Narra Niall:
Me levante por un ruido diferente. Esta vez no había sido mi alarma. Había sido ese escandaloso y ruidoso tren. Esto indicaba que era fin de semana. Día perfecto para limpiar un poco esta desastrosa casa. Mire el techo unos 10 segundos y decidí levantarme. Me dirigí al baño y me cepille mis dientes. Me dirigí a la habitación nuevamente y comencé por tender la cama. Luego recogí cada pieza de ropa que adornaba el suelo. La puse en una canasta, para luego lavarla. Luego termine de recoger toda la habitación. Acepto que con ______, era más divertido. Ella solía poner el tipo de música que le gustaba a todo volumen. Con eso recogíamos la casa ambos. Definitivamente era más divertido. Llevo tres días sin ella, y ha sido una eternidad. La extraña sensación volvió a hacerse presente. Luego busque mi antifaz. Aquel que había sido tirado ayer en la noche. Luego de tenerlo, me senté en el suelo con él y busque esa pequeña caja de cosas de ______. En ella tenía varias fotografías. Eran diez. Seis eran de mi perfil, tres eran de nosotros y solo una era de sus padres. Me da algo de lastima. Val y yo somos lo único que le queda. Luego de revisar las fotografías, las puse en el suelo a un lado. Luego volví mi mirada a la caja y vi una pequeña cámara. Siempre supe la pasión que le tenía a la fotografía, pero estando encerrada en casa, no creo que tenía mucho que retratar. La puse al lado de las fotografías y volví a la caja. Vi unos papeles, eran información, recuerdos, memorias, blah, blah, blah. Los revise igual, pero nada me interesaba. Los tomé para ponerlos a un costado de las otras cosas, pero de estos cayó otro pequeño papel. Puse los papeles a un costado y tomé el pequeño en mis manos. Era un mapa. Un mapa con varios círculos en rojo. Me pregunto qué significaran... Son varios lugares importantes. Francia, Nueva York, España, México e Italia. Doblé ese papel y lo puse con las fotografías. Volví a la caja y en esta encontré un libro. Lo tome en mis manos y sople la portada, ya que estaba llena de polvo. Lo limpie un poco más y logre ver su nombre. Se titulaba: "Del Odio Al Amor" Volví a dejarlo en su lugar, ya que no me interesa saber nada del amor. No tiene sentido, no entiendo cómo pueden escribir libros así, si el amor ni siquiera existe. Comencé a organizar las cosas. Volví a poner todo en su lugar incluyendo mi antifaz. Pero tenía un lugar vacio, la caja se veía vacía. Le faltaba algo y yo sabía justo lo que era. Me levante del suelo y busque en la mesa aquella hermosa corona. La que estuvo en su cabeza, indicando que fue mi reina por una noche. No estoy completamente seguro, pero algo me dice que era ella; y no se por qué estas malditas sensaciones se me hacen presentes cada vez que pienso en ellas. Volví a la habitación y la puse en la caja. Era justo lo que faltaba. La cerré y la guarde. El hambre comenzó a hacerse presente así que me dirigí a la cocina para comer algo... Narras Tú: -¡Val! ¿Ya estas lista? -Dije terminando de masticar el último bocado de mi waffle. -Ya estoy, solo ten paciencia. -Grito desde la habitación. -Te espero afuera. -Dije. Di el último sorbo de café, y deje el vaso en la mesa. Me dirigí a mis maletas y cogí ambas en mis manos. Las arrastre hasta la puerta y me dirigí al auto. Las monté en la parte trasera del auto y abrí mi puerta para tomar asiento. -Ya estoy. -Salió mi amiga por la puerta. Se monto en su auto, haciéndome compañía y comenzó a conducir. Narra Niall: Luego de desayunar unos deliciosos huevos, lave mis platos sucios y deje la cocina ordenada y recogida. Encontré un pequeño papel tirado en el suelo. Estaba algo doblado y estrujado. Lo tome en manos y este decía las siguientes palabras: "Hola Liam, te escribo para avisarte que me voy nuevamente de la casa. Tienes entendido que siempre regreso, pero ya no más. Para cuando leas esto ya me abre ido así que solo quería que lo supieras. Posiblemente no sepas la razón, pero te pediré que le preguntes a tu amiga la rubia. Si, a la que te f0llaste en todos sitios. No tengo idea como ese video llego a mí. Pero no quiero saberlo, porque me das asco. Eso es lo que me das. ASCO. ¿Sabes cuantas veces esperaba tu llegada ansiosamente? ¿Cuántas veces deseaba salir, respirar, pasear, pero no lo hice porque TÚ no querías? ¿Sabes lo mucho que sufrí? NO, ¿Y sabes por qué? Porque nunca te preocupaste por mí. No sé si todo esto fue un jueguito, pero se termino, Niall. Me duele escribirlo y me lastima pensarlo, pero esto es lo que quisiste, ¿no? Esperabas ansiosamente este momento. El día en que me fuera de la casa y no te molestara mas... ¿Qué bien, no? Por fin me fui, al fin puedes hacer lo que quieras. ¡Eres libre ahora! Pero, ¿te digo algo más? ¿Quieres jugar así? Perfecto, juguemos así. ¿Quieres f0llate a cualquier put^? Entonces, bien. Hazlo. Porque yo también lo hare. Besos y hasta nunca." OUCH, esa horrible sensación se hizo presente nuevamente en mí, pero esta vez era diferente, era más fuerte. Era esa sensación combinada con la fierecilla que me causaba algo de dolor y decepción. ¿Cómo paso todo esto? ¿Cómo llego ese video a sus manos? ¿Cuándo? ¿Quién? ¿Por qué? Narras Tú: -Ya llegamos. Permíteme ayudarte. -Apago el auto y se dirigió a las maletas. Imité su acción. Ella tomo una maleta y yo otra. Bueno, debemos comprar ese boleto. Así que comenzamos a caminar. -No puedo creer que realmente te vas. -Solo serán unos meses, hasta que logre olvidarme de todo. -Dije mientras seguíamos caminando. -¿Pero ya sabes a donde iras? -Pregunto. -Sí. Iré a Roma, Italia. Mis padres me heredaron una casa ahí. Así que viviré allí en lo que consigo algo más. -¿Y qué harás para mantenerte? -Mis padres me dejaron una cuenta en el banco con una buena cantidad de dinero. Mientras busco algún empleo, usare algo de ahí. No lo sé. Me dedicare a la fotografía o a cuidar niños. -Me encogí de hombros. -No te gustan los niños. -Nos detuvimos ya que habíamos llegado a la fila de comprar boletos. -No hagas esto más difícil, Val. Solo será por un tiempo. -Sonreí. -Te extrañaré. -Me abrazo. Correspondí su abrazo. -Y yo a ti. -Sonreí y me despegué. -Siguiente. -Dijo una señora. -Eh, hola. Me gustaría un boleto para Roma, Italia. El primer vuelo que tengas. -Buscó en su computadora. -Bueno chiquilla, aquí tienes. -Dijo entregándome mi boleto. Le entregue el dinero y guarde el boleto en mi bolso. -Y por cierto, creo que estas tarde. Tu vuelo sale en quince minutos. -¿Qué? -Pregunte. -No, no, no, no puede ser. Vamos, vamos, vamos. Debemos correr, Val. -Cada una cogió una maleta y corrimos hasta llegar a una inmensa fila. -No puede ser, no lo lograremos. -Dije frustrada. -Tranquila, llegaras. -Dijo observando algo con inquietud. -Ven. -Me tomo por el brazo y comenzó a colarse. -Disculpen, señoritas. ¿A dónde van? -Nos detuvo un oficial. Cabello negro y ojos claros. Bastante guapo. -Oficial, mi vuelo sale en unos diez minutos y estoy tardísimo. Aun tengo que pasar por las áreas de seguridad. -¿Me permiten sus boletos? -Nos observó. -De hecho, solo soy yo la que viajara. -Dije sacando mi boleto de mi bolso y entregándoselo. -Entonces, solo usted puede acompañarme, me temo que su amiga ya no puede pasar. -Dijo entregándome mi boleto luego de observarlo. Mire a Val. Me dio mucha pena dejarla ahí sola. -Anda, ve. -Insistió. -Gracias. -Susurre. Se quedo allí con una hermosa sonrisa. Comencé a alejarme con aquel oficial, mientras la perdí de vista. -Permítame sus maletas, por favor. -Me distrajo de mis pensamientos. -Oh, por supuesto. -Reaccione y se las entregué. Me quede con mi bolso y mi boleto. -Pase por allá, y que tenga un buen viaje. -Me indico el camino. -Gracias oficial, es usted muy amable. -Le regale una sonrisa y me aleje de allí. Comencé a caminar hasta mi avión. Le entregue mi boleto a una chica y esta lo reviso y me lo entrego. -Que tenga buen viaje, señorita. -Sonrió. -Gracias. -Comencé a caminar por aquellos pasillos que me dirigían a la entrada del avión. -Oh, bienvenida. Estábamos justo por cerrar las puertas. -Dijo una azafata. -Por favor tome asiento. -me dio paso. Localicé mi asiento y gracias a Dios, no me toco con algún barrigón que estuviera comiendo y durmiendo todo el camino. Solo sé que sería un largo y aburrido viaje...
