Continué llorando en el pecho de Zayn o mi doctor. Cualquiera que fuese. Estaba feliz porque traería una vida al mundo. ¿Cómo no podría estar feliz por eso? Pero no podía soportar la idea de que estaba sola. Sola como un vegetal. Es duro amar a alguien que solo te utilizaba para fo||ar. Es muy duro. Me pregunto en donde estará. De seguro con una z0rra por ahí. Sin una llamada, sin un mensaje. Sin preocuparse de mi salud o tan siquiera en donde estoy. De seguro ni le importa que me hubiera ido. ¿Y ahora que haré? ¿Cómo cuidare a esta pequeña criatura sin su padre? ¿Sin él? Me alejé de Zayn y este limpió mi rostro con una pequeña servilleta.
-Todo va a estar bien. -Dijo dando un beso en mi frente.
-Gracias, Zayn. -Fingí una sonrisa.
-Ahora dile a tus amigos que vengan. Necesitan saber qué hacer. -Sonrió. Salí de aquella habitación sin ninguna huella de mi llanto. Feliz y triste. Hasta que vi a mis amigos.
-¡______! ¿Cómo estás? ¿Qué te dijeron? -Preguntó Val.
-¿Te tocaron? ¿Te hirieron? ¿Te hicieron algo? - Dijo Harry muy rápido, lo que hizo que soltara una leve carcajada.
-Estoy bien. -Volví a mi otro estado. Suspiré. -Deben entrar conmigo. Hay algo que deben saber.
-Por supuesto, vamos. -Dijo Harry.
-No te estás muriendo, ¿cierto? -Dijo Val preocupada.
-No, hermosa. No me estoy muriendo. -Sonreí.
Narra Niall:
Me quité la cinta que tapaba mis labios y me senté en el suelo a pensar que rayos iba a hacer, pero se me vino un recuerdo a la mente...
*Flashback*
-Usted no puede prohibirme ver o tocar a su hija. -Repetí.
-¿Y por qué no? -Dijo de la misma manera.
-Porque usted está muerto y porque yo... -Callé.
-¿Tu qué? -Dijo muy atento a mi respuesta.
-¡Yo la amo! -Salió de mi boca.
*Fin del flashback*
¿Qué había hecho? ¿Qué había dicho? ¿Por qué dije eso? No hay razón, no hay sentimiento, yo no puedo estar enamorado. ¡No, no y no! Me levanté del suelo y comencé a caminar en círculos. ¿Cómo voy a salir de aquí? Necesito luz, agua, comida. Necesito tragos. Si, tragos. Muchas chicas y más chicas. De seguro así podre sacarme la idea de que amo a ______. ¡Por Dios! ¿A quien se le ocurre? ¿Cómo alguien tan guapo, egocéntrico y perfecto como yo podría enamorarse? ¡Ni lo pienses, Dios! ¡Ni lo pienses! ¿Y ahora como rayos voy a salir de aquí? ¡Mi teléfono! ¿Dónde esta? ¡M¡erda! Ese imbécil de seguro que lo tiene. ¡Rayos! Mi ropa esta desgastada, rota, maltratada. No tengo zapatos, tengo rota la nariz, tengo sangre seca en mi rostro y necesito comer algo. ¿Cómo rayos voy a salir de aquí?
Narras Tú:
-¡¿Qué?! -Dijo la pelirroja. - ¿Mi mejor amiga embarazada de un Oops? ¿Quién rayos se cree que es? -Se levantó de su asiento alterada.
-Val. -Dijo Harry. -Tranquilízate, por favor. -Le dijo en un susurro, lo que hizo que se calmara. -______, ¿Estás segura de que es de Niall? -Me miró.
-Sí, Harry. Solo ha sido el. -Baje mi cabeza con algo de vergüenza, ya que quería llorar, pero debía tranquilizarme.
-¿Qué nos recomienda, doctor? -Pregunto la pelirroja.
-No debe estresarse, no debe tomar alcohol, no debe fumar y mucho menos drogarse. Eso le haría mucho daño al bebé. Debes mantener una buena salud. No queremos que el niño o la niña sufran enfermedades o condiciones. -Asentí con la cabeza.
-¿Y qué haremos con el padre? -Preguntó Harry con algo de dificultad. Lo que hizo que volteara mi mirada hacia él. Zayn tomó un suspiro y luego me miró.
-Es muy difícil en estos casos criar a un hijo sin su padre, pero sé que con la ayuda de ustedes, no va a hacer falta. ______, está en buenas manos y ella es una persona muy fuerte y luchadora. Saldrán adelante, pase lo que pase. Ahora debo hacer pasar al otro paciente. Nos vemos en un mes. -Sonrió y nos abrió la puerta como dé lugar.
-Gracias, Zayn. -Sonreí. Salimos de allí y nos dirigimos al auto. ¿Qué haríamos hoy?
-Creo que tengo algo de hambre. -Dijo Val.
-¿Cuándo no? -Soltó Harry, lo que provocó una carcajada.
-¡Te escuche! ¡Tonto! -Reímos. Nos montamos en el auto. Harry conducía, Val iba en el asiento del copiloto y yo atrás.
-Oye, ______, ¿De dónde conoces a tu doctor? -Preguntó divertido, mirándome por el retrovisor.
-No es nada formal, solo lo vi en un puente. Eso es todo. -Traté de evitar el tema, ya que si seguía, comenzarían a molestarme.
-¿Solo lo vez en un puente y lo tuteas? ¿Sin hablar con él? ¿Sin saber su nombre? -Dijo la pelirroja.
-Bueno, bueno, esta bien. -Reí por lo bajo. Estaba tomándole fotografías.
-¡Niña mala! -Dijo Harry. Lo que hizo que riéramos nuevamente.
-¡Bueno ya! ¿Qué vamos a comer? -Pregunté.
-Diga usted, señorita. -Se dirigió a Val con una sonrisa.
-Sí, mejor pregúntame a mí porque ______, no es buena haciendo elecciones. -Dijo divertida, lo que hizo que la fulminara con la mirada y Harry soltara una carcajada.
Narra Niall:
¡Lo tengo! Me dirigí a la silla eléctrica, con mucho cuidado agarré los cables y me acerqué con ellos a la puerta. Esta tenía una forma cilíndrica que permitía abrir la puerta. Así que amarré los cables a esa forma y me aseguré de que quedaran bien apretados. Comencé a mirar las paredes. Se me hacía algo difícil porque estaba oscuro, pero de tanto estar allí, mi vista se acostumbró y pude ver las cosas con claridad. Encontré la manera de prender la luz, lo que esto indicaba que al mismo tiempo encendería la silla. Así que lo pensé más de una vez, hasta decidirme.
-¡Hola! ¡¿Alguien me escucha?! -Grité mientras le pegaba a la puerta. -¡Necesito ayuda! ¡Se incendia la habitación! -Mentí. No sé si había funcionado, pero escuché ruidos en la puerta, así que corrí hasta donde se prendía la luz y la prendí. Vi como se abrió la puerta y mi plan había funcionado. La electricidad se había conectado con la gran puerta de metal que me impedía la salida y logré dos cosas. 1. Me liberé de un grandote. 2. Obtuve la oportunidad de escapar. Pero como siempre... hay algo malo. Y era que quedaba un grandote por vencer. Era muy fuerte y grande. Sería inútil discutir con él. Así que cuando comenzó a acercarse a mí, corrí nuevamente para la habitación buscando alguna otra salida y cuando miré para atrás, el grandote ya no estaba detrás de mi. Estaba tirado en el suelo temblando. Al parecer, había tratado de cerrar la puerta, y se había electrocutado completamente. Lo que hizo que lo hiciera caer al suelo. Me sentí feliz y liberado. Estaba libre por fin. Corrí a apagar la luz, y empujé a los grandotes a la habitación. Luego con una patada, cerré la puerta. Para mi suerte, mi teléfono se encontraba en una mesa que no quedaba a tantos pies de distancia, así que lo cogí y comencé a caminar lejos de aquel lugar. Estaba perdido. Estaba solo. No sabía dónde me encontraba. ¿Cuál era el siguiente paso?
