Narras Tú:
La noche era fabulosa. Me divertía como nunca. La música, las bebidas, mis amigos, todo. Bailaba con chicos que no conocía, incluso hasta chicas. Nada fuera de lo normal; pero digamos que de estar bebiendo tanto, comenzaba a perder un poco el control.
-¡Otro trago por favor! -Grité. El chico siguió instrucciones y me sirvió uno.
-Uno para nosotros tres, también. Gracias. -Añadió Louis.
-Bien. ¿Por qué será este? -Preguntó Harry.
-¡Por la felicidad y por nuestra salud! -Gritó Val.
-Bien. ¡Por nuestra felicidad y por nuestra salud! -Repetí yo.
-¡Demonios! No puedes tomar alcohol, ______. -Dijo preocupado.
-Solo es esta noche, Hazza. No pasará nada. Ahora tu turno.
-De acuerdo. -Dijo no muy convencido. -¡Por la felicidad y por TU salud! -Sonrió.
-¡Por la felicidad y por nuestra salud! -Grito Louis. Los cuatro nos bebimos aquel trago.
-Hora de seguir bailando. -Dije mientras dejaba aquel vaso vacío de cristal en la mesa. Me volví a dirigir a la pista agarrando esta vez la mano de Harry. Nos mezclamos entre la gente, gritábamos, reíamos y nos divertíamos como pequeños. Me sentía realmente libre.
-______, esto no está bien. No quiero que le pase nada al bebé. -Me susurró Harry en el oído.
-Harry. -Puse mi mano en su pecho. -Todo va a estar bien. -Sonreí y me cambié con Louis. Dejando a la borracha de mi amiga, con su próximo novio.
-Vamos, Harry. Ella va a estar bien. Diviértete con nosotros. -Dijo la pelirroja acariciando su pecho.
-¡Consíganse un cuarto! -Gritó Louis. Lo que hizo que todos soltáramos una carcajada.
-Todavía no. -Dijo Harry divertido, comenzando a besar a Val apasionadamente.
-Oh vaya. Creo que yo también seré Tía. -Reí.
-No me dijiste que estabas embarazada. -Dijo Louis.
-Me enteré hace unos días. -Dije mientras bailaba al ritmo de la música.
-¿Quién es el padre? -Preguntó.
-Mejor no hablemos de eso. -Dije poniendo mis brazos alrededor de su cuello mientras seguía bailando.
-Claro. -Dijo no muy convencido. Puso sus manos en mi cintura y comenzó a bailar conmigo. Miré hacia mis amigos, se miraban directamente a los ojos, luego reían y luego se besaban. Ellos eran perfectos. Amaba a Val tanto como quería a Harry. Ellos serian la pareja perfecta. Luego de varias canciones, varias copas, risas, bailes, brindis. Decidí tomar un descanso. Mi mente ya no recordaba mucho. Estaba comenzando a cabecear. El alcohol se había apoderado totalmente de mí. Ya no tenía el control.
Narra Niall:
Minutos después me encontraba en un pequeño restaurant, que a estas horas era un lugar para salir a divertirse. Era tarde. Esto estaba repleto de gente borracha. Incluso chicas lindas. Mire a mis extremos... nadie conocido. Comencé a caminar. El olor a cigarrillo no tardo en inundar mis pulmones. Me senté en una silla vacía y pedí un trago.
-Whiskey con jugo de naranja y dos cubos de hielo por favor. -El chico asintió y en un minuto tenía mi bebida. Comencé a beber. Tres, cuatro, cinco, seis tragos. - ¿Me regalaría un cigarrillo por favor? -Pregunté. Nunca había fumado, pero el ambiente más el alcohol me incitaban a hacerlo. El chico me entregó uno, luego lo encendió y disfrute de él, la música, chicas y mi bebida. Maldecía los minutos en los que pensaba en ______. No podía borrarla de mi mente. Era imposible hacerlo.
-¿Desde cuándo fumas? -Me pregunto una voz algo familiar, pero que no recordaba de quien era. Me giré a ver.
-¿______? -Me exalté con la sorpresa. Me atraganté con el humo y tuve que beberme mi trago de una vez. ¡Dios mío! Debo estar soñando. No puede ser ella.
-Te hice una pregunta. -Se sentó a mi lado, esperando una respuesta. ¿Realmente estaba hablando con ella?
-No lo hago. Solo que...
-Déjame adivinar. -Me interrumpió. - ¿Una de tus victimas no cayó en tu juego? -Dijo divertida. Luego le hizo una señal al mismo chico que me había atendido y le pidió lo mismo que yo.
-No. -Tragué saliva.
-Qué pena. Me hubiera gustado que te pasara. -Dijo encogiéndose de .
hombros. Estaba rara... ¿Acaso estaba borracha?-______, quiero pedirte disculpas por...
-No quiero escucharte, Niall. -Me miro seria. Nunca me dio esa mirada. Era fuerte, profunda y reflejaba odio y rencor.
-______...
-¿Quieres bailar? -Me sonrió. ¿Estoy soñando? Por favor, Dios dime que no es un sueño.
-Ehh, claro. Supongo. -Se bebió su trago de un cantazo, me levante de mi asiento y nos acercamos a la pista. ¡Dios! Es tan hermosa. Su perfume es tan sexy y su cuerpo es tan perfecto. ¿Cómo es que nunca me di cuenta de todo lo que vale esta mujer? Pusieron una canción algo lenta. Puso sus manos alrededor de mi cuello y yo de su cintura. ¿De verdad esto estaba pasando? Comenzamos a movernos al ritmo de la canción. Me regalaba sonrisas sin sentido, miradas que me hacían desearla, sensaciones que me tentaban a tenerla en mi cama.
-¿Por qué viniste a Italia? -Me preguntó.
-Vine a buscarte. -Contesté mientras miraba aquellos hermosos ojos.
-¡Vamos! Jamás harías eso. -Soltó una carcajada. Reí yo también.
-Pues lo hice. -Sonreí.
-Eres tan Oops. -Dijo seria mientras acariciaba mis cabellos, observando cada detalle de mi rostro.
-Te amo, ______. -Susurré. Lo que hizo que sus ojos comenzaran a humedecerse más de lo normal.