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Seis son los que suben al avión de la compañía Black hat. Sin grandes despedidas, sin pomposos anfitriones. Simplemente ellos seis se montan en su avión y se marcha. Black hat conoce bien a Diamond Surfer, sabe que no hay nada que le duela más que ignorarlo, ese hombre vive de puro ego, y Black hat sabe como domar bien ese tipo de bestias. Una bestia que aparecería en la pista de aterrizaje para exigir una explicación a tan descortés accionar. Una explicación que se daría con una gran sonrisa de Black hat y un silencio.

Pero eso fue hace un par de horas, ahora sobrevuelan una tierra que no se sabe muy bien cual es de vuelta a casa. Flug aprieta el piloto automático para descansar de pilotar, lo adora sí, pero necesita darle otro sorbo a su bebida caliente. La cabina del piloto se abrió del todo para dejar ver la figura de Belén quien se subía las gafas nerviosa. 5.0.5. dormía plácidamente cerca de su creador.

—Doctor Flug—llamó suavemente para no sobresaltarlo. No funciono.— ¿No le molesto, cierto?

—Pa-para nada, ¿pero qué ocurre?

—El señor Black hat quiere hacernos unas preguntas a cada uno durante el viaje. Ha preferido hablar con Namor primero y como quizás trabajemos juntos, quería charlar un poco con usted, Doctor Flug. —sonrió dulce— eso y que no aguanto a Demencia— pensó.

—De acuerdo, si-siéntase. —correspondió a la sonrisa pero ella no la vio—¿Cuéntame sobre sus anteriores trabajos?

—Pues he colaborado con Diamond Sufer en verificar varias de sus obras robadas, aunque viendo lo ocurrido antes, no creo que sea una gran referencia—rió incomoda.

—No se preocupe continúe.

—También colaboré con otros villanos pero casi nunca en nada de acción pero la última vez en solitario fue un robo a una central nuclear, robe el material radiactivo. Buscaba usarlo para acentuar sus propiedades, quería una bomba que pese a no generar una explosión tan fuerte pudiera tener un mayor rango de influencia radioactiva, quizás causar mayores mutaciones pero una segura mayor destrucción y sufrimiento por generaciones.

—Es un mé-método algo anticuado.

—Me gustan las cosas algo viejas, siempre hay que mirar al pasado para ver que se puede aprovechar para crear el futuro. Aunque solo tengo veinticinco años, no es la gran cosa, se que podría aprender mucho con usted, Doctor Flug.

—Que coincidencia. Namor tiene la misma edad.

—Vaya...sí, vaya coincidencia.

Flug notó a Belén algo distanciada por su último comentario. Parecía como si creyera que estaban en una competición o algo parecido, quizás fastidiada, quizás ¿celosa? Muy vulnerable. Esto empezaba a serle divertido a Flug, tanto que no pudo evitar reír. Cuando Belén se dio cuenta se sintió insultada y Flug tuvo que enmascarar su risa con otro asunto.

—No tienes que pensar de él como un enemigo. Los dos vais a trabajar juntos así que...bueno, no pasa nada malo.

—¿¡Estoy contratada!?

—S-sí, bueno estás en fase de prueba pero creo que me serás de gran ayuda.

—Oh, doctor, muchas gracias, no me lo esperaba. Gracias, gracias. Es usted tan maravilloso. No le fallaré.

Belén se abalanzó sobre él para abrazarlo sin que Flug pudiera evitarlo. Era peor que Demencia. Ojalá poder concluir su función sin muchos de estos episodios.

No pudo más y terminó apartándola sin toda la rudeza que se merecía.

Mientras, Namor y Black hat se miraban el uno al otro en silencio. Demencia dormía abrazada a una bolsa de doritos sobre su propio pelo. A Namor le causó cierta gracia pero todo parecía apagarse y hacerse pequeño a su alrededor cuando miraba directamente al villano. Le miraba con odio, diseccionando cada célula suya para levantarla, mirar que hay debajo y pasar a la siguiente.

Villainous- Brillante estrella fugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora