-No sé por qué tanta bobería. - Lia pone los ojos en blanco con exasperación.
Y tan solo ese comentario es el detonante para que todos empiecen a hablar a la vez de nuevo. Me paso las manos por el pelo y me levanto de un salto, nadie parece darse cuenta.
-¡Callad! - grito. Los tres demonios me miran sorprendidos por mi intervención, no me extraña, no he dicho ni una sola palabra en las cuatro horas que llevan discutiendo. -¡No habéis parado de gritar!
-Necesitamos un buen plan. - Eyden tiene el ceño fruncido. - Si me hicierais caso...
-Eyden como vuelvas a sugerir que usemos a Dana de cebo te colgaré por los huevos y creeme, no será nada agradable. - termina Kail, amenazándolo de nuevo.
-¡Sois tan infantiles! - grita Lia.
Y así vuelven a gritar, no se están escuchando. Tengo que salir de aquí antes de que me estalle la cabeza.
-¡Que ya vale! - cojo mi bolso del sillón. - Voy a casa a ver a mi madre antes de que se vaya a trabajar. Cuando vuelva no quiero gritos.
-Voy contigo. - Kail empieza a buscar la camisa que no se ha molestado en ponerse en toda la mañana.
-No. - lo detengo. - Tenéis cosas que planear para esta tarde.
-No es seguro que andes sola. - interviene Eyden. Le dirijo una mirada asesina que le hace callar y me centro en Kail de nuevo.
-Estaré bien. Lia me llevará. - sé que no es una opción brillante, pero estos dos tienen que hablar. No dejan de discutir y en parte es porque hoy es un día importante, vamos a buscar a la madre de Kail. Necesitan un rato de chicos, sé que Kail se abre con él, le cuenta cosas que al resto nunca Le contaría.
-Genial, ahora soy chófer. - dice la chica con fingida emoción.
*Dana...* la voz de Kail se cuela en mi cabeza como una advertencia. *No me va a pasar nada.* le contesto de vuelta.
El viaje a casa es tenso, hablar con Lia no está en mi lista de deseos.
-Me ha sorprendido que Kail cediera a que fuera yo quien te trajera. - dice rompiendo el silencio.
-No veo por qué debería negarse. - digo intentando no entrar en una conversación con ella.
-¿Lo amas? - pregunta tras unos minutos de silencio. La miro sorprendida por la pregunta, ella no aparta la mirada de la carretera.
-Si. - contestó. No vale la pena mentirle, si se va a quedar con nosotros es obvio que se va a dar cuenta de mis sentimientos. Tampoco es algo que me cueste decir, no me avergüenza amar a un demonio. Hay más bondad en él que en la mayoría de humanos que he conocido en mi vida.
-Él también.
-¿Qué? - vale, esto ya es demasiado raro. ¿Hablar de sentimientos con la chica que hasta hace unos días no infundía ni un mínimo de confianza en mi?
-Te ama.
-Lia, mira yo no sé que estás...
-No estoy tramando nada, Dana. - me interrumpe. - Te ama.
-Eso no lo sabes, y no entiendo por qué me lo dices ahora. No entiendo por qué estamos hablando de esto. - ella tensa los dedos en el volante.
-Si lo sé. Por como te mira, por como te toca, como si fueras lo único que lo mantiene. Como si fueras lo más especial del mundo. - una pequeña sonrisa se instala en sus labios.
-Hablas como si supieras lo que se siente.
-Y lo sé. - esta vez la sonrisa se vuelve triste y desaparece, dejándola pensativa y nostálgica.
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Inferno
Teen FictionTodo era aburrido, demasiado normal, hasta que llegó él. El caos. Está aquí para cambiarlo todo, para enseñarme a vivir y hacerme sentir morir, para hacerme sentir un amor que es más que amor. Trilogía Inferno. #1 Inferno. #2 Abismo. #3 Perdición.