✘Capitulo 9✘

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Cuando llego a casa mi madre todavía no ha llegado. Subo a mi cuarto y me cambio. Me pongo unos pantalones cortos, una camisa normal y me vuelvo a poner el suéter de Kail. Mi móvil lleva rato sonando. Pongo los ojos en blanco y contesto. Es Alis.

-¡¿Se puede saber por qué no me coges el maldito teléfono Dana?! ¡¿Tienes una idea de lo preocupada que estaba?! - me grita desde el otro lado de la línea.

-Cálmate, estoy bien. Además me viste hoy en clase perfectamente. - suspiro al recordar lo desastroso que ha sido todo hoy.

-Te espere a la salida. Iba a hablar contigo. Soy tu mejor amiga, por dios Dana. ¿Cuándo pesabas contarme que estás liada con el chico nuevo?

-No estamos liados. Es... No sé lo que es.

-¿Qué no sabes lo que es? Pero si llevabas su suéter e ibais de la mano. - me muerdo el labio para reprimir una sonrisa al pensar en que ahora mismo lo tengo puesto. - ¿Estáis juntos? - se me borra la sonrisa. "¿Estámos juntos?" No lo sé. Ha dejado todo por mi y yo, bueno, yo estoy aquí, confiando ciegamente en él.

Un ruido en la sala me saca de mi debate mental. Debe de ser mamá.

-Alis te tengo que dejar. Mi madre acaba de  llegar. - Alis suspira.

- No te vas a salvar de contarme, listilla. - dice y cuelgo.

Mamá no tenía que llegar hasta dentro de dos horas. Bajo las escaleras y me detengo en seco, un sudor frío cruza mi espalda. En mitad de la sala está la chica a la que Kail llamó Lia. Me mira con una sonrisa burlona.

- Parece que Kail se ha descuidado. - dice dado un paso hacia mi. Por auto reflejo doy uno hacia atrás. Se ríe.

- ¿Qué haces aquí Lia? - sé lo que hace aquí, matarme, pero necesito tiempo. Kail debe de estar al llegar. Rezo por ello.

- ¿No te lo ha contado verdad? - se mira las uñas despreocupada. Miro hacia las escaleras, están cerca, tal vez pueda llegar.

-¿Contarme qué? - me obligo a contestar.

- Lo que eres. El motivo por el que te ha elegido. - la miro, quiero huir, pero algo me dice que tengo que escuchar esto. - No te creas ni por un momento que se ha quedado contigo porque siente algo por ti. Es el anticristo, todo lo que hace es para completar su cometido.

-¿Q-qué dices? Él... No... - me muerdo el labio, no debería decirle lo que Kail me ha confiado, no debería hablar con ella de nada.

-¿Tan tonta eres, querida? No te quiere, por favor niña. Miralo, y mirate. - dice con asco. -Si supieras cuál fue mi sorpresa cuando descubrí el por qué de su interés en ti.

-Lia, basta. - la voz de Kail detrás de mi me hace saltar en mi sitio. Oh dios, que susto me ha dado.

-Tardaste. Podría haberla matado.

-Largo. - su voz suena dura.

-Tarde o temprano se enterará. - dice mientras sale por la puerta.

Kail me mira e intenta acercarse a mi. -No. - Digo apartándome, necesito espacio. No sé a que se refería Lia, pero algo en mi la cree.

-Dana... - cierra los ojos. -Sube a tu cuarto, estaré fuera. Si necesitas algo, lo sabré. - se da la vuelta para irse.

-¿Qué es lo que no me has dicho? - digo en un susurro. - Kail se queda de espaldas cuando dice -Lia solo suelta mierdas, si la crees es tu problema. - cuando termina de hablar se va.

Suelto un suspiro y aprieto los puños. Joder. Subo a mi cuarto, me quito su suéter y lo lanzo a un lado. Ahora mismo no estoy segura de nada. Hay algo que no me ha dicho, me está ocultando algo. He creído en él ciegamente, en tan solo unos días ya me tenía comiendo de su mano. Por primera vez en estos días tengo miedo de verdad, no lo tuve cuando me dijo que era un demonio, no lo tuve cuando me dijo que me querían matar porque él se había fijado en mi. ¿Y si no se fijó en mi?  ¿Y si fue por algo?  Sigo teniendo miedo a que se vaya, a que desaparezca, pero ahora mismo no lo puedo tener cerca. Me aterroriza la idea de que todo haya sido mentira. No puede haber sido todo un juego...

Es un demonio, no sé que esperar de él.

Mi móvil suena y me obligo a centrarme. Es él.

"Soy un capullo, pero no haría nada que te pusiera en peligro. No te ocultaría nada si no fuera necesario. Confía en mi, por favor."

Se me escapa un suspiro. Estoy muy confundida, quiero confiar en él, pero Lia me ha dejado inquieta.

"Lo sé. Solo necesito estar sola. Mañana nos vemos en el instituto."

Pienso escribirle también que se vaya a casa que estaré bien, pero sé que no lo hará así que le mando el mensaje y apago el móvil. Mañana estará todo bien, solo necesito descansar de tanto drama, de tanta cosa paranormal. No me había parado a pensar ni un segundo en todo lo que está pasando. Lo de mi padre, la depresión, el chico nuevo, sus ojos grises, lo que me hace sentir casi sin conocerlo, mi confianza ciega en él, demonios que quieren matarme... Es demasiado. Es una locura.

InfernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora