VIII: el camino del villano

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Las calles de Hatsville son familiares para el joven Flug, no conoce a la perfección la ciudad pero si las zonas clave. Desde la muerte de Lunática, sus escapadas habían sido escasas y furtivas, siempre tratando de evitar las multitudes, algo que había descubierto que le desagradaba. Había llegado al extremo de usar diversas máscaras para evitar ser reconocido por accidente. Aprovechaba las ausencias de su jefecito para explorar su entorno lo mejor posible, puede parecer la actitud de un chaval adolescente que desafía a sus padres yendo por sitios de dudosa fama como rebeldía.

Aunque no era de salir mucho a la calle, si lo era de informarse. Tampoco era muy sociable pero gustaba a la gente, de algún modo que no comprendía pero ocurría. Lo bueno es que había hecho "amigos". Un grupo de delincuentes de poca monta intentó atracarlo en un callejón oscuro unas semanas atrás, Flug terminó poniendo a prueba su gran arma contra Cardióloga matando a tres de sus integrantes, como plus, había podido secuestrar al líder. Ahora tenía en su poder a un inútil grupo de lacayos que haría lo que sea por rescatar al cabecilla. ¿Quién dice que los quinceañeros son un grupo de vagos atolondrados?

No, Flug no era cualquier quinceañero y cuando pusiese en marcha su plan, todo el mundo vería de lo que era capaz. Unas festejaban su cumpleaños como paso para convertirse en mujeres, él asesinaría a la heroína del momento para convertirse en villano. El nuevo milenio traía grandes planes para él.

Flug sacó de la mochila que cargaba un pequeño paquete y lo pegó a una de los pilares del puente más concurrido de la ciudad.

Sin duda, él tenía mejores cosas que hacer que hacerse el rebelde sin causa. Él cumpliría su destino, por eso estaba en la parte más sucia y baja del puente.

Tenía un plan infalible.

La pandilla de poca monta haría un pequeño disturbio en el lugar, lo suficiente para atraer a Cardióloga hacia su trampa, una vez en el puente detonarían los explosivos para aislarla en medio del lugar y allí la derrotaría con su arma secreta.

Lo tenía todo pensado para que Black hat no descubriera que era él, se pondría como una furia si supiera que se iba a meterse en semejante pelea, estaba convencido por el contrario en que Black hat le felicitaría cuando lograse vencer. Se limpió las manos viendo la bomba colocada en su sitio, ahora solo tenía que volver a casa para terminar su máscara, una pieza hecha a mano con motivos de aviador y ciencia. Su marca de identidad.

Había subido a dar un último vistazo al puente a una prudente distancia cuando un zumbido en su pierna lo distrajo. Tenía un SMS.

"Todo listo, tío. Vamos para el puente y cuando hagas la señal k-boom. Luego soltarás a nuestro líder sano y salvo."

—No, no, es muy pronto. Es muy pronto. —maldijo mientras trataba de mandar los mensajes pertinentes. Debía parar a esos idiotas o todo se fastidiaría.

El móvil cayó al suelo después de que el sonido de un tiroteo lo alertara. Ya sí que era imposible ponerle freno.

—Tengo que ir ya o perderé la oportunidad. —revisó su bolsa a toda velocidad, no era lo mejor pero al menos cumpliría su cometido. Llevaba su arma secreta consigo y se alegró por el detalle, sin embargo su máscara estaba en casa, tendría que buscar un sustituto. Hurgando encontró la bolsa de papel en la que llevaba su merienda. Un marcado mohín apareció en su cara ante la terrible idea. — Si no hay más remedio...

Con la bolsa de papel en la cabeza y los lentes de protección salió corriendo hacia el puente, tenía que estar en el centro en menos de tres minutos o aquellos idiotas volverían a demostrar su inutilidad.

Los transeúntes corrían despavoridos en la dirección contraria a la suya, provocando choques y ralentizándole hasta hartarlo, para colmo los coches abandonados dejaban sin muchas opciones de paso. No le faltaba mucho cuando vio los primeros cadáveres de aquellos que vivieron el minuto uno del disturbio. No había rastro de la policía o de algún héroe que no le interesaba pero tampoco de Cardióloga.

Corrió todo lo que sus piernas le permitieron hasta llegar indicado sin lesiones o casi, pues las bombas explotaron a pocos metros de su espalda.

—Joder, que daño. —maldijo al recibir restos de cemento como proyectiles.

El puente tembló mientras se desprendía hasta formar una isla en medio del río como Flug planeó. Varios ciudadanos se ocultaban aterradas entre los coches a la espera de ser rescatados mientras otros gritaban de miedo o por auxilio. Como si de un ángel salvador se tratase, vio una caperuza roja en la barandilla del puente, la luz del sol se reflejaba en su coraza metálica y el polvo acariciaba su piel oscura.

—Eres tú. — murmuró incrédulo el adolescente. Por fin, después de tanto tiempo, estaba frente a quién consideraba su archienemiga. Frente a frente, en silencio y mirándose mutuamente.




Hagan sus apuestas. 

Decidme ¿cómo matáis a alguien capaz de controlar el corazón y toda la sangre que fluye en vuestro cuerpo? 

Es curioso, aunque tenía muy claro como sería el enfrentamiento entre Lunática y Cardióloga, no supe como hacer exactamente el de Flug y Cardióloga hasta muchos quebraderos de cabeza después. La hice quizás demasiado poderosa jajaja en apariencia jiji

Villainous- Brillante estrella fugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora