Flug deja el instrumento sobre la mesa. Se quitó los guantes manchados de sangre, sentía las manos sudadas y le recorría una sensación desagradable. Pese a todo sentía un profundo orgulloso. El experimento es un absoluto éxito, solo falta que su querido jefecito haga acto de presencia antes de que su paciente para de gimotear y de respirar.
Como caído del cielo (o subido del infierno mejor dicho) Black hat hizo acto de presencia en el laboratorio. Flug sonrió feliz de verlo y esa misma energía se plasmó en su voz.
—Llegas justo a tiempo, jefecito.
—¿Y Belén? —preguntó al echar un ojo por el laboratorio hallando el cuerpo de una persona, o lo que quedaba de ella, sobre la camilla con una máscara de oxígeno— Esa no es, ¿verdad?
Flug se giró a ver al francés. Su cuerpo estaba en grave estado, el suelo manchado en charcos con su sangre no dejaba lugar a dudas. Su mano derecha estaba amputada y un vendaje cubría la herida malamente, un destino similar sufría su pierna izquierda sin embargo esta no estaba vendada aún y se apreciaba la carne desgarrada como a picotazos. Del mismo modo se veían los dedos de la mano izquierda. El rostro del sujeto estaba nublado por el sufrimiento, desencajada su mandíbula en busca de recuperar el aliento después de una sesión muy dura.
—No, es un viejo amigo. Ahora te cuento.
—Mejor cuéntame ahora. — exigió con su tono más autoritario.
—Lo ha traído Demencia cuando trataba de colarse en casa. Es François Bonnefoy.
Hizo una pausa. Como esperaba la cara de Black hat tornó a una de asombro. ¿Podría ser alguien tan estúpido para tratar de colarse en su casa así sin más? Sí, las había y demasiadas para lo razonable. La selección natural tenía un sentido del humor curioso.
—¿Le ha reconocido?
—Como ya aseguré—Flug dio la espalda a quien consideraba su padre para prepararse para la demostración rellenando una bolsa con el líquido con el que trabajaba— Demencia no mantiene ni el más mínimo recuerdo de su vida como Mariana Bonnefoy. Ni a su padre, ni el idioma. Nada. Trataba a nuestro invitado como a una rata más.
—Excelente. —juntó sus dedos como todo un Monty Burns— ¿Y en qué nos ha servido nuestro ex deudor europeo? — apretó con su mano el muñón para escucharle gritar en su semi inconsciencia.
—He creado algo que revolucionará la forma de torturar a una persona. —expuso la bolsa con orgullo mientras la colocaba en su lugar—François me ha ayudado a comprobar su eficacia.
—Soy todo oídos.
—Se trata de un químico que una vez inyectado en el individuo cualquier parte de su cuerpo será ultrasensible y le dolerá incluso cuando aquella carne arrancada.
—¿Un potenciador de la sensibilidad? Flug, ya hiciste eso.
—No, no es eso. —contestó molesto— Señor, esto es mucho más que un potenciador. Observa.
De nuevo se colocó los guantes y tomó unas tenazas. Con la mano libre abrió el gotero que colgaba sobre la cabeza del francés. El líquido se deslizó hasta perderse en el torrente sanguíneo del paciente que reaccionó con un gruñido ante la invasión. Flug usó las tenazas para arrancar una de las falanges de la mano más sana.
Depositó el trozo de carne en una bandeja cercana y centró su atención en dicha bandeja. Con una aguja comenzó a pinchar el trozo amputado al que le siguieron gritos de dolor por parte del francés. Era como si aún estuviera conectado a su sistema nervioso. Black hat quiso probar por sí mismo. Destrozó su guante al desplegar sus garras y atravesó el dedo de lado a lado. Las plegarias y sollozos no se hicieron esperar.
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Villainous- Brillante estrella fugaz
FanfictionEn su soledad Black Hat termina dejándose llevar por sus recuerdos, rememorando viejas hazañas, cuando por un fortuito error, recuerda como conoció a Flug. Sin embargo, una nueva amenaza acecha al villano y a su organización en busca de impartir jus...