IX: el camino del villano

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—Eres tú. — murmuró incrédulo el adolescente. Por fin, después de tanto tiempo, estaba frente a quien consideraba su archienemiga. Frente a frente, en silencio y mirándose mutuamente.

Tardó un momento en volver a la realidad temblando de anticipación. Analizó la situación, la heroína estaba de pie, a pocos metros de él, mirándolo a través de la máscara que ocultaba su identidad. No había tratado de atacarlo, no había socorrido a los heridos, tan solo se había quedado ahí parada como él.

Sin darse cuenta, un helicóptero de las noticias sobrevolaba los alrededores dispuesto a captar lo que fuese que había en el puente.

—¡Cardióloga!—gritó Flug con fuerza, por fortuna su voz de puberto no lo traicionó, sonando grave y decidida. Su propia voz lo sobresaltó y puso en alerta, preparado, sacó su arma de la mochila—Vengo a...

—Vienes a matarme, lo sé. —interrumpió la heroína con su característica voz neutral—Te estaba esperando.

Flug se desconcentró. ¿Cómo que le estaba esperando? No podía conocerle de antes, era imposible. No podía estar un paso por delante.

—Tus trucos no funcionan conmigo. —replicó alejando sus dudas—Voy a poner fin a tu vida.

—Eres un villano, es lo que hacéis.—respondió comprensiva—¿Cómo debo llamar a mi verdugo?

—Soy...Soy Flug.

—Es una agradable sorpresa la de conocerte al fin. —Flug creyó ver una suave sonrisa en el rosto de Cardióloga—Sabía que vendrías tarde o temprano, Flug. Espero comprendas que no puedo morir aún, tengo mucho trabajo y enfrentarme a ti me pondría en un gran aprieto.

La mujer bajó de la baranda para caminar segura y directa hacía los heridos más graves. Totalmente ignorado, confuso y humillado apuntó con su arma maestra, una pistola de rayos hacia la heroína, pero antes te pudiese disparar sintió como perdía el control de sus dedos, como su mano se abría y dejaba caer la pistola al suelo. Cardióloga liberó a Flug de su influencia mientras volvía a centrarse en el chaval, caminando hasta pararme en medio de la carretera alejada de oídos curiosos y posibles víctimas.

—Eres joven y no lucharé contigo, Flug. Tendrás tu oportunidad, te lo prometo, pero hoy no. Vete a casa, por favor. Te lo suplico.

Flug miró de arriba abajo a su adversaria. ¿Qué sentido tenía aquello? ¿Era porque era joven? ¿Cuál es el punto de preocuparse tanto por él? Quizás...la madre de Cardióloga y su jefecito eran villanos, seguramente conocidos pero...eso no explicaba que sus herederos tuviesen que tener en consideración aquello, no podía comprender nada. Sin embargo, si comprendió lo que sintió cuando la heroína tocó su hombro. Asco.

Con todas las fuerzas de las que podía disponer un joven tan enclenque como él, trató de empujar a la cincuentona lo más lejos posible después de golpearla en el estómago. Para su sorpresa funcionó bastante bien, tuvo tiempo de volver a tomar la pistola y disparar cuatro veces al suelo. Cardióloga se recompuso tarde, sorprendida vio como los disparos que creía fallidos creaban una semicúpula a su alrededor color rojizo translucido.

—¿Cómo? — murmuró en su asombro. Trató de volver a abrir la mano de Flug para que soltara la pistola, pero no sirvió.

—Ahora imitaré tu estilo. —rió con una arrogante sonrisa que nadie podía ver bajo aquella bolsa de papel ridícula—Te he estudiado, te he seguido durante muchos años y en cada uno de tus enfrentamientos he visto una conexión curiosa. Ninguna de tus peleas eran cuerpo a cuerpo, ninguna te llevaba demasiado, la mayoría ni un minuto. Te vales de tu poder, dependes de él. —le recriminó con desprecio—Por lo que tu resistencia al esfuerzo es baja, puedo suponer que al no necesitar más que parar el corazón de tu enemigo, no pensaste nunca que tendrías que hacer demasiado para ganar.

Villainous- Brillante estrella fugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora