J: Las aventuras del pequeño Flug

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Lunática y Flug juegan en el suelo del salón de la casa a un juego de mesa. El tablero, que tenía ilustrado un mapa del mundo, está repleto de piezas amarillas y moradas pertenecientes al niño y a la joven respectivamente. Las piezas amarillas estaban en clara minoría frente a las moradas. Flug sentía la presión de la derrota inminente, creía sentir la misma presión que la que sentirían esas piececitas en si toda esa guerra fuera real.

Las trincheras repletas de cadáveres putrefactos, rodeados tanto de ratas con mil enfermedades como de un victorioso ejército de uniformes morados y orejas de conejo como casco. El sonido de las balas y los cañones rompiendo el aire, la tierra y los cuerpos de sus víctimas. Mientras, en una tienda de campaña a la que le llueven los pedazos de esa masacre se encuentra un joven general al mando de las tropas dando órdenes, planeando su siguiente movimiento (si es que le quedaba alguno). Los gritos, las demandas nublan el juicio del chiquillo que ve como pierden las últimas posiciones como si una tarta recién hecha se tratara.

Por el contrario Lunática se balancea en aparente distracción, no se imagina la película que se ha montado Flug en la cabeza, más bien está concentrada en saber cómo se llaman los médicos que te hacen un implante de pelo ¿Cirujano de pelo? ¿Pelólogo? ¿Existe la pelología?

Flug se decidió mover una de sus fichas a la desesperada, así llegó el final de su turno. Seguidamente Lunática movió otras tantas en su jugada final.

—Y con esto—dijo la joven tras tomar la última de las figuras de batalla del niño—gano otra vez.

Flug se quedó pasmado. Trataba de asimilar y comprender como había perdido de nuevo. ¿Era la vez número seis o siete? ¿Qué más daba? Era incapaz de ganar a la loca en un tonto juego de estrategia. Frustrado y asombrado buscó respuestas.

—Jo, ¿pero cómo lo haces?

—Es muy fácil, Flug.

—¿No estarás usando tus poderes, verdad? — interrogó el rubio con una mirada acusadora. Lunática negó en sincera ofensa.—Otra vez. —demandó el niño.

Ella sonrió enternecida por la determinación del pequeño por ganarla. Miró como volvía a colocar todo en la posición de inicio. Cada figura de soldados, tanques, barcos, aviones y batallones de colores amarillo y morado. Flug era un niño demasiado inteligente como para desperdiciar esa cabecita brillante y confundirlo con ilusiones, Lunática desarrollaría su intelecto mostrándole la realidad.

El tablero volvió a su posición de inicio en el momento que Black hat hizo aparición en su gran salón. La atención se centró en él que con reproche miraba a la joven y de vez en cuando al niño.

—¿Se puede saber que estáis haciendo? Flug debería estar haciendo sus tareas escolares. — el villano riñó a la villana que estaba embobada contemplándolo.

—Ya las hice, jefecito.

—El pequeñín no paraba de incordiar a tu pobre científico y me lo he traído aquí.

—¡Tú estabas molestándole! — corrigió Flug. — Yo solo quería saber qué hacía.

—Como sea. Estamos jugando al Rusk.

—¡Risk! —corrigió de nuevo Flug—Es un juego de estrategia para dominar el mundo.

—Dominar el mundo. —el gran villano se mantuvo pensativo un momento—Eso me gusta. —sonrió con malicia. Volvió a dirigir su atención a Lunática—¿Qué tal lo hace?

Ella se encogió de hombros.

—¡Siempre me gana! —Flug volvió a sus sospechas— Creo que hace trampas.

—Pero que mal perder tienes, hijastro. —rió como solo una loca podría hacerlo—Solo tengo más experiencia. Pero tú un gran maestro. —dijo guiñando un ojo al varón del sombrero.

—¡MI maestro!

Flug saltó hacía Lunática con las mejillas hinchadas, la chica solo tuvo que poner la mano en su cabeza para que no siguiera en su adorable espiral destructiva/protectora. El niño pataleaba y trataba sin éxito darle a la villana.

¿El pequeñajo estaba celoso? Black hat alzó una ceja, estaba sorprendido por esa reacción. Se preguntó si Flug podría matar a Lunática para siempre. O siguiera si pudiera matar. ¿A qué edad las crías humanas tienen la edad mínima para asesinar? Tan ensimismado estaba con sus maquinaciones para deshacerse de la chica-conejo que no se percató hasta muy tarde de que la tenía encima.

—He conquistado siete veces el mundo.—tomó su corbata y se puso de puntillas para tenerlo cara a cara.—¿No estás contento conmigo? ¿Me amas ya? Se mi rey, y yo tu reina.

Flug se levantó del suelo para tirar de la falda de Lunática con intención de alejarla de su jefecito, pero no logró moverla ni un mísero centímetro. Fue el propio villano el que puso fin a tal osadía con un tirón en ambas orejas de conejo.

—Auch auch auch— se quejaba la chica mientras Black hat recorría la sala sin apartar la vista del tablero.

—Un verdadero villano necesita de una sola vez para conquistar el poder. Si necesitas más significa que se lo han logrado arrebatar. Algo patético.

—¿Por qué no te nos unes? —sugirió Flug con una radiante e inocente sonrisa— Enséñame a ser un gran villano.

—Sí, vamos, únete Blacky. Será divertido que el gran maestro de los maestros nos muestre la forma de hacernos con el mundo entero.

Flug ya había vuelto al suelo para buscar la bolsita con las figuras de colores para Black hat.

—¿Qué color eliges? hay negro y rojo.

—Estoy muy ocupado como para dedicarme a esos juegos tontos. Además, venía porque necesito que hagas un trabajito por mí, Lunática.

—Oh, vamos abuelo. Al menos quédate, deja los negocios fuera por un rato, diviertete y cuéntanos algunas de tus batallitas. — Lunática apelaba al ego de un narcisista como Black hat ¿puede considerarse jugar sucio?

—¿Ahora te interesa dominar el mundo? Un objetivo algo ambicioso para un niño de seis años y una jovencita mal de la azotea. — se burló.

—Quiero que estés orgulloso de mí, jefecito.— confesó.

—¿Cómo una luz tan brillante quiere convertirse en un pozo de oscuridad por voluntad propia? Quizás pueda ser útil además que como escudo contra su madre— pensó el gran villano. —No vais a parar hasta que juegue con vosotros.— como odiaba a ese par...

—¡Exacto! — gritaron al unísono.

—Vais a desear no haber hecho tal cosa.



Pues de entre los problemas y malfunciones de la plataforma vengo a actualizar un poco, a ver que pasa XD. Es corto pero creo que divertido.

He estado pensando en cambiar la portada (sí, no es realmente mucha cosa pero yo lo comento para que no actualice un día y digais "AYY, Mariloli kesta koza feaaaaaa"), tengo un par de ideas, aunque no estoy segura. ¿Qué opináis?

Villainous- Brillante estrella fugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora