Z: Las aventuras del pequeño Flug

357 45 116
                                    


Aquella misma noche tras la muerte de Lunática, Black hat contemplaba desde la privilegiada vista de su despacho el ambiente de fiesta en la ciudad. La muerte de un villano siempre era motivo de festejos y más cuando se había revelado tan maravillosa heroína con tan eficaz poder. La imbatible la nombraron. Ridículo. A nuestro señor de la maldad encarnada este tipo de celebraciones le levantaban un mal humor horrible, no por la muerte de un compañero de trabajo/potencial fuente de ingresos muerta, sino por toda la felicidad que allí se respiraba, toda esa esperanza tan nauseabunda...

Pero hoy parecía que todo eso no afectaba al gran villano. Al contrario, disfrutaba una copa de su mejor vino para acompañar la celebración. Brindó con ellos al estallido de los juegos artificiales de aquella noche.

El teléfono de Black hat sonó dentro de su cajón de escritorio. Descolgó tras comprobar el número y aclararse la garganta. Estaba todavía de mejor humor que antes.

—¿Hola? ¿Hay alguien ahí?

—Saludos, doctora Hart— dijo Black hat con una voz suave — ¿Qué desea?

—Le llamo para agradecerle la valiosa información. —la voz de la mujer al otro lado de la llamada sonaba nerviosa pese a tratar de mantener la calma. Si prestaba atención podía oír como apretaba el teléfono con fuerza.— Sin duda su ayuda ha sido vital en el día de hoy. Lunática no dará más problemas como usted quería.

—Hice bien en llamarte. —se felicitó a sí mismo— No quiero que esto sirva de precedente para una bonita amistad.

—No deseo eso. He cumplido con mi parte, no quiero nada más que lo acordado.

—Tranquila, Cardióloga, tus secretos están a salvo, así como nuestro pacto de no agresión.

—Soy consciente, Lord Black hat.

—Tengo tu número. —le recordó en advertencia— Puedo contactarte si veo que algo no va como debería.

—Sara, por favor. —suplicó por lo bajo alguien al otro lado de la línea. Black hat podía imaginarse a la heroína en su casa agobiada, paranoica por todo lo ocurrido y por lo que podría ocurrir. Una mujer había intentado interceder como una voz a la oposición, que aconsejaba a Sara/Cardióloga que no siguiera conversando con el malvado, que no cediera a sus chantajes, pero era tarde. Sara calló a la voz femenina y se mantuvo en silencio.

—Simples sugerencias para una heroína novata, teniendo sangre de villana por tus venas...— Black hat no pudo evitar reírse a carcajadas por la broma.

—Algunos nos labramos nuestro propio camino, desligándonos de la familia.

—Cierto. —¿rebeldía? Interesante—Un camino construido con las manos manchadas de sangre y culpa. ¿Qué tal sienta eso?

No le hacía falta ver a su oyente para saber cómo esas palabras la habían afectado profundamente. Eso le ponía de mejor humor. Pocas veces había estado tan animado.

Se percató que por la otra línea la voz de un niño de la edad de Flug requería la atención de Cardióloga, lo callaron las dos mujeres de inmediato.

—Tengo que dejarle, me requieren. Mantendré lo acordado y espero lo mismo de usted.

—Confío en ello. Bienvenida al juego, heroína del momento. Buenas noches y disfrute de la fiesta en su honor.

Black hat colgó tras despedirse. Aplastó el teléfono y lo pulverizó con un rayo de su monóculo. Contempló la luna desde donde estaba, regodeándose por su éxito. Nadie sospecharía que fue él quien filtro a Cardióloga la información sobre Lunática y sus planes, y mucho menos cual era su punto débil. La traición es una cualidad de la maldad, incluso traición a su mismo gremio.

Villainous- Brillante estrella fugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora