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Frente a la puerta de la suit que Diamond Sufer debía habilitar para Black hat, estaban los cuatro miembros de la organización Black hat. Demencia y 5.0.5. se escondían detrás de un Flug que pese a aparentar estar calmado podía escucharse como la bolsa de papel crujía por sus temblores. Y no era para menos, Black hat acababa de desintegrar a un pobre villano borracho que salía de una de las habitaciones contiguas, ¿lucía enfadado?, eso es decir poco.

—Ese maldito ciego...— dijo gruñendo, modificando su voz pareciendo que salía de una pesadilla o del mismo infierno.

Dos habitaciones, solamente dos habitaciones. ¿A qué se pensaba que estaba jugando? Había pedido tres habitaciones, una de ellas en la otra maldita punta del complejo para que Demencia no tuviera tan sencillo ir a acosarlo en la noche. Pero de eso no hacía falta que se enterase toda la sociedad villana, él había dado una orden especifica y, debe acatarse a no ser que prefieras ser un nombre más en su larga lista de asesinatos.

Las habitaciones se encontraban en el mismo pasillo, una con una cama de matrimonio y otra con una cama individual y un cojín tan grande como 5.0.5. Demencia caminó con una sonrisa picara hacía en interior de la suite para comprobar lo finas que eran las sábanas de esa cama tan mullida y cómoda. Volvió hacía en grupo contoneándose y en concreto hacía el villano, el cual seguía ensimismado con el tema de las habitaciones.

—Le dije tres, tres habitaciones. ¡Diamond Surfer! ¡Rata miserable!

—Black hat~— ronroneó Demencia tirando de la corbata del villano para recibir una descarga eléctrica de la tela.

Al villano le dio un violento tick en el ojo, parecía a punto de estallar. Antes de que la tierra tuviera un nuevo y precioso cráter en su superficie por la ira de Black hat, Flug intervino tembloroso y siendo sujetado por el osito.

—Jefecito, escúchame.

La cabeza el nombrado giró ciento ochenta grados para mirar al joven científico. Un grito agudo y prolongado se propagó por todo el complejo. Tras unos momentos de confusión, Flug logró reencontrar su tono de voz habitual y hablar al temible villano.

—Ma-ma-mañana arreglaremos esto, es tarde, vayamos a dormir. Descansado podremos pensar mejor como hacerle pagar...esto.

Black hat hizo vibrar su lengua viperina.

—De acuerdo, doctor Flug, será como dices. —agarró con demasiada fuerza el brazo del chico para lanzarlo al interior del lujoso cuarto. A su vez lanzó a una Demencia mareada a los brazos de 5.0.5. junto con la llave que abriría el otro cuarto. — no quiero ni un problema de acuerdo. Si me desveláis aunque sea un poco, os mataré.

Cerró de un portazo que por poco desencajó la puerta. La adolescente demente y el oso adorable se miraron, ella con una idea encendida, el oso con su particular miedo, se iban a meter en un buen lío...

Para cuando el líder de la organización Black hat se logró calmar, se había hecho de noche y a Flug le parecía que había marcado un nuevo record. Flug se quitó la bolsa de la cabeza y las gafas para dejarlo todo sobre la mesita de noche que le correspondía. Revolviendo su pelo sobre los hombros alborotado. Black hat sintió que algo explotaba en su interior, si fruncía más el ceño su monóculo se quebraría. Y aquí ya no habría forma de que Flug escapara ileso.

—Tratemos de descansar y ya mañana volvemos a casa, jefecito. Este viaje me ha retrasado en varios proyectos, espero no te importe concederme un par de días extra para terminarlos.

—¡Hippie!

El villano agarró el cabello del científico con una mano mientras que la otra se transformaba en unas afiladas tijeras.

Villainous- Brillante estrella fugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora