chica loca, estás tan enamorada de mí ya que piensas que todo lo que hago gira en torno a ti.

Da una fuerte respiración y veo que intenta intimidarme con su mirada de furia, en realidad parece un gatito bebé enojado y eso ¿Cuándo no parece tierno? —Estas comenzado a colmar mi paciencia Bieber, creí que ibas a dejar de molestarme.

—Te deje en claro que no, soy un idiota además te miras muy tierna cuando te enojas.

Y lo logré, ___ se ha sonrojado con un comentario mío.
Aún no sé a dónde quiero llegar con todo esto.

—Bien, supongo que no puedo obligarte a cambiar de todas maneras.

—Gracias por aceptarlo, ahora si quieres puedo llevarte a la biblioteca.
—¿Es que acaso sabes dónde queda? Oh, supongo que es un buen lugar a donde llevar chicas sin ser descubierto, lo vi en “Friends” ¿Qué sección sueles usar?

Ahora lo entiendo, ella planea molestarme, golpe por golpe, esta chica es jodidamente genial y no sé lo que eso realmente significa para mí.

—Bien, me encanta ir a la sección de Historia, ya que notó tu interés en acompañarme podemos visitarla algún día —la tomo de sus caderas acercándola a mí e instantáneamente se pone nerviosa, he descubierto una de sus debilidades.

—Idiota.

Se suelta de mi agarre y comienza a irse.

—Espera, voy a llevarte lo prometo pero es que eres tu quien comienza a molestar y no puedo evitar actuar como lo hago —____ sonríe un poco.

—Está bien, olvidemos todo esto por favor, solo necesito un descanso Justin —La miro a los ojos, el cansancio saltando en sus pupilas.

—De acuerdo pero solo porque tus labios son irresistibles cuando dices mi nombre —suelta una carcajada y coloco mi brazo en su hombro, no parece incomodarle así que salimos así al pasillo, mala idea.

Todos nos están viendo y saben que ese es el lugar donde tengo encuentros con las chicas, ahora ____ se ha ganado la reputación de cualquiera solo por tener mi brazo en su hombro y por cómo me está viendo creo que lo sabe así que contra mis verdaderos deseos la suelto.

—Te he dicho mil veces que el baño queda por allá —digo en voz alta, ___ al principio no entiende pero luego comienza a seguirme el juego.

—Lo siento soy muy despistada —ahora quiere matarme lo sé, la tomo del hombro nuevamente y caminamos hasta donde hay un gran rotulo que indica el baño de las chicas.

—Que pase una buena estadía señorita —Le digo bromeando y puedo notar la vergüenza en su cara porque todos en el pasillo no nos han quitado los ojos de encima y algunos incluso se ríen de ella, entra y me quedo afuera, esperando a que decida salir. —¿Qué están viendo sin vidas? Esto no es un show de televisión, busquen que hacer.

Inmediatamente todos dejan de ver, ___ sale unos minutos después y me maldice como si fuera le peor persona del mundo mientras la llevo a la biblioteca.

—Ya te dije que lo siento —repetí por quinta vez— Era eso o que todos pensaran que eras alguna de mis chicas, claro que no me molestaría eso pero tú eres muy susceptible.

—Idiota.

—Veo que ya me has puesto un apodo, eres muy dulce —____ no lo soporta y se ríe contra su voluntad.

Me gusta su sonrisa y sus labios, siento mi corazón latir más rápido cuando la veo.
Oh, oh.

Heartless |Justin Bieber|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora