Comencé a jadear. La respiración se me entrecortaba al sentir aquella sensación tan excitante que solo ella sabía hacerme sentir. En el proceso, comencé a sentir mariposas en mi estómago. Sentí como algo en mi se despertaba. Y definitivamente ya sabía lo que era. Aquella fierecilla había vuelto a revivir dentro de mí. Me hacía sentir felicidad, placer, deseo. Me hacía sentir completo. Pero yo sabía la razón. Y esa razón era ______.Mi corazón comenzó a latir fuerte, y un escalo frío corrió por mi piel al darme cuenta de que mi novia estaba bajando mis bóxers. Estaba tan entregado en esto que ni siquiera sentí cuando llegó a allí. Y no podía evitar gemir. Quitó completamente mis bóxers, poniendo en libertad a mi miembro. Estaba duro, muy fuerte, y si ______ no continuaba rápido, de seguro el orgasmo saldría solo.
-Cómelo. –Jadee. Mantuve mi vista en ella y vi como cada partícula entraba en su boca. Comenzó a lamerlo, chuparlo, acariciarlo. Hizo todo lo que debía hacer, y yo solo hacia un esfuerzo por no correrme aun. Acarició mis testículos, a la vez que me masturbaba. Y creo que esta tarde moriría de placer. –Ven aquí. –Susurré. Puse mi mano en su barbilla y la besé. Luego bajé mi mano hasta llegar a su clítoris y comencé a jugar con él.
-Niall, quiero que penetres. –Dijo entre labios, jadeante.
-¿Rápido o lento? ¿Duro o suave? –Pregunté divertido, a lo que ella rió.
-Niall James Horan Gallagher , ¿me concederías el honor de hacerme el amor? –Preguntó divertida. Esperen… ¿Mi novia acaba de preguntarme si quiero hacerle el amor? Oh dios mío, moriré de amor, placer y deseo. Definitivamente moriré.
-Eso no se pregunta. –Contesté en un susurro y de un giro, me encontraba encima de ella. Sonrió y contesté su sonrisa. Escondí mi cabeza en su cuello, baje mi mano derecha a mi amigo y lo acomodé. No esperé más.
-¡Oh, Niall! –Dio un leve grito. WILLY había entrado completamente en ella. Lo que hizo que arqueara su espalda. Comencé a moverme dentro de ella. Lo disfrutaba. La penetraba con delicadeza, suave y fuerte con pasión. Dándonos placer y a ella un poco de dolor. Podría estar así toda mi vida. Así que continué haciéndolo, pero cada vez más rápido, escuchaba sus gemidos, sus gritos, sus jadeos. Podía sentir como su respiración se entrecortaba y a esta se le olvidaba respirar.
-Gra- Gracias a dios que no tenemos vecinos. –Jadee. Y sentí como comenzó a reír.
-Niall, voy a correrme. –Gimió tras una sonrisa. – ¡Oh por dios! ¡Oh por dios! –Gimió. Me apoyé en mis rodillas para buscar una mejor comodidad y comencé a embestirla más rápido, cada vez más fuerte. Introduciendo mi penë completamente en ella.
-Córrete para mí. –Dije con un poco de dificultad. ¡Rayos! Ya casi, ya casi.
-¡Ay por dios! –Arqueó su espalda bastante y luego de un grito, hizo que me corriera. -¡AAAAAH!
-¡______! –Grité. Me había corrido dentro de ella y ella en mí. Fue la mejor penetración de mi vida.
Dejó caer su espalda, al igual que todo su cuerpo. Ambos estábamos rendidos. Tiré mi cuerpo en la cama, acostándome en su lado izquierdo. Para luego pasar mi brazo derecho debajo de su cabeza. Cerró sus ojos. No podía más.
-Duérmete, princesa. Descansa. –Sonreí y besé su frente. No obtuve respuesta. Se había quedado completamente dormida.
*Al otro día*
Narras Tú:
Me sentía algo cansada, abrí mis ojos de apoco y me encontré abrazada al gigantesco oso de peluche que Niall había puesto en la cama la noche anterior. Me preocupé por no encontrarlo a él en la cama, pero entonces recordé lo que pasó anoche y sonreí. Esperé unos minut;os en los que decidía levantarme y finalmente lo hice. Traía puesta la camisa de botones que Niall había usado ayer, pero estaba mal abotonada. Así fue que supe que él me la había puesto. Debajo de eso solo traía unas cómodas bragas. Nada más. Miré a mí alrededor y no había pétalos, velas ni ropa por ningún lado. La habitación estaba completamente recogida. Me di cuenta que había una puerta. Me acerqué a ella y al abrirla me encontré con un amplio y hermoso baño. Mágicamente mi cepillo de dientes estaba allí. Lo cogí y le unté un poco de pasta. Cepille mis dientes y recogí mi cabello en una cola de caballo. Dejando varios mentones de cabello sin agarrar. Salí de allí y abrí la puerta de la habitación. Me dio un exquisito olor a comida. Me dirigí a las escaleras y las baje con paciencia. Luego de bajar todos los escalones continué caminando y entonces me encontré a Liam en la cocina. Traía puesto solo unos bóxers y sus audífonos. Leía un libro de recetas y cocinaba mientras bailaba al ritmo de su música. Comencé a reír. Realmente se veía gracioso. Me acerqué a observarlo y me senté en la isla. (Es como una pequeña mesa que va en el centro de la cocina.) Aún sin hacer notar mi presencia. Me senté allí a observar lo musculosa que era su espalda. Sus brazos estaban definidamente marcados y su parte baja de la espalda era bastante sexy. El continuó bailando, y en una de esas se giró.