Namor se limpió el sudor de su cuello por tercera vez esa hora. No terminaba de creérselo pero realmente no sabía de qué se sorprendía. Era algo esperable en Black hat pero también descabellado e irreal que estuviera ocurriendo. Al principio pensó que era una broma de Black hat pero finalmente se tuvo que hacer a la idea que aquello era cierto y que iba a ser testigo de ello.
Esa noche cuando dieran las doce procederían a hacer un ritual en honor al gran villano al que servía. Desde una caballa en medio del bosque se encontraba guardando a Belén, el sacrificio. Por la ventana se veía la gran y espeluznante estatua de la que ardían las manos del villano rodeado de más pilares, había reunido un pequeño grupo de encapuchados pero por el número de asientos, vendrían más.
Se apoyó con violencia contra la pared de madera y cerró los ojos, sus piernas temblaban y no paraba de sudar. Solo de pensar que podría haberle salido mal la jugada...no, estaba vivo y más cerca de cumplir su auténtica misión.
—Me enamoré de él ¿sabes?—murmurró Belén desde su celda.
Estaba encadenada de pies y manos y vestida con una túnica negra con un cinturón rojo, bajo esa ropa no estaba su piel sino vendas que cubrían sus heridas. Demencia y Flug se habían aprovechado de que estaba sin vigilancia para torturarla. Black hat puso a Namor como el perro guardián que es.
—Me enamoré de él. — repitió entre sollozos. El chico le miró con pena pero sin intención de interactuar. Era extraño estar con alguien que sabes y sabe que va a morir. —Primero el trabajo y luego yo, me digo siempre, pero las cosas se entrelazaron y...—suspiró dejándose los brazos muertos. Se quejó al golpearse las manos rotas— Fui una idiota por ver a Flug como algo más que una víctima o instrumento. Nunca había tenido ese problema, siempre eran incursiones rápidas y certeras.
El silencio volvió a manifestarse entre ellos. Namor siguió mirando la ventana, más gente se había reunido frente al altar. Aquello era una locura, no sabía nada, se sentía tan prisionero como Belén.
—Nunca te llegué a preguntar, tampoco es que me importase pero que más da ya. —la pelirroja tomó aire sin mirar al sirviente. — ¿Por qué estás aquí?
—Lord Black hat me ordenó que procurara que nadie se te acercara. — contestó sin interés. No le iba a contar nada por si acaso tramaba algo de último momento.
—Sabes a que me refiero, Namor.
—¿En tus investigaciones y robos descubriste algo de lo que va a ocurrir esta noche?
—Eres un tramposo. —rió con cierta locura— No. No sé que me va a pasar pero no quiero pensar en ello. Estoy tratando de hablar contigo para distraerme, no tengo nada que ganar o perder, ya me lo han quitado todo.
—¿Te resignas?
—¿Qué otra cosa voy a hacer? Dale un poco de conversación a esta gata muerta. Me han quitado las siete vidas, Namor, solo quiero saber de quién me ha derrotado.
Lo meditó por un momento, no era idiota, no iba a decirle todo, no directamente. La última voluntad de una condenada a muerte, podía hacerlo, así él tampoco pensaría en la secta que había fuera.
—Yo también tengo interés en Flug, pero para nada de la forma que tú, por eso me uní en esta misión suicida. Por él.—se volvió a quitar el sudor nervioso de su cuello—Mi nombre es Orión.
—Orión. ¿Cómo la constelación? Curioso. Ósea que de saber tu nombre real, tendrías problemas. —con una sonrisa juguetona miró de arriba abajo a Namor/Orión— ¿A quién se cargó Flug para qué te interese tanto? ¿Algún novio? ¿Un familiar?
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Villainous- Brillante estrella fugaz
FanfictionEn su soledad Black Hat termina dejándose llevar por sus recuerdos, rememorando viejas hazañas, cuando por un fortuito error, recuerda como conoció a Flug. Sin embargo, una nueva amenaza acecha al villano y a su organización en busca de impartir jus...