A los días le siguieron las semanas, a las semanas los meses, y a los meses el primer aniversario de Namor y Belén en aquella organización.
Un año.
Se decía pronto, pero era casi impensable que esos dos sobrevivieran tanto tiempo.
Belén se hacía valer como ayudante de Flug. Las investigaciones eran más rápidas, el margen de error se había reducido los accidentes se habían reducido, también por la ayuda de Namor quien no se separaba demasiado del joven científico, la mayor parte de su tiempo "libre" lo empleaba en acompañarlo. Aunque era una costumbre que también había cogido Belén.
Pero por encima de todo, a Black hat le gustaba que terminaran los proyectos cuanto antes, eso significaba que en el mismo tiempo, sacaban a la venta más artículos malvados, igual a más dinero.
Y hablando de Black hat, él era el primer sorprendido al comprobar lo útil que era Namor. Demencia nunca había estado tan a raya, eran contadas las ocasiones en las que Demencia había irrumpido en el laboratorio de Flug o en el dormitorio de Black hat.
Veamos cómo es esa gran aportación.
Por los pasillos de la casa y por diferentes estancias se ven los rastros que deja la locura de Demencia. Cuadros caídos, purpurina, espagueti y muchos pero que muchos pedazos de hat bots de diversos tamaños. Siguiendo el rastro de destrucción, risas y cabello verde está Namor con varios hat bots de tamaño grande, todos con alguna secuela de haberse enfrentado a Demencia y haber sobrevivido.
—Voy a atraparte, Demencia. — gritaba Namor — Hat bots, atrapadla.
Los grandes robots se dispusieron a rodear a la adolescente pero era muy escurridiza. Trepaba por paredes y techos con la misma facilidad con la que caminaba por el suelo y en un visto y no visto se colocaba detrás de sus perseguidores.
—No tan rápido, listillo.
Arrancando uno de los brazos sueltos de uno de los robots comenzó a golpear al resto. Cuando el brazo robótico no sació su sed de violencia, usó sus propias manos y dientes. Como si fuera un animal salvaje mordía arrancaba el metal de los hat bots y mordía los cables hasta dejarlos fuera de servicio.
En uno de sus movimientos golpeó Namor con la suficiente fuerza como para dejarle sin aire en el suelo con un punzante dolor en las costillas.
—Serás...— logró decir.
Demencia parecía volver a ser más persona que animal (lo justo). La chica comenzó a dar saltos alrededor de los destrozos mientras soltaba más purpurina y gritaba.
—Mi amor por Black hat es imparable cabeza brillante. —se acercó al sirviente y le agitó el pelo. Namor tuvo que cerrar los ojos de inmediato pues la purpurina en su pelo comenzaba a caer por su cara y a entrar por sus ojos.— No podrás evitar que celebremos nuestro San Villantín.
Lo locura debía ser contagiosa. Eso pensaba Namor. De entre todas sus tareas la que requería más esfuerzo físico y más tiempo era mantener a raya a Demencia, pero después de un año, al engorro del trabajo se le había sumado un poco de diversión.
Los trabajos de limpieza y de compra eran siempre lentos y pausados; mantener al doctor Flug en unos horarios de sueño y comida saludables era aburrido y agotador, aunque al menos no lo hacía solo, tenía a 505 y a Belén de ayuda respectivamente; atender a Black hat era...harina de otro costal, sin duda. Pero Demencia le daba lo que no podía tener en esa mansión: acción. Podía correr, saltar, moverse con libertad entre las cuatro paredes de una mansión que con el tiempo se te hace conocida y pequeña en cierto modo. Se sentía volar mientras perseguía a Demencia, la adrenalina, el cuerpo ejercitándose, aunque terminase herido era gratificante.
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Villainous- Brillante estrella fugaz
FanfictionEn su soledad Black Hat termina dejándose llevar por sus recuerdos, rememorando viejas hazañas, cuando por un fortuito error, recuerda como conoció a Flug. Sin embargo, una nueva amenaza acecha al villano y a su organización en busca de impartir jus...