III: El camino del villano

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El cuarto de Flug era testigo de lo que haría cualquier adolescente de trece años. El chaval cuya voz presentaba algún que otro gallo y que cosechaba una pelusilla de la que estaba muy orgulloso en su bigote. Flug llevaba durante meses una rutina enfermiza de aislamiento en su habitación, salía para ducharse, comer, ver la tele o coger algo del laboratorio, siempre tratando de encontrarse lo menos posible con Black hat.

No es que el invierno se acercase, sino que el infierno frío se había apoderado de aquella casa de la maldad. Ambos, orgullosos, uno por joven y otro por viejo, no cruzaban palabra desde el suficiente tiempo para que el villano no supiera del proceso de maduración de su protegido. Pero no hablemos del gran villano, volvamos a qué hace Flug.

Lejos de lo que puedas malpensar, el chico se encuentra inmerso en una profunda investigación. Toda superficie está plagada de documentos desde lo más actual a información en páginas coloridas de amarillo por el paso del tiempo. Ya que la educación no iba a él, él iría a la educación. Su cabecita empezaba a pedirle conocer sobre ingeniería, botánica, biología, medicina y cualquier rama de conocimiento que pudiera saciar su enorme sed. Sus manos abrían un viejo cuaderno que pudo ser de un antiguo empleado de su jefecito y hablaba sobre plantas venenosas y su uso en la historia de Asia, una pena vivir tan lejos como para conseguir muestras y realizar experimentos con los insoportables vecinos de la otra cuadra.

Un toqueteo contra su puerta llamó su atención. La puerta se abrió y dejó ver la figura del gran y poderoso villano de chistera negra.

—Flug— llamó con tono autoritario. —Esta situación va a terminar. — cada silaba se intensificaba hasta que el niño sintió un escalofrío en su espalda. —¿Me oíste?

Tuvo que hacer un verdadero esfuerzo para no obligarle a mirarlo. Black hat estaba harto de no tener la situación bajo control. Había tomado todo aquello con humor, con curiosidad pero aquello le estaba estresando, esa rebeldía, le estaba desafiando y nadie vivía lo suficiente para contarlo. Sin embargo, era un hombre astuto, no había llegado a vivir más que la eternidad con solo el uso de su fuerza. Los humanos lo llaman diplomacia, él prefería la manipulación. Con falsa curiosidad se agachó para tomar uno de los documentos que acumulaba el chico cual Diógenes.

—¿Te interesan los venenos? — no recibió ninguna respuesta— Es realmente interesante. Recuerdo que yo también tuve cierta fijación por ellos, son un acompañante delicioso a la carne humana. Sobre todo los venenos de insectos y otros seres vivos. Me genera mucha satisfacción aplastas al animal hasta hacer un néctar con sus huesos, entrañas y veneno que expulsa en un vano intento por sobrevivir. —Dirigió una mirada divertida al chico que todavía le daba la espalda pero atento a su relato. — ¿Qué quieres hacer tú con ellos?

No hubo respuesta.

—¿Recuerdas el proyecto del campamento para jóvenes villanos? Pensé ubicarlo en la dimensión J, hay un bosque lleno de las criaturas más venenosas y tóxicas de cualquier universo. Sería un buen lugar, sí. ¿Qué opinas?

No hubo respuesta pero el mensaje comenzaba a calar en Flug. Se sentía bien la compañía y la cordialidad después de tanto tiempo. Pero era hijo de su padre, necesitaría un poco más para dejar su orgullo a un lado.

—Tengo guardado un amuleto que te protegería de esas toxinas, puedo ir a por él, así venir conmigo a ver el terreno y recolectar lo que necesitaras. He despejado mi agenda toda esta semana, podríamos ir a hacer una visita exprés a todas las instalaciones de la compañía, seguro que te gusta, la tecnología más puntera y malvada a tu disposición. Si quieres aceptar mi propuesta sabes que te concederé lo que quieras.

Flug suspiró, su necesidad de socialización y sus bajos recursos para experimentar su lado más científico e imaginativo gritaba por aceptar esa propuesta tan jugosa. La curiosidad mató al gato, eso ya lo había comprobado, era más listo que los gatos. Black hat enseñó sus afilados dientes en una diabólica sonrisa al ver a Flug girar lenta y tímidamente su cuerpo hacia él.

—Podría...podría ser...

—Excelente. Te doy diez minutos para recoger tu cuarto y nos vamos.

Sin más palabra salió del cuarto cerrando la puerta pero manteniendo el oído junto a ella para escuchar la reacción del menor. La primera fase de su plan estaba lista y según lo previsto.

Puede que él no mate gatos pero devora toda la luz de las estrellas hasta sumir la realidad en oscuridad.



 Comenta aquí si pensaste mal con Flug encerrado en su cuarto.

Bueno, después de un mes de inactividad y la preocupación de tremenda artista estoy de vuelta. Estoy de exámenes pero tengo unas ganas horribles de escribir y no me da la vida. Vamos a ir viendo varios capítulos seguidos del camino del villano que tengo muchas ganas y es necesario para el desarrollo de la trama principal.

¿Qué os ha parecido?

Villainous- Brillante estrella fugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora