Capitulo 7: MARATÓN (3/3)

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-No deberías estar coqueteándole a todas las chicas que vez por ahí. -Dije tomando asiento. -No le coqueteo a todas. Solo a las más lindas. -Imitó mi acción. -¿No deberías estar en tu mesa? -Pregunte ante su acto. -¿Te molesta mi presencia? -Olvídalo. Iré al baño. Luego nos vemos. -Quise intentar alejarme de él, pero sus ojos color miel eran cautivadores. Su perfume era familiar y su calor era muy particular. Me levante de mi asiento y me dirigí al baño. Me mire en el espejo y retoque mi gloss labial. Salí de aquel lugar y me dirigí a la mesa. Ya no estaba allí. No sé porque, sentí algo desanimarse dentro de mí. Era extraño. Tome asiento y vi llegar a Liam con una variedad de collares. -Hola hermosa. Nos encontramos de nuevo. Ten. -Me entrego un collar con una llave. -Debes quedártelo por toda la noche. Las chicas tendrán una llave y los chicos tendrán un candado. El chico del candado que abras, será el afortunado de la noche. Deberás bailar con el la canción de la noche. Y así con todas las parejas. Todos tendremos uno, así que, a ver. Intenta con mi candado. -Se acerco a mi. Introduje mi llave, pero no. Esa no era. -¡Vaya! Que lastima. Bueno, suerte. Al rato nos vemos. -Sonrió hasta alejarse. -¡______, adivina que! -Dijo su inconfundible voz. -¿Qué? -Sonreí poniendo mi vista en ella. Ella también tenia una llave. -Primero, permíteme presentarte al afortunado de la noche. -Sonrió y acerco al mismo chico de hace un rato. El que la invito a bailar. -El es Anthony. -Mucho gusto, Anthony. -Extendí mi mano. -El gusto es mío. -Sonrió. -Tienes unos maravillosos ojos. -Pensé en voz alta. -Gracias. Los tuyos también son maravillosos. -Sonrió. -Bueno, ______, mi llave abrió el candado de Anthony. -Dijo emocionada. -¡Vaya! Eso es genial -Conteste con la misma emoción. -Lo sé, ¿Ya probaste tu llave con alguien? -Pregunto. -No, recién acaban de entregármela. -Conteste. -Bueno, entonces vayamos a bailar. Ya conseguirás tu candado. -Me tiro una guiñada. -Vamos Anthony. -Fuimos los tres a la pista de baile. Sonaban esta vez otra parecida canción a la de antes. Era pegajosa como la anterior, solo que esta era más. Disfrute el bailar con mi amiga. Pero estaba distraída. Disfrutaba de la fiesta, pero no todo mi cuerpo se encontraba aquí. La otra parte estaba recordando a Liam. Es justo lo que me paso las veces que me fui de la casa, y esta era la razón de mi regresar, pero esto ya fue demasiado. No puedo seguir aquí. Creo que comprare un boleto y me iré del país. Es lo único que puedo hacer. Pero no esperare. Mañana mismo me iré. Narra Niall: Vaya, esa chica si que es apuesta. Es diferente a las demás. Es difícil. Es única. La perdí de vista, pero no tarde en reconocerla en la pista de baile, ya que su vestido era particular. Podía distinguirse a varios metros de distancia. Su cabello rizado era perfecto y sus hermosos ojos me enloquecían. Vi que andaba con una chica y un chico. ¡Dios! ¡Me la encuentro en todos sitios! Esa chica del cabello rojizo, única ante las demás. No logro recordar de donde es que la conozco. Me acerque a ellas, hasta que hice notar mi presencia. -¿Qué quieres ahora? -Pregunto esa única chica que me traía loco. -Me agrada tu sentido del humor. -Sonreí. Ella no pudo evitarlo. -Lo siento, ando un poco distraída y no de muy buen humor. -Sonrió. Esa sonrisa me hizo viajar. Esa sensación volvió a hacerse presente. Esa única y extraña sensación en mi estomago que sentí cuando ______, se fue. ¿Qué me pasa? -Oye, ¿quieres probar mi candado? -Pregunto un chico de cabello negro. -Por supuesto. -Sonrió amablemente. ¿Por qué a mi no me trata así? Sentí una fierecilla despertar dentro de mi. Me hizo sentir otra extraña sensación. Pero esta no era como la anterior. Fue como si me hiciera enojar inconscientemente. -Oh, que lastima. -Dijo el chico al ver que no era su llave. La fierecilla me hizo cambiar de sensación. Ahora me hizo sentir algo orgulloso. Esto era extraño. -¿Puedes probar con la mía? -Pregunto otro chico con otro color de piel. Esta era mas oscura que la mía. -Claro. -Sonrió amablemente nuevamente. Lo que hizo que la fierecilla me hiciera sentir aquella horrible sensación de disgusto. -Oh, qué pena. -Dijo desanimada. -Ya encontraras tu llave. -Sonrió. Nuevamente sentí esa sensación de orgullo. -Oye tu. -Se dirigió a mi. -¿Ya probaste tu candado con alguna chica? -Eh, no. -Contesté. -¿Qué dices si pruebo la mía? -Me pregunto amablemente con esa hermosa y única sonrisa. -¡Claro! Por supuesto. -Le acerque mi candado. Introdujo su llave, lo que hizo que me llenara de emoción. -Oh. -Dijo desanimada. -Supongo que tú tampoco eres el afortunado. -Dijo como si se rindiese. Aquel acto, hizo que mi fierecilla me hiciera sentir enojo. Algo en mi, decía que quería ser aquel chico con el que ella bailara. Nadie más. -Oye, pondrán muchas canciones más. -Dije dándole algo de consuelo. Pero la realidad era que yo era el que lo necesitaba. -Podremos bailar todas las que quieras. -Sonreí. Ella me sonrió igual. -Gracias. -De nada. -Cambiaron la canción. Era una más suave. Todo paso como si hubiese sido planeado, este era el momento.- ¿Quieres bailar esta? -Le extendí mi mano y le sonreí. Ella la tomó y asintió con la cabeza. Note como sus mejillas cambiaron de color. Puse mis manos en su cintura. Ella puso las suyas alrededor de mi cuello. Me hizo sentir como cuando rechacé unas ciento cincuenta veces a ______, cada vez que me recibía todos los días, mientras esperaba ansiosa por mi llegada. Mi fierecilla me hizo sentir esa única y extraña sensación otra vez. Esa sensación de cuando se fue. Llevo dos días sin verla. Las otras veces esperaba casi una semana entera y jamás me hizo falta. ¿Qué me está pasando ahora? Perdí la noción del tiempo. Bailar ahí con ella, mirarla a esos hermosos ojos, y sentir aquel contacto con su piel. Fue perfecto.

 Narras Tu: 

Ahí me encontraba. Bailando con un chico que ni conozco. Viéndolo a los ojos y sintiéndome como Niall nunca me hizo sentir. Niall me desprecio, me hizo sentir nadie y ahora estoy aquí bailando con este único hombre que me hace recordar a el. Cuando lo esperaba ansiosa por su llegada del trabajo, pero en realidad estaba divirtiéndose con otras mujeres. Cuando le decía te amo y no obtenía respuesta. Cuando lo conocí aquella noche en la fiesta de antifaces. Intento no pensar en el, pero está en todas partes. Y la única manera de olvidarlo es yéndome del país. Me iré. Me olvidare de él. Y cuando obtenga lo que quiero, podre pararme frente a él y podre decirle: "Mírame, me menospreciaste y aquí estoy, triunfando como siempre quise. Cumpliendo mis sueños y metas como tú me lo prohibiste. Aquí estoy. Feliz con una hermosa familia y sonriendo. Pero lo más que me alegra, ¿sabes qué es? Que tú no eres la razón." -¿Cómo te llamas? -Pregunte. -Es una fiesta de antifaces. No creo que debas saber quién soy. -Contesto. -Al menos dame una pista. -Insistí. -Eso no es lo importante ahora. -Sacó un mentón de cabello que molestaba un poco en mi rostro. -Solo disfruta la vida. -Beso mi mejilla. Se acabo la canción y pararon la música. -Buenas noches. -Dijo Liam por un micrófono. Me separe de aquel chico que no me quiso decir su nombre y cambie mi mirada hacia Liam. -Primero que nada, gracias a todos por venir. Ha sido una maravillosa fiesta. Espero que no se hayan quitado los antifaces porque solo se los pueden quitar al final de la noche. Tampoco deben decir sus nombres, porque nadie pude saber quiénes son. -Aquel chico que me acompañaba, me miro como si me quisiera decir: "Te lo dije". Sonreímos. -Pero solo hay una excepción. Si tu candado fue abierto, entonces puedes decir tu nombre. No se vale cambiar llaves ni candados, deben jugar limpio. Al final de la noche, será el baile de las parejas. Con esto me refiero a que los que fueron compatibles con alguien, o sea, los que les abrieron su candado, deberán bailar con la afortunada chica de la llave. Así que ahora, quiero que todos busquen a su pareja. Y si ya la tienen. Quiero que se sienten en alguna mesa, para que los que anden solteros, puedan buscar a su pareja. Así que tres, dos, uno, acción. Todos a buscar sus parejas. -Dejo aquel micrófono y bajo del escenario. Mire a mi compañero y ambos cogimos respectivos destinos. El por un lado y yo por el otro. Busque por todos lados a algún chico que fuera compatible con mi llave, pero no parecía estar en la fiesta. Nadie tenía el candado de mi llave. Poco a poco, quedaban menos personas paradas. Lograba ver como aquel chico que había llamado mi atención de la noche, aun seguía sin pareja. En menos de 5 minutos, ya todos estaban sentados. ¿Dónde m!erda estaba mi cita? Solo quedábamos él y yo. Se acerco a mi lentamente como en las películas pasa, cuando el príncipe encuentra a su princesa y la princesa corre hacia el mientras el príncipe la espera con los brazos abiertos. Me acerque a el y lo mire a esos ojos color miel. Tomo mi mano y él me miro también. -¿Quieres volver a intentar? -Pregunto. -Quizás no lo hiciste bien. -Asentí con mi cabeza y tome mi llave. La introduje nuevamente en su candado, pero no tuve ni la mas mínima suerte. Ambos nos miramos desanimados. -¿Y ahora que? -Pregunte. -Déjenme presentarles a los invitados de esta noche. -Liam se adueñó del escenario nuevamente. Ambos lo miramos. -Repartí todas mis llaves y mis candados. Estaba consciente de que quedarían dos personas sin pareja, y al parecer fueron ustedes. Ustedes han sido elegidos para adueñarse de la pista esta noche. La chica escogerá una canción y ambos deberán bailarla juntos. Luego los coronaremos y ambos serán los reyes de esta mágica y maravillosa noche. -Finalizó su oración. Todo el mundo aplaudió. Me sonroje ya que ese misterioso chico seria mi rey por esta noche. Lo mejor de todo era que sabría su nombre y podría ver claramente su rostro. -Disculpe señorita. -Me dijo un señor. -Debe escoger la canción. -Oh claro. -Le di la espalda al chico misterioso y me aleje con aquel señor que parecía ser el DJ. Le pedí que pusiera 'If This Was A Movie' de Taylor Swift. La letra es hermosa y era perfecta para bailar. Y está bien, lo acepto. La letra se la dedicaría a Niall, pero no puedo. El no me merece. Volví a la pista con mi rey. -¿Me permite esta pieza, hermosa dama? -Me pregunto extendiendo su mano. Haciéndome sonreír. -Será un placer. -Conteste tomando su mano. -

Over Again |Niall & Tu| -Terminada- *Editando*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora