15.

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—Vamos ____, no intentes negar que necesitas salir. Por favor ven conmigo

Escucho a Nicole a través del teléfono rogarme por quinta vez que la acompañe a una absurda fiesta de sábado, la imagen de chicos borrachos tocándose sin pudor unos a los otros no es mi idea de diversión por lo fines de semana, al menos ahora ya no lo es.

—Ve tu sola, estoy sumergida en este libro ahora —Ella resopla no contenta con mi respuesta.

—Deja de ser tan aburrida, además estoy planeando tomar ¿quieres traerme de vuelta tu o despierto en alguna cama de un chico desconocido? —Si hay algo que describe a Nicole es su honestidad ahora está filtrándose con un poco de chantaje, me prometí a mí misma que si podía impedir lo que había pasado con Cassia no lo dudaría dos veces. Zac, envíame aquí un poco de tu paciencia ¿no?

El viento mueve las cortinas de mi cuarto y es como si estuvieran negando o es que quizás el encierro ha logrado que le de vida a objetos inanimados. Nicole espera mi respuesta, pienso en que podría usar, mis padres no estarían muy de acuerdo en que salga pero puedo lidiar con ellos luego —Está bien pero tú tienes que venir a mi casa.

—Yey, llego en 15 —Cuelga y miro a la pantalla de mi celular, se apaga y el reflejo de mi rostro está en ella. ¿Siempre me he visto tan casada? 

Grace entra a mi habitación — ¡Vamos a ver una película con papá! Ellos me dijeron que no querrías verla pero eso es tonto ¿vienes, por favor?

—No pequeña, tienen razón. Estoy muy cansada, además Nicole viene por mí en un rato —Cruza sus brazos no muy de acuerdo con mi decisión. Me gustaría hacer lo mismo porque si no tuviera planes habría aceptado la película ¿por qué ellos no me querían a su lado?

Ignore el nudo en mi garganta, Grace se tiró a mis brazos sonriendo — ¿Vas a verte con Justin? ¿Es una cita doble?

—No, vamos a una fiesta pero Justin no va a estar ahí.

Bien, eso no era algo que debería afirmar.

—Mañana tienes que ver una película conmigo —Asiento ella planta un beso en mi mejilla, mi celular vibra con un texto, Nicole ha llegado.

Grace regresa al cuarto de mis padres, arrastro mis pies de la cama. No quiero salir ni ahora ni por un par de siglos más. Abro a puerta encontrándome con la Nicole más arreglada que alguna vez pude imaginar.

—Eres un asco —Dijo al verme, mi cabello estaba revuelto en todas las direcciones posibles y no había tomado un baño desde el jueves.

—Lo sé, vamos a mi cuarto.

Media hora después había colocado un ceñido vestido negro sobre mi cuerpo limpio, mirándome al espejo me di cuenta de que llevaba meses de no mostrar mis piernas, era como si mi inconsciente pensara que las capas de ropa pudieran cubrirme contra los demás, el mundo exterior… Que eso me protegería.

—Te ves jodidamente sexy, ahora déjame arreglar tu rostro —Intenté no sentirme ofendida por su frase.

Nicole terminó de maquillarme, nunca había usado tanto en mi rostro y me sentí bien. Esta noche quizás podría olvidarme lo jodido que estuvieron mis últimos años, era mi primera fiesta en mucho tiempo.

Nos dirigimos afuera y opte por no contar nada a mis padres. Después de todo ellos no me querían aquí ¿no? y la única persona que realmente me importaba sabía dónde iba a estar.

Tomamos un taxi y de inmediato el frío se instaló en mis piernas, estúpida, debí tomar una chaqueta conmigo. 

La casa de Nate (el chico del que por cierto Nicole no ha parado de hablar) no quedaba tan lejos, llegamos en cuestión de minutos, parecía que el lugar estaba escupiendo adolescentes con poca ropa y vasos en sus manos ¿así se suponía que iba a pasarla bien? 

Nicole adivino mi mirada —Dale una oportunidad a esta fiesta ___, te hará bien.

Asiento y entramos, los miles de libros que había leído antes indicaban que todos estarían viéndonos al llegar, yo era la chica nueva con un vestido corto y entrando a fiestas después de todo, mintieron. Nadie estaba interesado en nosotras, un tímido chico nos miró desde lejos pero supe que era porque esperaba la llegada de alguien, vi la decepción en su rostro. Y un par de chicas nos dedicaban miradas curiosas intentando captar toda nuestra vestimenta y decidir si estaba bien, fuimos aprobadas con una sonrisa.

Así que toda esa mierda de recibir la atención sobre mí ya era parte del pasado, no sabía si debía alegrarme por ello o si eso significaba que había un chisme aún más caliente rondando el aura estudiantil y si mis teorías eran correctas sentí pena estos sujetos del juicio.

La voz de lo que pude reconocer como Parachute con "White dress" era tocada a lo lejos, al menos el gusto musical estaba a favor de que pudiera soportarlo.

Llegamos a lo que decidí llamar el hormiguero puesto que todos se amontonaban como un par de insectos alrededor del otro, era más un encuentro animal que una pista de baile. Nicole desapareció entre las hormigas con un grito de "Te encuentro luego" me alejo de todo porque claramente no encajo. Camino por la casa y termino en la cocina, tenían un gran tarro lleno de ositos de gomita ¿por qué alguien haría algo así? definitivamente no era lo que me esperaba encontrar en este lugar, tomo una y notó que está más grande de lo normal pero aun así la muerdo y oh... ahí entiendo porque las tienen, ositos con alcohol, agarro 7 y agrego una coca cola a mis manos mientras me escurro de los cuerpos sudorosos.

Los ositos parecían no haber perdido ni una pizca de su sabor y el alcohol tampoco, un par de ellos no me hará enloquecer. Así que lo sigo mordiendo mientras camino hacía el patio, el césped comienza a verse acogedor y me siento en él, a lo lejos puedo ver a todos bailando, moviéndose con diversión, en algún momento estuve en la misma posición pero ahora no queda nada de mí que quiera ser parte de cualquier círculo social existente. Los osos de gomita comienzan a marearme, quizás no debí comer 5 de los 7, los efectos parecen estar intensificados así que tiró los restantes al frente sin levantar la vista del suelo.

—Oye, te cuidado —La voz inconfundible de Justin me sorprende, levanto la cabeza y ahí está, su chaqueta negra sobre sus hombros y ¿esos ojos que tiene siempre han sido tan bonitos?

—Lo siento, hola — Justin toma los ositos del suelo y los come —Asqueroso.

—Hey, no cayó en el mar —Lo miro sin entender— Perdón, es algo que solía decir mi mamá... Además de la regla de los cinco minutos. —Noto que es la primera vez que la menciona

—Creí que eran 15 segundos

El solo ríe

—No creía que eras el tipo de chicas de fiestas aunque las gomitas no me sorprenden.

—No lo soy en realidad, antes lo era... Pero eso ya no importa.

—De acuerdo, entonces tienes que dejarme bailar contigo, te ves jodidamente deprimente sola ahí y asesinando osos —Me levanto para reclamarle cuando el inmediatente habla — Wow, te ves... bien. Bueno muy sexy en realidad, te diría hermosa pero estarías compitiendo conmigo y eso ya sería demasiado.

—Cállate —Golpeo su hombro y ruego a quien sea que dirija este mundo que por favor no se noten mis mejillas rosadas, el vodka de. Los ositos deben estar haciendo algún efecto en mí.

Heartless |Justin Bieber|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora