-______, estoy tan arrepentido de lo que hice. -Suspiré y me recosté a su lado. -El día en que te vi marcharte, mi cabeza no paraba de dar vueltas. Pasé toda una semana lamentándome tu pérdida. Pensaba que jamás te iba a volver a tener; renuncié a mi trabajo, renuncié al sexo con Kelly, viajé hasta México buscándote, allí me secuestraron y se hicieron pasar por tu padre. -Hizo una expresión de asombro. -Sí. Me advirtieron que no te me acercara. Alguien se pasa enviándome mensajes de texto advirtiéndome que me aleje de ti porque va a hacerme mucho daño si no lo hago. No puedo con esto, ______. Si no quieres estar conmigo, lo entenderé. Te hice sufrir demasiado y lo siento. Entiendo que estés molesta, furiosa y enojada conmigo, pero solo te pido que me disculpes. Mi intención ya no es herirte. Quiero amarte, quererte, protegerte; pero no puedo hacerlo si no quieres. Si quieres que me vaya, solo pídelo. Si quieres que me quede, solo háblame. No voy a obligarte a nada. Si quieres hacer una vida nueva con Harry, la aceptaré y respetaré todas tus decisiones. -Hizo una mueca.
-¿Una vida con Harry? ¿De qué hablas?
-¿No están saliendo? -También hice una mueca.
-¿De dónde sacas tantas tonterías? -Rió. - ¡Él sale con Val!
-¿Estás bromeando?
-¿Por qué lo haría, Horan? -Rió un poco más.
-¡Me cogió de imbécil! -Fruncí el ceño.
-¿Conoces a Harry? -Dejó de reírse.
-Es una larga historia. -Rodee mis ojos. -Luego te la contaré. ¿En dónde nos quedamos?
-Pues, me decías que me ibas a respetar. -Sonrió.
-Oh! Claro. Bien. Pues, si. Respetaré todas las decisiones que tomes y si no me quieres ver, me desapareceré de tu vida para siempre. Solo tienes que decírmelo. -El silencio abundó por unos tres minutos el lugar.
-No quiero que me dejes ir más nunca, Niall. -Me abrazó. Sentí mi erección volver a rozar su feminidad, pero esta vez no pude aguantar.
-Entonces cerremos esta noche con broche de oro, princesa. -Sonreí y giré para quedar encima de ella. Fui directo hacia abajo. Separé sus piernas, llevé tres dedos a mi lengua para humedecerlos, luego humedecí mi erección con ellos. Miraba a ______. Parecía asustada. -¡Maldición! -Dije entre dientes. -Estás tan deliciosamente apretada y mojada. -Dije excitándome más. Llevé mi erección a su feminidad, haciendo que la cabeza comenzara a entrar por su centro. Gimió. -Quizás duela un poco. -Le advertí. Empuje un poco más. Volvió a gemir.
-¡Acaba y mételo todo, Horan! -Me indicó. Seguí instrucciones. De un empujón, mi pene estaba completamente dentro de ella. Gritó del dolor/placer. ¡Rayos! Amo como sus paredes vaginales aprietan todo mi miembro. Me agaché un poco para poder besarla, ambos gemíamos de placer. Enredó sus piernas en mi cintura, acercándome más a ella. Juntaba sus muslos para que no saliera de ella. Gemíamos sin control. Mientras me movía, recibía gemidos y leves gritos como respuesta. Aruñó mi espalda, dejando pequeños rasguños en ella. Comencé a moverme más rápido. Cada vez más. -No pares, Niall. No pares. -Jadeaba.
-No lo haré, nena. No lo haré. -Gemí. ¡Por Dios! Juro que moriría de placer ahora mismo. Comencé a besar su cuello sin dejar de moverme dentro de ella. Cada vez que podía, iba más rápido de lo normal.
-Voy a llegar, Niall. -Decía con dificultad. Noté como sus paredes vaginales comenzaban a apretarse más, su piel comenzaba a erizarse, mientras que la falta de aire en ambos era cada vez peor.
-Voy a ayudarte. -Dije jadeando. -Quiero llegar contigo. Solo aguanta un poco más. -Comencé a moverme más rápido, me alejé de ella para acomodarme mejor, pero sin salirme. Veía sus expresiones, escuchaba sus gemidos, sentía su cuerpo temblar; y esto hacia que me excitara más. - ¡Oh por Dios, nena! -Gemí. Estaba a punto de llegar.
-Vamos, Niall, no puedo aguantar mucho más. -Gimió.
-Córrete, princesa. Córrete para mí. -Dije aumentando mi velocidad.
-¡Oh por Dios, Liam! -Gritó. Tres, dos, uno. ¡Llego!
-¡Ah! -Cerró sus ojos con fuerza y levantó sus caderas. Ambos habíamos llegado juntos. Nuestros líquidos habían formado una mezcla de sabores. Ahora si estaba satisfecho. Estaba cansado, exhausto y demasiado satisfecho.
-Gracias, Niall. -Decía con falta de respiración.
-Que duermas bien, princesa. Descansa. -Se pegó a mí, recostando su cabeza en mi pecho. Haciéndome sentir el hombre más feliz de este planeta.