Capitulo 52:

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Sigues narrando tú:

El vaso se había roto. Igual que mi corazón. El agua inundaba las alfombras del suelo mientras las lágrimas inundaban mis mejillas. Mis piernas terminaron de fallar y esta vez no pude aguantarme. Mis manos seguían temblando, mientras el llanto, miedo y desespero se apoderaban de mí. El ruido de mi cuerpo al chocar con el suelo fue algo fuerte; ya que la puerta se abrió rápidamente y fue entonces cuando Niall salió de la habitación y me vio tirada en el suelo.

-¡______ por Dios, estas sangrando! –Gritó. ¿Sangrando? ¿Cómo que estaba sangrando? Mire mi brazo. Había acertado. Estaba chorreando en sangre. Un pedazo del cristal se había introducido en mi piel. No sentía nada físicamente, pero si mucho dolor dentro de mí. El Rubio me cargo en sus brazos y me llevo rápidamente al hospital. 

Luego de aparcar el auto y entrar al edificio, mi vista comenzó a nublarse. Creo que estaba comenzando a perder mucha sangre. 

-No, no. No te duermas, nena. Si lo haces vas a desmayarte. Quédate conmigo. –Decía jadeando. Corría hasta la recepción. Ahí dijo que necesitaba un doctor urgente y cuando la recepcionista vio mi brazo, no tardo en buscar a los doctores. Pero yo no pude aguantar más. De un segundo a otro no veía nada. Me había quedado completamente dormida… O mejor dicho, desmayada.

Narrador:

-¡¿Cómo que ella está en el hospital?! –Golpeó fuertemente el escritorio.

-No lo sé, señor. –Decía nervioso.

-¡Maldición! ¡Nunca sabes nada! ¿Qué no sabes que para decirme las cosas debes traerme la información? Es más… No quiero volver a verte, ¡lárgate! ¡Me tienes arto con tus jueguitos de proteger a tu hermana! ¡Me jode que intentes protegerla, así que ya vete! Y que sea la última vez que pisas este territorio. –Gritó enojado.

-Pero Señor...

-¡LÁRGATE! –Grito aun más fuerte. –Y si te atreves a decir algo, Louis. –Dijo amenazante. –Si te atreves a decir algo sabes que soy capaz de lo que sea. –Lo señaló con el dedo índice. –Ahora fuera de aquí. –No dijo más y el chico estaba fuera de aquel lugar. Donde había arruinado completamente su vida. Donde había perjudicado la vida de su hermana y le había hecho daño a muchas personas inocentes. Pero ya todo estaba hecho y era muy tarde para dar vuelta atrás. Estaba arrepentido, pero ya no podía hacer nada. Se montó en su auto y se dirigió directo a su casa. De allí, hizo sus maletas. Guardó todas sus cosas y pidió un taxi. Le indicó que lo llevara al aeropuerto y este siguió instrucciones. Ya no quedaba mucho por hacer.

(…)

Habían pasado algunas horas desde el accidente. En realidad no era nada grave. Solo fue un pedazo de cristal que se enterró en su delicada piel. Pero gracias a esto, la delicada y hermosa ______ había perdido demasiada sangre. Lo que provocó su desmayo.

-¿Familiares de la señorita ______? –Preguntó aquel mismo señor de cabello blanco con su particular uniforme. 

-Yo, señor. –Se levanto el Rubio de su asiento, igual que la rubia. 

-¿Señor Horan? ¿Qué hace usted aquí? –Preguntó un tanto confundido.

-Pues mi novia tuvo un pequeño accidente. –Respondió.

-Espera. –El doctor le dio un vistazo al papel que llevaba en manos y luego comprendió. – ¡Oh vaya! No leí bien. Es un gusto verlo de nuevo. –Le extendió la mano y este la tomó con gusto. 

-Gracias. ¿Ahora me podría decir cómo está mi novia? –Preguntó el ojiazul preocupado. Soltaron sus manos y el mayor asintió con su cabeza.

-Claro. –Dijo amable. –Vengan ambos. Usted también, señorita Smith. –Se refirió a Kelly. –Pueden pasar a verla. Le daremos de alta hoy mismo. –Sonrió y les abrió la puerta cortésmente. –Solo fue una pequeña cortada. En unos días estará como nueva.

Over Again |Niall & Tu| -Terminada- *Editando*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora